Peter Pan de rojo escarlata

Esta era una propuesta con la que yo tenía muchas dudas, ya que la idea de una secuela de un super clásico de fantasía como es Peter Pan, escrito por otro autor,  no me convencía demasiado.

Sin embargo, me llevé una enorme sorpresa con esta novela de la autora Geraldine McCaughrean, quien hizo un trabajo estupendo.

En el 2004 el hospital inglés Great Ormond Steet, que posee los derechos de Peter Pan, donados por el escritor J. M. Barrie en 1929, hizo un consurso abierto a novelistas famosos y desconocidos para crear la secuela oficial del chico que no quería crecer.

Cada artista tenían que enviar un capítulo completo y una sinópsis de la trama. La gran ganadora fue Geraldine McCaughrean, una de las más exitosas y famosas escritoras inglesas.

Geraldine ganó en 1988 la medalla Carnegie y el Guardian Prize, dos de los  más importantes galardones de la literatura juvenil en Europa,  por su novela «A pack of lies» y se consolidó con sus trabajos posteriores como una de las autoras inglesas más importantes de los últimos 25 años.

En Argentina, no sé que sucederá en otros paises de Latinoamérica, nunca se le dio importancia. Lo único que se puede conseguir de ella son muy buenas adaptaciones para niños de clásicos como «El Cid Campeador» y «Los cuentos de Cantebury » de Chauser.

Una de las cosas que me encantó de Peter Pan de rojo escarlata es que captura a la perfección el espíritu de la obra de Barrie a la vez que dirige la historia por un camino totalmente diferente.

Lejos de brindar más de lo mismo, la autora logró que la experiencia de volver al país  de Nunca Jamás sea totalmente distinta y en principio mucho menos alegre.

La trama comienza en Inglaterra en  1926 poco después de la Primera Guerra Mundial con los ex Niños Perdidos y los hermanos Darling ya casados y con hijos.

En los primeros capítulos no enteramos que Michael, el más chico de los Darling, desapareció en la guerra.

Los protagonistas  no la están pasando bien. Todas las noches tienen pánico de irse a dormir ya que al despertarse cada día descubre que los sueños cobran vida y traen elementos de Nunca Jamás a la realidad.

Wendy llega a la conclusión que las bombas de la guerra de alguna manera abrieron un portal con Nunca Jamás y que los sueños y elementos de ese lugar se manifiestan en el mundo real. Es evidente que  Peter Pan debe estar en problemas.

Finalmente la mujer convence a sus hermanos (recordemos que  los ex chicos perdido al final del primer libro fueron adoptados por el matrimonio Darling) de volver a la tierra de fantasía para restaurar las cosas a la normalidad.

No les voy a contar como se hacen chicos otra vez y llegan al lugar, pero si voy a destacar que Nunca Jamas no tiene nada que ver con lo que conocimos en el pasado.

Ahora es un lugar tenebroso con un cielo de rojo escarlata, donde ya no quedan restos ni de piratas ni sirenas quienes desaparecieron misteriosamente.

Los chicos perdidos no existen más y quienes crecieron y fueron desterrados por Peter Pan ahora forman un grupo de psicópatas violentos llamados los Rugientes que sólo desean matar a Peter por todo lo que los hizo sufrir.

Las hadas que antes era amigables ahora se encuentran en guerra y agreden a todo ser vivo que encuentran.

¿Y Peter Pan?

En los primeros parrafos que aparece,  como lector vas a desear entrar a Nunca Jamás para cagarlo a trompadas por pendejo pelotudo.

Su actitud con Wendy y sus viejos compañeros es absolutamente despreciable y en este punto reside lo mejor de la novela.

McCaughrean planteó una secuela donde en la mayor parte de la trama Peter Pan es el principal villano de la historia.   Peter se convierte en el Capitán Garfio y sólo Wendy y los viejos niños perdidos pueden ayudarlo.

El concepto me pareció buenísimo. Por supuesto hay un motivo en particular que explica el comportamiento cruel y violento de Pan.

Leí algunas críticas negativas a esta novela que lograron que me gustara más este libro todavía.

Quienes le pegaron a Geraldine, por las cosas que escribieron, llegué a la conclusión que ni siquiera se tomaron la molestia de leer la obra de Barrie.

Mucha gente hace su crítica desde el recuerdo que tienen del film de Walt Disney, que distorsionó por completo la creación de Barrie, y me parece que ese es un enfoque equivocado.

Disney hizo una gran película pero era una versión mucho más light e infantil de lo que fue realmente la novela original. Peter Pan era un personaje mucho más atormentado y la muerte tenía una presencia fuerte en toda la historia.

Recordemos que el hada Campanita por celos intenta asesinar a Wendy apenas la ve llegar por primera vez a Nunca Jamás.

Garfio no era un villano cómico como en el film de Disney, sino un pirata asesino y realmente aterrador.

Pero bueno, la gran mayoría de la gente cuando piensa en Peter Pan asocia al personaje y la historia con la película animada o lo que es peor todavía con Michael Jackson.

La secuela literaria toma los elementos oscuros que tenía la novela original y los expande en una aventura donde el país de Nunca Jamás es un lugar sumamente peligroso en el que la gente puede morir.

Por otra parte McCaughrean aborda muy bien la temática del crecimiento y sus consecuencias. En esto difiere bastante con Barrie quien atribuía a la infancia el mejor momento de la vida.

Geraldine expresa lo opuesto. Crecer es una experiencia magnífica y eso no significa dejar de lado al niño interior que todas las personas llevan dentro.  Me gustó ese mensaje.

Otro punto interesante es que el estilo de narración es muy similar al trabajo de Barrie. De hecho si lees los dos libros juntos parece que hubieran sido escritos por una misma persona.

Sin embargo, McCaughrean puso mucho de su cosecha y ofrece una experiencia diferente. Eso es genial.

Peter Pan de rojo escarlata es una muy buena historia de fantasía con mucha aventura y misterio y un final realmente tierno y emocionante con el que se cierran varios temas relacionados con estos maravillosos personajes.

A mi la verdad que me encantó. Disfruté mucho la lectura de esta novela y la recomiendo.