Crónicas policiales

Jeffrey Dahmer: El carnicero de Milwaukee

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Junio de 1978, Ohio, Estados Unidos.

Mientras Jeffrey Dahmer conducía por la ruta descubrió a un joven que hacía dedo en el camino para seguir viaje.

Su nombre era Steve Hicks, de 19 años,  quien se alegró cuando vio que un auto se detuvo para transportarlo después de haber estado esperando un tiempo  en la ruta.

Dahmer,  de 20 años, era gay y se había sentido atraido por Hicks desde el primer momento en que lo vio pidiendo viaje.

Hicks pegó buena onda con Jeff y al ver que era un sujeto agradable aceptó su oferta de ir a la casa de su abuela a tomar un par de cervezas.

Al llegar al lugar y descubrir que Hicks no  era homosexual y sus insinuaciones no funcionaban, Jeff no lo pudo soportar. Tomó una pesa de su gimnasio personal,   lo golpeó en la cabeza y después lo estranguló.

Una de las grandes ironías del destino como descubrirán más adelante. La pesa  jugaría un papel importante en la vida de Dahmer.

El hombre desmembró el cuerpo de Steve en varias partes que puso en bolsas de plástico,  para luego arrojarlas a un barranco.

Mientras se dirigía a tirar los restos de su víctima, la policía lo detuvo por exceso de velocidad. A los oficiales le llamó la atención  el olor inmundo que surgía de las bolsas ubicadas en los asientos traseros del auto y Jeffrey les explicó que era basura.

Los oficiales le creyeron y como el joven no estaba borracho le pusieron una multa y lo dejaron ir.

Sin saberlo la policía había dejado libre a uno de los asesinos seriales norteamericanos más terribles de las últimas décadas del siglo 20, cuyos crímenes estuvieron ligados a la práctica de necrofilia y canibalismo.

Esa misma noche, Jeffrey regresó a su casa con los restos de Steve Hicks que guardó en el sótano con excepción de la cabeza que la lavó y luego utilizó para masturbarse sobre ella.

Ese fue su primer crimen. Días después, arrepentido por lo que había hecho decidió dejar el alcohol y llevar una vida más religiosa.

Durante ocho años sus instintos homicidas estuvieron controlados, hasta que decidió que podía saciar sus deseos sin la necesidad de tener que lastimar a nadie.

De esa manera en 1986  intentó desenterrar de un cementerio el cuerpo de un joven que había fallecido recientemente para tener sexo con el cadáver pero no tuvo suerte ya que las altas temperaturas habían congelado la tierra de la tumba.

No  quedaba otra alternativa, tenía que volver con el viejo sistema.

Luego de esa experiencia, Dahmer empezó a frecuentar bares gays  para buscar nuevas presas.

«El carnicero de Milwaukee«, como lo llamaría más tarde la prensa había decidido no reprimir más sus deseos y ya no se detendría.

Jeffrey Lionel Dahmer había nacido el 21 de mayo de 1960 en la ciudad de Portage, Wisconsin.

Como más tarde declararía en varias entrevistas realizadas por la policía, su infancia estuvo marcada por las constante peleas de sus padres, una ama de casa y un investigador químico.

Desde chico jeffrey se la pasaba llamando la atención de su familia en busca de afecto pero nadie le daba importancia y algunas conductas extrañas del niño eran tomadas como «cosas de chicos».

Dahmer era un niño muy solitario y a muy temprana edad se interesó por la anatomía animal y solía juntar en el sótano de  su casa   huesos de conejos, ardillas y mapaches.

Su madre que era adicta a los calmantes lo ignoraba por completo y el padre vivía sumergido en su trabajo.

De acuerdo a los psiquiatras que los trataron,  Jeff carecía de todas esas cosas que hacen a la vida tolerable, como el amor, la amistad y una familia unida que se ocupara de contenerlo.

Su actitud negativa frente a todas las cosas, le impidieron entablar relaciones sociales en su adolescencia y lo convirtió en un ser muy solitario, que pasaba su tiempo masturbándose compulsivamente con revistas pornográficas gays, tomando  cerveza y mirando las entrañas de los animales que cazaba en el bosque.

 

Luego de su primer crimen, ingresó al ejército (convencido por su padre) y fue enviado a cumplir su servicio en Alemania.

Durante ese tiempo llevó una vida sin inconvenientes hasta que cayó otra vez en la bebida y le dieron de baja por los problemas que tenía con el alcohol.

En Septiembre de 1987 conoció en un bar gay a su segunda víctima: Steven Tuoni,  de 24 años.

Dahmer nunca pudo recordar como asesinó al joven en un hotel.  Sólo mencióno que cuando se despertó al día siguiente, salió a comprar una valija grande para guardar el cadáver y se lo llevó a la casa de su abuela.

Allí tuvo sexo con el cuerpo, que desmembró y tiró las partes a la basura. Salvo por la cabeza que hirvió y blanqueó para luego conservarla como una especie de souvenir en su habitación.

Con el mismo procedimiento en los siguientes cuatro años asesinaría a 15 personas.

La mayoría de sus víctimas fueron jóvenes negros que tenían antecedentes penales por robo menores y todos frecuentaban el ambiente gay de Milwaukee.

Su táctica  era siempre la  misma. Los invitaba a su casa  a ver pornografía, les ponía droga en la bebida y los estrangulaba .

Luego, tenía sexo con los cadáveres y desmembraba los cuerpos, aunque siempre conservaba los genitales y las cabezas como trofeos de colección que guardaba en su departamento.

En muchas ocasiones también se comía partes de los órganos, ya que como declaró más adelante, de esa manera sentía que sus amantes formaban parte de él.

Los restos humanos que no usaba los arrojaba en un contenedor de basura que tenía preparado con ácido.

En la últimas imágenes de esta nota pueden ver lo que encontraron los medios de prensa el día

que detuvieron al asesino y entraron a su departamento.

 

Durante estos años tuvo muchos inconvenientes con los vecinos del edificio donde vivía.

El problema era el olor que salía del departamento y el hecho que a la noche se escuchaba el ruido de una motosierra.

La policía no intervino en el tema pese a la denuncia por ruidos molestos.

El 27 de mayo de 1991 su víctima fue Konerak Sintasomphone, el hermano de un chico de 13 años que había abusado un tiempo atrás y por lo que estuvo 10 meses en prisión.

Con este sujeto Dahmer empezó a implementar una nueva técnica. Ahora quería tener su «zombie personal». Así lo describió el psicopáta en su confesión.

Esta vez en lugar de estrangular al joven le hizo un agujero en el cerebro donde le inyectó ácido.  No quería matarlo sino tener el control absoluto del hombre. Un amante silencioso que le hiciera compañía.

Mientras salía a comprar unas cervezas, Konerak logró escaparse desnudo incapacitado de hablar por lo que le habían inyectado en la cabeza.

Cuando la policía lo encontró no entendió lo que el joven les trataba de explicar y lo acompañaron al edificio que les indicaba con señas.  Allí los esperaba Dahmer,  quien le explicó a los oficiales que Konerak era su novio y raíz de una discusión había decidido drogarse.

Para los policía Jeffrey era un tipo bien vestido,  educado y amable que no podía estar mintiendo y dejaron el tema ahí.

Los oficiales veían la situación como una pelea de pareja  y siguieron con su trabajo. Antes ayudaron al joven moribundo a ubicarse en una silla, pero no se molestaron en registrar el departamento, aunque si notaron que había un olor nauseabundo.

Por segunda vez, Jeffrey Dahmer había logrado salirse con la suya.

Konerak fue estrangulado esa misma noche.

Dos meses después,  el 22 de julio de 1991,  el Carnicero de Milwaukee conocería a Tracy Edwards, la última víctima con la que se terminaría para siempre  su vida criminal.

Continuará…

19 comentarios en «Jeffrey Dahmer: El carnicero de Milwaukee»

  • Terrible lo del tipo este.
    Gracias por postearlo, Hugo!

    Abrazo

  • Huff, que duro de leer. Pensar que hay gente tan enferma. Pobre todas las victmas del este HDP pero… pueden imaginarse, el miedo, la impotencia y la seguridad de estar muerto antes de efectivamente dejar de respirar, que tuvo el pobre pibe (Konerak) al ver que sus esfuerzos por defenderse eran totalmente en vano?.
    Siempre me pasa esto, obviamente cuando veo peliculas de terror o lo que sea que este leyendo, nunca es tan terrorifico el dolor que pueda inflingirte la persona que te este atacando si no es la imposibilidad de defenderte.
    Se acuerdan de Wolf Creck (creo que se escribia asi) hay una escena en la que a una mina la dejan tetraplegica, terrible sensacion, y ahi ya no queda mas que resignarte, no podes pelear mas. No se si se entiende lo que quiero decir.

  • Qué terrible lo de la última víctima. Como dice Matías, lo de estar consciente de que ya vas a morir y no poder hacer nada para remediarlo debe ser lo peor.

    Y como te pregunté la última vez: tenés más fotos? jaja esto va a ser un latiguillo!!!

    Un beso, Hugo, publicá la continuación pronto que quiero saber cómo lo agarraron!!

  • no se de donde me suena el nombre de jeffrey daahmer, hay una pelicula, ¿no hugo?
    tremendo el chabon este la verdad que hay que estar mal de la cabeza para hacer cosas asi…

  • Si hay dos películas, pero eso es parte de la segunda parte.

    Arwen: Esta vez puse toda la carne en la parrilla (¿por qué uso este término?) en la primera entrega, pero queda otra imagen interesante.

  • Hugo, tremendo el informe que te armaste.

    Coincido con los chico en que este hombre era realmente perverso en todos los sentidos, pero lo que le hizo a Konerak no tiene nombre, es morbosamente interesante. Y a la vez te da una lástima tremenda por el tipo, que sabía que iba a morir y no pudo hacer nada para remediarlo.

    ¡Que ganas de leer la segunda parte!

    P.D: Las fotos las tuve que tapar con las manos de la impresión que me dabas mientras leía, y eso que me considero un chico de estómago fuerte. Sin embargo, sigo queriendo ver más.
    ¿Cual será nuestro límite morboso?

  • Hugo, simplemente muy interesante. Y si lo redactaste vos, te felicito por la forma de contarlo. Agil, rapido y por sobre todo atrapante, el continurara al final te dan ganas de ir a tu casa a buscarte y obligarte a terminar el relato!!!.
    Y por otro lado, me da un poco de tranquilidad al saber que no soy el unico tipo que le atrapan estas historias, como puede ser la mente humana tan retorcida??
    Saludos y espero el final

  • Lucas: En los ´80 en Argentina hubo una revista muy famosa y popular que se llamaba Esto! que publicaba todos casos policiales con este tipo de imagenes en la tapa!

    No tenés una idea lo que eran adentro las páginas. A lo mejor tus viejos la recuerdan. Fue muy popular y causó polémica.
    Trabajaron periodistas grossos dentro de la especialidad policial.

    Solía verla seguido cuando vacacionaba en Carlos Paz e inclusive la gente la leía en la playa!
    Recuerdo que me aterraban la imágenes, pero por otro lado no podríamos dejar de ojearla con amigos porque se suponía que era algo prohibido que no deberiamos estar haciendo.

    Hoy me cuesta imaginarme a Esto! en la calle. Creo que habría mucho quilombo.

    Estas notas de alguna manera son mi humilde homenaje personal a esa revista escalofriante y las novelas de James Ellroy que suelen describir este tipo de hechos.

    Mi límite morboso lo tengo claro.
    Hace unos años entrevisté a un abuelo cuya hija desapareció en la dictadura y como tenía una buena posición económica pudo hacer su propia investigación para averiguar el destino de la mujer y su nieto.

    La chica estaba embarazada y los mílicos la asesinaron con un rifle de un tiro en el vientre.
    El hombre había conseguido la foto de su hija, donde se veia a la mujer con el estomago reventado y el feto desparramado en el piso.
    Cuando la vi, supe cuál era mi límite.
    Yo era uno de los principales editores de la revista de TEA, la escuela de periodismo donde estudié y estaba convencido de seguir laburando cuando me recibiera en la sección de policiales de algún diario, pero renuncié a esa idea después de ver eso.
    Ver ese tipo de cosas que en la redacciones llegan todo el tiempo todos los días es insoportable.

    Pero sí, creo que todos tenemos un límite que en algún momento descubrimos.

    Diego: Muchas Gracias por el comentario!
    SÍ, la redacción es mía, no es que copio y pego lo que vi en otro lugar.

    La idea un poco es jugar con el estilo de un cuento policial por eso, no cuento los hechos de manera muy lineal y a veces voy y vengo en el tiempo..

    La segunda parte saldrá pronto!

  • Aguante hugo!!! Es la primera vez que escribo pero sigo la página desde hace bastante y entro casi todos los días. Me encantan las notas como estas por ejemplo ya que tengo interés ya desde chico por estas historias verídicas de asesinos. Pero no sé si seré yo pero noto que a algunos le impresionan las fotos pero a mi nada, debe ser que con tantas películas que ví no me generan impresión estas imágenes, jaja no sé debe ser mi costado morboso. Bueno saludos

  • Excelente entonces, te felicito. Como intento de escritor que soy veo que tenes un estilo que me resulta muy interesante. Como te dije antes, simple, agil pero muy atrapante. Tenes que escribir algun cuento, guion o lo que sea y que alguien lo filme!!! Como veras, no puedo evitar cada vez que puedo mencionar que quiero otro tipo de cine por directores argentinos!! Perdon, no lo puedo evitar!!
    Espero el resto de tus cronicas y una vez mas felicitaciones

  • Yo me acuerdo que el año pasado hubo mucho revuelo en mi barrio porque apareció el cadáver de una señora NN que hacía rato que estaba flotando en un zanjón a escasas 2 cuadras de mi casa.
    La habrán encontrado al mediodía, y yo justo volvía del colegio cansadísimo. Todo el barrio estaba aracimado, mirando como sacaban el cuerpo; TODO el barrio, incluídas las chusmas y nenitos chiquitos. Mi hermano, también morboso como yo, me mostró una foto publicada en el diario, y la mina pobre le habían comido la cara las ratas y hasta que no hicieron la autopsia no se supo que era una mujer, todos pensaban que era un hombre (por la hinchazón del cuerpo). Eso me frenó un poco mi espíritu morboso.

    Otro detalle fue que al otro día, cuando venía del cole en micro, accidentalmente un perro se cruzó y el micro lo pisó. Sin mentir ni ser excesivo, al perro lo desparramó todo, es como si hubiera explotado. Fue tremendo y asqueroso, y yo ví cuando el tipo bajó a ver como habia quedado el perro, y la cara que puso fue destrozante. Estaba realmente apenado y asqueado.

  • Me quede con ganas de leer la continuacion! Hugo vivi casi toda mi vida en Carlos Paz y si vas a una de las librerias del centro que esta a media cuadra del lago conseguis las Esto paraguayas por $2! Creo que las vi en varios lados de Cordoba capital y en capital estoy segura que hay en el parque rivadavia.

  • Dioss, Hay q estar muy enfermo para cometer este tipo de atrocidades ! Y pobre Konerak ! debe ser terrible estar en una situacion como en la q estuvo el ! Realmente senti mucha lastima por este pobre muchacho.. va quien no habra sentido lo mismo q yo con todo lo q le paso ! Espero ansiosamente la segunda parte Hugo 🙂 Muy bueno el informe ! Te felicito

  • Que buen dato que me tiraste Oveja!
    Tengo pensado escaparme unos días a Carlos Paz en el verano, así que voy a estar atento.
    Siempre consigo cómics copados en Cordoba.
    En el Parque Rivadavia, no tuve suerte, yo vivo a unas cuadras de la feria (siempre viví en Caballito)pero nadie las tenía y eso que revistas viejas hay a patadas.
    Saludos!

  • bueno el informe, pero en ciertas parte me causo gracia, la policia mas ineficiente que el jefe gorgori, primero lo de el baul del auto, despues que habia ruido de motosierra en la casa y olor moribuando, no importa, no te hagas drama, todo bien, por ultimo lo ven al pibe este desnudo que le hacia señas y no podia hablar y encima habia olor en la casa, pero ni esto basto….
    año 1990, la policia detuvo a dahmer miertas viajaba en su coche por exceso de velocidad, la policia se sorprendio al ver que este llevaba varias cabezas y extramidades en la parte trasera del auto, viajaba alcholizado portando una motosierra con evidentes rastos de sangre y dos caños calibre 36, dahmer aduciendo que estos eran para una fiesta de hallowed y que llegaba tarde pudo proseguir con su andar consiguiendo burlar a los inteligentes policias…..

  • Si te escapas a Carlos Paz pasame a saludar Hugo y te invito unos mates, voy a estar todo el verano recluida en mi casa de la villa.

  • grande hugo!, salpicaste de sangre mi monitor.mi estomago no se afecto en el proceso.casi me causa gracia eso de que el flaco guardaba los pitulines de sus victimas.

  • hola! solo quiusiera decir hooo!son muy fuertes estas cosas me imagino para los padres de las victimas, pero pues claro esta que nunca ballas a la casa de un desconocido y mucho menos tomes o comas algo porque tu no sabes que te pueda pasar, elmundo esta lleno de jente cadavez mas loca y cada quien es responsable de su propia vida y cuerpo verdad,pienso que jeff no obligaba a los mariquitas aque lo acompanaran a su apartamento, pero obio que si ellos aceptaban desde ahi ya estaban muertos,ni modo asi es la vida y ella misma te arrastra a la muerte.

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