La venganza de Pinocho

Las historias de muñecos son realmente desopilantes y representan un clásico del cine clase B.

Probablemente la serie de Chucky y Puppet Masters son las mejores historias de este tipo de filmes.

Sin embargo, La venganza de Pinocho no es para nada una mala propuesta si tenés la intención de morirte de risa con un film bizarro.

Lo mejor de esta producción del director Kevin Tenney es que se atrevió a tomar al   ícono popular infantil, creado por Carlos Collodi, para convertirlo en un asesino siniestro.

El concepto ya de por sí es desopilante y me parece que es imposible pasarla mal con semejante desquicio.

La película se conoció en 1996, la misma época de Tío Sam, donde este tipo de locuras llegaban con mucha frecuencia a los videos clubes.

La trama gira en torno a una abogada que defiende a un hombre acusado de asesinar chicos.  Su cliente le manifiesta que la marioneta de Pinocho que él construyó para su hijo le obligó a cometer los crímenes.

Por supuesto, la Justicia no toma en serio el testimonio y el hombre termina ejecutado.

Jennifer Garrick, la abogad2a, un día se lleva de su oficina accidentamente a Pinocho para su casa.

El dia que se celebra el cumpleanos de su hija la marioneta aparece entre los regalos y la nena se encariña con el muñeco a tal punto que sus padres no se lo pueden quitar.

Con el correr de los días la chica cambia por completo su comportamiento y extraños accidentes comienzan a suceder en torno a la familia Garrick.

Es gracioso porque a Pinocho lo retratan como el Charles Manson de los juguetes. El muñeco en la mayoria de lso casos no es  el autor materiall de los crímenes pero manipula a la gente para que los cometa.

En realidad el film de Tenney juega durante gran parte de la 2trama con la incógnita de quién es realmente el asesino. ¿Pinocho o la nena?

Tengo que reconocer que la marioneta es aterradora por su espontoso diseño. El problema es que el director se tomó demasiado en serio la historia.

Es decir, el tipo que hizo hacer una especie de thriller psicológico, pero la trama es tan ridícula que el resultado final es una comedia bizarra,  con la que yo por lo menos me morí de risa.

Para mí esas son la mejores comedias, la que se suponen que no te tiene que hacer reir.

Creo que James Wan en Dead Silence trabajó con más clase este tema en una película de terror más decente.

Vuelvo con el film de Tenney.

El reparto de niños actrores es terrible y no llama la atención que ninguno volviera a trabajar en el cine.

Aunque hubiera resultado una copia burda de Chucky, creo que La venganza de Pinocho hubiera funcionado mejor si  al muñeco le daban más protagonismo y no perdían tanto el tiempo con la inncógnita de quién es el asesino.

De todas maneras, entre las películas malas que divierten el film es una opción que vale la pena conocer.