Redención:La tragedia real que inspiró el cómic
El excelente cómic de Daredevil estuvo basado en un hecho real que hasta el día de hoy sigue generando polémica y todavía el asunto no está cerrado.
EL 5 de mayo de 1993 el cuerpo de un niño de ocho años fue hallado en una zona conocida como Robin Hood Hills, en el estado de Arkanzas. Horas más tarde la policía volvió a encontrar los cuerpos de dos chicos más. Los tres estaban desnudos, atados y salvajemente golpeados. El peor destino lo tuvo Christopher Byers, quien recibió varias puñaladas y además fue castrado.
Esta clase de crímenes no son comunes en Arkanzas y el departamento de policía de West Memphis arruinó la potencial evidencia que podía haber ayudado a dar con el asesino. En los primeros minutos de la investigación manosearon elementos que pertenecían a las víctimas y dejaron huellas por todas partes. Se comenta que el jefe de la policía Gary Gitchell, inclusive se puso a fumar cigarrillos en el perímetro del área del crimen. En resumen, un gran desastre.
Un oficial de libertad condicional juvenil que estuvo presente en el lugar de los hechos cuando los policías encontraron los cuerpos, enseguida dirigió la responsabilidad de los asesinatos a Damien Echols, de 18 años, cuyo único delito hasta ese momento era vestirse siempre de negro con remeras de Metallica. Tomenselo a chiste si quieren pero en algunas ciudades de los Estados Unidos eso puede traer problemas con la policía.
Los investigadores enseguida decidieron que la muerte de los chicos se habían producido como parte de un ritual satánico y que el joven Echols que era bastante «raro» había sido el líder. Era muy común que cualquier problema que sucediera en la zona de West Memphis Echols tuviera algo que ver, ya que su manera de vestirse lo convertía en el principal sospechoso.
Cuando investigaron la casa del joven se hallaron unos libros de ocultismo, remeras negras, discos de heavy metal y novelas de Stephen King. No hubo ninguna evidencia que permitiera conectar a este muchacho con los asesinatos, sin embargo la ciudad, los medios locales de prensa y la policía ya habían cerrado el caso.
Las autoridades de West Memphis ofrecieron 30 mil dólares de recompensa para aquellos que aportaran información clave a la investigación. Una vecina del lugar, después de varios intentos fallidos por obtener una confesión de Echols, finalmente manipuló a Jessie Misskeley, un retrasado mental de 17 años para que confesará haber sido testigo de los crímenes. Depués de varias horas de interrogatorio, el adolescente incriminó a Echols, su amigo Jason Bladwin de 17 años y a él mismo.
Durante el juicio la defenza de los acusados demostró claramente que la declaración del chico con problemas mentales fue obtenida debido a la presión de la policía y que el chico el día de los homicidios había estado en la escuela. Todos esos hechos fueron ignorados por el jurado, en su mayoría conservadores religiosos, para lo que los libros de ocultismo y las novelas de Stephen King eran pruebas más contundentes.
Finalmente el jurado totalmente influenciado por la paranoia del pueblo, sobre que los tres jóvenes eran discípulos de Satán, condenó a Damien Echols a la pena de muerte por inyección letal, mientras que Jason Misskeley y Jason Bladwin fueron condenado a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional.
En la actualidad el caso de estos chicos, que hoy son hombres, se encuentra en revisión. Las ultimas pericias cientificas que se hicieron este año demostraron que no existe una sola prueba de ADN que indique que los acusados estuvieron relacionados con este caso.
Esta historia continúa en el próximo post.