Tintín en el País de los Soviets

LA HISTORIA DE TINTÍN: Parte 1.

Es uno de los íconos más importantes que existen en la historia del cómic que con el correr del tiempo se convirtió en un símbolo universal de rebeldía y justicia.

Desde su primera aparición que fue bastante polémica, por cierto,  marcó un antes y un después en el arte de la historieta y sus aventuras tuvieron una enorme influencia en centenares de artistas en todo el mundo como Andy Warhol y Roy Linchtenstein.

Steven Spielberg y Peter Jackson son otros dos claros ejemplos de esto y como fanáticos del personaje, no es una sorpresa que decidieran traerlo de vuelta a la pantalla grande en una gran trilogía de filmes animados escrita por el genial Edgar Wright (Hot Fuzz, Shawn of the Dead).

Trilogía que reunirá una vez más a esa desopilante dupla que forman Simon Pegg y Nick Frost, quienes interpretarán a los despitados detectives Hernández y Fernández.  Mejores  actores que ellos no hay para esos personajes.

Con esta nota doy inicio a una larga serie de informes donde me voy a dedicar a contarles las historias detrás de las aventuras de Tintín.

Esas cosas que no son conocidas por todo el mundo.

Las polémicas, los escándalos, la censura, todo esos temas que mucha gente que a lo mejor leyó alguna vez una historieta o descubrió al personaje a través de esa maravillosa serie animada de HBO de los años ´90 desconoce.

En lo personal soy fanático de este cómic y me encanta la serie animada que daban por cable.

Lo único que no me gusta de Tintín y algo que jamás pude terminar de entender es que el autor se negara a crearle un interés romántico.

Dick Tracy, Flash Gordon, El Fantasma, por mencionar algunos ejemplos, todos tenían novia.

Para Tintín las relaciones no existen y siempre me pareció ridículo.  Inclusive Asterix que durante décadas sólo estuvo acompañado de Obelix encontró una mujer y tuvo hijos.

Tintín siempre anda solo y esto alimentó a la gilada para que cuestionara la sexualidad del personaje.

Para Tintín directamente no existe el sexo ni la relaciones sentimentales. El autor, que nunca se propuso expresar ningún subtexto especial con este tema, explicó en varias entrevistas los motivos por los cuales el protagonista nunca se enamoraba ni había personajes femeninos importantes en el cómic.

Pero eso lo veremos más adelante.

El primer elemento para destacar en esta historia es algo que a mi siempre me llamó la atención.

Un personaje fabuloso que más tarde propagó muy buenos valores a los chicos nació de algo siniestro como es la ideología de extrema derecha.

Tintín fue creado por un gran artista belga llamado George Prosper Remi.

Nacido en 1907 desde muy chico demostró facilidades para el dibujo y durante los primero años de la década del ´20 comenzó a publicar historietas en distintas revistas euopeas.

En 1924 adoptó el seudónimo Hergé con el que sería reconocido como una de las estrellas más importantes en la historia del cómic.

Hergé representaba la pronunciación en francés de la iniciales de su apellido y nombre R G.

En 1925 empezó a trabajar en el diario ultra conservador Le XXeme Siecle como aprendiz de fotógrafo e ilustrador. Alli conoció a un cerdo llamado Norbert Wallez, sacerdote y periodista que se delclaraba abiertamente antisemita y anticomunista y más tarde se convirtió en un famoso colaborador del nazismo.

Por ayudar a los nazis terminaría preso durante cuatro años, período en el que enfermó de cáncer. Hergé y su esposa, Germaine Kieckens, que era la secretaria personal de Wallez, se encargaron de cuidarlo en los últimos años de vida.

Wallez fue un mentor importante para el artista y fue gracias a este bastardo, que odiaba gente simplemente por su religión o ideología política, que nació Tintín.

En 1928 Wallez fundó el sumplemento infantil Le Petit Vingtieme, que era la revista para chicos del diario Le Vingtiem Siecle y el contenido quedó a cargo de Hergé.

En esta revista se publicaron las primeras ocho historias de Tintín que iré reseñando de a poco y que constituyen el período más negro del cómic.

Tintín formó parte de esta revista hasta la invasión alemana de Bélgica en 1940.

Acá nos econtramos con el primer gran Dato Loco.

Las aventuras del periodista más famoso del cómic volvieron a publicarse en 1946, luego de la Segunda Guerra Mundial en una nueva revista fundada por Raymond Leblanc, famoso miembro de la Resistencia!

Las vueltas de la vida. A partir de ahí se iniciaría como veremos más adelante la mejor etapa del personaje.

Entre 1929 y 1930 se publicó la primera historia titulada «Tintín en el País de los Soviets» que fue el trabajo más odiado por el propio autor.

Recién en 1999 los lectores pudimos acceder a este libro gracias a la edición especial que se publicó con motivo del 70 Aniversario de Tintín, ya que hasta ese momento era muy difícil de conseguir debido a que sólo se editaron 10 mil ejemplares.

Hergé siempre se sintió muy disgustado con lo que hizo en esa historia a tal punto que fue la única obra que nunca retocó a diferencia de otros trabajos.

Se estima que un ejemplar original de Tintín en el País de los Soviets actualmente se cotiza a 25 mil euros.

Hoy me voy a dedicar a este libro.

Esta es una obra bastante controversial ya que representa el debut de Tintín con un enfoque que no tiene nada que ver con el personaje que lectores de todo el mundo amaron durante varias generaciones.

El motivo de esto se debe a que Hergé tuvo que desarrollar una historia que le encargó por obligación el sacerdote nazi Wallez.

Tintín en el País de los Soviets es una inmunda propaganda conservadora donde claramente se intentó lavarle el bocho a los más chicos acerca de ese monstruo peligroso que debía ser eliminado del planeta.

Me refiero, por supuesto, a los comunistas.

Tintín aparece como un personaje mucho más violento e inclusive se emborracha y sale de joda por las noches.

Sin embargo, lo peor es que propaga un mensaje muy jodido de odio y racismo a los más chicos, quienes eran el público al que estaba dirigido la historia.

Comparado con los libros que vinieron después este no parece escrito por Hergé y esto se debe a la influencia de Wallez.

El cómic se hizo para despreciar al pueblo ruso con una intolerancia desmedida. Ese era el objetivo.

De hecho, el libro ni siquiera tiene una trama concreta. A Tíntín le encargan hacer una nota sobre la Unión Sovietica y desde el momento en que se sube al tren los rusos intentan asesinarlo para que no publique el artículo.

A continuación vienen una serie de eventos donde se muestra a la gente de ese país desde una óptica sumamente miserable en la que Moscú es retratada como una villa miseria.

El protagonista es testigo como el ejército amanenaza a de muerte a quienes no votan en comicios electorales por el Partido Comunista y la gente muere de hambre por no apoyar al oficialismo.

Hacia el final hay una escena tremenda. Después de mostrar como el pueblo ruso pasa hambre debido al régimen comnunista, Tintín descubre una cámara secreta donde Stalin, Lenin y Trotsky esconden la riquezas que le robaron al pueblo.

Lo peor de todo esto (y el principal motivo por el que Hergé se arrepintió de hacer este libro) es que él no tenía la menor idea de como era la vida en Rusia y construyó la historia a partir de las cosas que le contaban otros ultra conservadores reaccionarios como Wallez.

Aclaro que  tampoco creo que los rusos fueran monjes budistas, pero quiero destacar bien que se nota demasiado que el artista no se documentó a la hora de hacer una crítica a los soviéticos.

El autor tenía veinte y pico de años cuando escribió esto y siempre se sintió avergonzado por este debut de Tintín. Por eso durante años no autorizó su re impresión.

De todas maneras, para mi es un cómic muy interesante porque representa el punto de partida del personaje que más tarde se convertirá en un héroe progresista que lucha contra las injusticias y los conservadores reaccionarios.

Al igual que con el primer numero de Asterix, la imagen de Tintín es bastante diferente a la que el autor le dio luego en obras posteriores.

El dibujo de Hergé en blanco y negro además es mucho más precario y amateur y prácticamente no brinda muchos detalles en sus ilustraciones.

Algo loco es que Milú, el perro y fiel compañero del protagonista,  habla y tiene una participación en la trama mucho más importante. De hecho, el perro es más inteligente que el periodista y lo salva de la muerte varias veces.

En aquel momento los rusos solían afirmar que tenían una economía impresionante en pleno desarrollo y el cómic retrató esto desde la parodia mostrando al páis como un lugar miserable que era dominado por un grupo de asesinos.

Otro Dato Loco es que El país de los Soviets presenta la única historia donde podemos ver un maldito artículo escrito por Tintín!

El pibe es periodista pero jamás se lo vio escribiendo una nota o trabajando en un reportaje. Tintín siempre está al pedo y se mete en problemas porque no tiene otra cosa que hacer.

Pese al malestar que causó en otros paises de Europa esta historia, el cómic recién comenzó a ser reconocido por la gente en el siguiente libro, «Tintín en el Congo» que fue mucho más controversial todavía.

De hecho, en el 2007 organismos de derechos humanos protestaron en Europa para que el libro no se venda más en las librerías.

Aunque de eso me encargaré en la próxima entrega. No se la pierdan que es un tema interesante.