La macabra historia de Ed Kemper
SEGUNDA PARTE.
Luego que decapitó a su madre, Ed Kemper tomó la cabeza y la depósito en la mesa del living.
Se sentó en una silla y por primera vez en su vida descargó todo lo que tenía dentro desde su infancia.
Expresó lo que le molestaba, las cosas que le hacían sentir mal y todo esos hechos que atormetaron su niñez y no quería volver a vivir.
Una maravillosa sensación de alivio lo invadió porque había logrado conversar con su madre sin discutir. Clarnell Kemper finalmente lo escuchó. No hubo juicios ni reproches y Ed se sintió feliz porque habían podido comunicarse.
Una pesada y enorme mochila había desaparecido de sus hombros.
Estaba tranquilo y en ese momento comprendió que las matanzas ya no tenían más sentido. Tomó unos dardos y pasó las siguientes horas prácticando su puntería sobre la cabeza de la señora Kemper.
Si la policía encontraba el cadáver era muy probable que el quedara como principal sospechoso. Decidió llamar a la mejor amiga de su madre con quien nunca se había podido llevar bien.
En su mente la mujer era el cebo perfecto para generar confusión en la escena del crimen.
Sally Hacket llegó a la casa de los Kemper aquel domingo de Pascuas de 1973 con la idea de pasar una tarde entre amigos.
Ed la recibió y sin dar muchas explicaciones comenzó a golpear salvajemente a la mujer. Luego la estranguló y la desvistió para depositar el cuerpo en la cama donde se encontraba el cadáver decapitado de su madre.
Pasó la noche acostado con los dos cuerpos a los que violó hasta quedar agotado. Antes de irse de la casa también decapitó a la señora Hacket.
Tomó el auto de la mujer y abandonó el lugar con destino a Colorado.
Durante el viaje se topó con una terrible decepción ya que en ninguna radio informaban sobre los asesinatos. Una vez más su obra era ignorada. Con los crímenes anteriores ni siquieran habían avanzado en la investigaciones.
Era un fracaso difícil de soportar. Se detuvo en la ruta cuando encontró un teléfono público. No quedaba otra que darle una mano a la policía, tal vez de esa manera dejarían de estar estancados en el caso. Conocía un teniente amigo que sabría escucharlo.
Edmund Emil Kemper III había nacido el 18 de diciembre de 1948 en una familia de clase media.
La vida le había dado la virtud de ser un superdotado. Desde muy pequeño demostró un desempeño brillante en la escuela donde superaba claramente al resto de sus compañeros.
Sin embargo, su comportamiento retraido y la mala educación familiar a base de insultos y golpes por cualquier tontería que el chico cometía fueron aniquilando su autoestima.
En su preadolescencia comenzó a tener comportamientos extraños a los que nadie le prestaba atención. Solía excitarse con las muñecas de sus hermanas que usaba para masturbarse y luego decapitaba.
El divorcio de sus padres fue un golpe emocional que lo descolocó por completo y nunca pudo superar. Siempre le hechó la culpa a su madre por la separación.
Sus extrañas conductas y las constantes peleas generaron que la señora Kemper enviara Ed a vivir con su padre.
Al enterarse que el hombre había iniciado una nueva vida con otra mujer la relación entre ellos se tornó imposible.
El señor Kemper entonces delegó la custodia en sus padres.
La relacion con los abuelos, Edmund y Maude, también fue difícil y el joven depositó toda la bronca que tenían por su madre en la abuela.
El 27 de agosto de 1964 Ed tomó un rifle que le habían regalado en la Navidad pasada (peor regalo imposible) y se puso a cazar pájaros en el rancho donde vivía, en North Fork, California.
Maude era una autora de libros infantiles y aquella tarde le daba las últimas correcciones a su nuevo trabajo.
Nunca estuvo de acuerdo con regalarle al muchacho un rifle de caza y no podía soportar que su nieto se divirtiera matando animales. Maude puso al joven en su lugar y le advirtió que no volviera disparar a los pájaros otra vez o terminaría castigado.
Ed ya no soportaba las quejas de la vieja, aunque decidió no discutir. Se dio vuelta y le voló la cabeza de un disparo.
Su primer asesinato fue impulsivo. No se había levantado aquel día de la cama con la idea de matar a su abuela, pero ahora estaba en problemas.
¿Cómo se lo explicaría a su abuelo?
El señor Kemper jamás llegó a comprender lo que ocurrió. Al regresar de la verdulería del pueblo no notó nada anormal en el rancho y cuando se bajó de su auto un disparo en la cabeza terminó con su vida.
Ed escondió los cuerpos en la casa sin saber que hacer. Llamó a su madre y le contó lo que había hecho con sus abuelos.
Clarnell llamó a la policía y su hijo fue detenido por los homicidios.
Tenía 15 años y la policía había quedado shockeada por la sangre fría del joven que no expresaba ningún tipo de emoción por lo que había cometido.
Le diagnosticaron un severo caso de esquizofrenia y paranoia y terminó internado en el Hospital Mental Estatal de Atascadero.
Entonces comenzaron las sorpresas, Ed Kemper no era un paciente más.
Los doctores descubrieron que el chico era literalmente un genio y dejó a todo el mundo sorprendido en los distintos exámenes psicológicos que le hicieron.
Para la fecha que cumplió 21 años Ed ya trabajaba junto con los doctores del hospital en los casos de otros pacientes. No tenía inconvenientes en hacerles creer a los directivos de la institución que era un joven recuperado y estaba dispuesto a recibir una segunda oportunidad de la sociedad.
Un talento como el suyo no podía ser desperdiciado y enseguida consiguió la libertad.
Claro que su apariencia de persona equilibrada era una pantalla que construía astutamente. Dentró de él el rencor hacia su madre seguía intacto y los deseos de experimentar el sexo con mujeres muertas cada vez eran más fuertes.
20 de abril de 1973.
La policía no lo podía creer. Un hombre que era amigo de muchos oficiales era el responsable del horror que había mantenido aterrada a la comunidad de Santa Cruz.
Ed Kemper se convirtió en el asesino serial más cooperador en la historia del crimen.
Con total precisión describió cada uno de sus asesinatos y ayudó a la policía a buscar los cadáveres.
Por esas cosas de la vida que no tienen explicación Ed terminó encerrado en la celda conjunta a la que se encontraba el hippie psicópata Herbert Mullin, otro peligroso asesino serial que habían logrado detener.
Enseguida tuvieron que separarlos ya que Ed se puso como loco y acusó a Mullin de haberle copiado los lugares para enterrar cadáveres. Un desquicio absoluto.
El jucio de Kemper comenzó el 23 de octubre de 1973.
Ed intentó matarse dos veces pero fracasó en ambas oportunidades. Durante el proceso surgió la escalofriante revelación que el asesino solía comerse las partes desmembradas luego que mutilaba los cuerpos.
Lo más increíble es que los psiquiatras que lo evaluaron lo declararon sano y alegaron que el hombre tenía clara conciencia de cada acto que cometió.
Los asesinatos de la chicas fueron premeditados, siempre fue consciente que lo que hacía estaba mal y lo disfrutaba.
Finalmente lo encontraron culpable por todos los homicidios y terminó condenado a cadena perpetua.
Ed pidió que le aplicaran la pena de muerte pero como estaba suspedida en ese momento recibió la prisión defintiva sin posibilidades de salir en el futuro.
Kemper se convirtió en un prisionero modelo de la legendaria prisión de Folson, inmortalizada en la música por Johnny Cash, y él mismo declaró en más de una oportunidad que no estaba listo para convivir en la sociedad pese a que su conducta era excelente.
En los años siguientes colaboró muchísimo com el FBI, cuyos pisquiatras lo definieron como el asesino serial más brillante del siglo 20 por su capacidad mental y manejo de la psicología.
Gracias al delincuente y su extrema cooperación el FBI pudo perfeccionar la elaboración de los perfiles criminales que permiten comprender como funcionan la mente de este tipo de psicópatas y mejorar las técnicas de investigación.
Inlclusive participó en la elaboración de entrevistas para asesinos seriales que permitieron ahondar más en la manera de pensar de esta clase de personas. Una herramienta muy importante para acelerar la busqueda de criminales.
Ed Kemper actualmente se encuentra encerrado en la Prisión Estatal de Solano, en Vacaville, California.
Esta historia fue adaptada al cine en el 2008 en una patética película realizada para el dvd, con actores desconocidos, que poco tuvo que ver con los hechos reales.
En 1974 el asesino dio una entrevista a una revista que conmocionó a los Estados Unidos.
El periodista le preguntó ¿qué piensa ahora cuando ve una chica linda caminando por la calle?
La respuesta de Kemper fue contundente: » Una parte de mi dice wow, me gustaria conocerla y salir con ella. Otra parte de mi se pregunta cómo se vería su cabeza clavada en un palo».
Ja, no perdió las mañas.
Probablemente sea porque estoy leyendo Watchmen, pero mientras leía la parte que habla de su inteligencia y de cómo sobresalía tanto en el colegio como en la institución psiquiátrica, no pude menos que acordarme de Rorscharch que era algo así, muy brillante pero bastante inadaptado. Qué se yo, mis neuronas funcionan así a veces.
En fin, qué bueno que volvieron estas notas!
Muy interesante, really.
Saludos!
Excelente como siempre estas cronicas!! Ya se extrañaban!! Parece mentira con tantas historias reales que tiene el cine para hacer buenas peliculas, como fue el caso de Zodiac, siguen empeñados en hacer remake de la remake que en el 90 % de los casos son malisimas! jeje.
Buenisimo texto Hugo! Muy interesantes estas historias! Muchas gracias por compartirlos!
«Se dio vuelta y le voló la cabeza de un disparo…»
Genial, escalofriante, pero genial
Me sorprendio todo lo del fbi, no los tenia haciendo tratos con psicopatas.
hugo ¿vas a hacer el informe del asecino hippie?
No son tratos, se trata de entrevistas largas que permiten indagar más las mentes de estos tipos. Los asesinos no ganan nada a cambio.
Sí el hippie psicópata es probable que sea la próxima historia.
Uh terribleel final!! Sabes a que me hizo acordar la colaboracion del tipo?? a Hannibal Lecter, se me vino inmediatamente eso a la cabeza.
Excelente Hugo, muy bueno.
felicitaciones y aguardo la historia del hippie asesino.
Sí, no sería nada raro que Thomas Harris que trabaja en sus novelas con hechos reales, se hubiera inspirado en esta historia para esa faceta de Lecter.
Las similitudes son más que elocuentes.
Saludos!
Muy buena nota Hugo. En la foto se lo ve gigante, no se si es por el ángulo en que fue tomada, o por la altura de las otras personas que aparecen en la imagen, pero es terrible!. No había forma de que ninguna mujer se pudiera defender de él. Incluso muchos hombres tampoco hubieran podido hacer nada.
Muy bueno Hugo!
Saludos!
Muy interesante la historia. Terrible personaje, parece mentira que existe gente asi. La respuesta a la ultima pregunta donde contesta lo de la cabeza de la mina en un palo, creo que lo cita Christian Bale en America Phyco, pero dice que lo dice Ed Gain. Saludos!
Me he quedado en estado de schok; leyendo estos horrendos crimenes; y pienso hasta donde puede llegar el ser humano. Lo que me gustaria saber es si se ha rregenerado este lastimoso mounstruo. y que presentaran su foto actualmente cono se ve. Seria bueno actualizar la ubicacion de estos criminales. y que es de su vida actualmente. Tambien seria bueno que en sus ultimos dias se le aplicaran castigos severos, como torturas; para que experimente en carne propia lo que es el dolor fisico. Probablemente este muchacho nunca tubo educaion religiosa.
Sasha: …»Tambien seria bueno que en sus ultimos dias se le aplicaran castigos severos, como torturas; para que experimente en carne propia lo que es el dolor fisico. Probablemente este muchacho nunca tubo educaion religiosa»…
Estás hablando en serio!??!?
En el 90 por ciento de los casos de asesinos seriales que trabajé hasta ahora, una cualidad que los une a todos es que justamente fueron criados por sus familias bajo dogmas religiosos.