Maniac: Un clásico de William Lustig

En materia de cine clase B, el director William Lustig es insuperable. Con una filmografía de tan sólo 10 películas este maestro de los filmes malos que divierten brindo joyas como la trilogía de Maniac Cop y Tío Sam que comenté anteriormente.

Hoy quiero referirme a uno de sus mejores trabajos que tuvo una tremenda influencia en el cine de terror de los años ´80. Junto con Black Christmas (ya va a tener su post ese film) Maniac (1980) abrió el camino al cine sangriento de asesinos seriales en Hollywood que pocos depués explotó con la llegada de Jason, Freddy y todos los clásicos que conocemos de aquella era.

Si bien tiempo atrás ya habían aparecido Michael Myers (Halloween) y el Loco de la motosierra, nunguna de esas dos películas eran sangrientas. Creo que con Maniac el director Lustig llevó a los Estados Unidos el estilo de horror europeo de Lucio Fulci, que como destaqué en notas anteriores, sus trabajos eran un festival del gore.

La historia está protagonizada por Joe Spinell, más conocido por los fanáticos de Rocky como Gazzo, el usurero para el que trabaja Balboa en el primer film de la saga. Acá es Frank Zito un hombre que fue abusado durante toda su infancia por su madre y al crecer se dedica a matar mujeres jóvenes en Nueva York.

Si bien el comienzo y la introducción del protagonista es lenta, Lustig luego ofrece un film bastante aterrador donde la secuencia más perturbadoras no son los asesinatos, sino la paranoia que sufre el asesino cada vez que comete un crimen. Esas escenas son fabulosas.

Maniac fue una película filmada con el estilo del cine guerrilla. El director se manejó con un presupuesto inferior al millón de dólares y más de la mitad del film se rodó en la clandestinidad. Como no tenía plata para pagar los permisos que se requieren en Nueva York, Lustig filmaba a escondidas para que la policía no lo detuviera.

Esta película no presenta grandes interpretaciones y el elenco fue integrado por los típicos actores del cine clase B que son malísimos. Sin embargo, tengo que destacar que la película tuvo un trabajo de efectos especiales y de maquillaje SOBERBIO, cortesía del maestro Tom Sabini, el viejo colaborador de George Romero.

Lo que hizo Sabini en este film es milagroso si se tiene en cuenta el presupuesto que tenía disponible. Las escenas sangrientas son espectaculares y la verdad que están mejor logradas que cualquier episodio de Martes 13 que costaron más plata que el trabajo de Lustig.

Hay un momento donde al propio Sabini le vuelan la cabeza de un escopetaso que es memorable. No en vano esa escena es la que abre el trailer original del film. Muchos medios especializados en el cine de terror coinciden en que esta labor de Tom es lo mejor que hizo en su carrera.

En 1986 Joe Spinell intentó hacer una secuela pero nunca pudo terminarla, debido a que no pudo conseguir ayuda financiera. En 1989 falleció de un ataque cardíaco y el proyecto quedó truncado para siempre.

Reitero, Maniac es un film importante y subestimado en el género del terror norteamericano y aunque no es una obra maestra del séptimo arte vale la pena su visión.