Regina Spektor en el Gran Rex

Lo primero que llama la atención de Regina Spektor cuando la ves en vivo es que ella es exactamente como sus canciones.

Es decir, tierna, rara, dulce y apasionante.

Con un Teatro Gran Rex totalmente colmado la cantante cerró su primera visita a Buenos Aires.

Después de leer la reseña de la revista Rolling Stone sobre este concierto llegué a la conclusión que la carrera de Ciencias de la Comunicación es la alternativa  ideal para la gente que no sabe que carajo hacer con su vida.

Estudiás eso o letras y después escribís boludeces en Rolling Stone tratando de emular patéticamente a Cameron Crowe, con un montón de términos literarios que dan vueltas y vueltas (eso es re Rolling Stone) pero en el fondo no dicen nada, ya que la persona que escribe no tiene idea que decir como si no hubiera estado ahí presente.

Las huevadas que leí me alentaron hacer mi propio comentario del show de anoche.

Me quedó la sensación que Argentina debe haber sido una experiencia loca para una artista con la personalidad que tiene Regina, quien no está acustumbrada a la euforia excesiva del público en sus shows.

Es muy probable que esto le pase también en Brasil este fin de semana.

Si revisás en You Tube sus presentaciones en vivo el público no participa demasiado y se limita a aplaudir cuando termina un tema.

En Buenos Aires las cosas funcionan distinto.

Desde que puso un pie en el escenario la mayoría de la gente ( especialmente chicas jóvenes que le gritaban como lesbianas desesperadas por llevarse a la amiga rusa a la cama) estaba totalmente desaforada.

Para alguien que es tímido y no está acostumbrado a este publico enfrentarte a un Gran Rex  en esas condiciones puede ser un poco intimidante.

En la presentación de anoche hizo dos canciones menos que el primer show del miércoles y vaya uno a saber si esto habrá tenido que ver. De hecho, no llegó a presentar a los músicos que la acompañaron y las palabras que dijo al final fueron imposibles de escuchar debido al griterío.

Lo bueno es que durante el show los temas los podías escuchar tranquilo.

Con 20 minutos de retraso Regina entró al escenario cerca de las 22 horas, acompañada por David Heilman (batería), Joseph Brent (violín) y Yoed Nir (cello).

A lo largo de una hora y media Regina puso toda la carne al asador y recorrió grandes temas de su repertorio.

El comienzo fue con «Folding Chair» y «Eet» donde percibís enseguida que no necesita más músicos en escena que los artistas que la acompañan.  Su voz y el piano son los grandes protagonistas.

Durante el segundo tema se volcó encima el té que tenía cerca del piano y el show se dutuvo un instante mientras un asistente limpiaba el asiento y el piso.

Regina la piloteó con humor como los dioses y enseguida arremetíó con una TREMENDA versión de «Blue Lips», que era una canción que deseaba escuchar y no hizo el miércoles. Tengo una foto mental de ese momento que va a se difícil de olvidar.

Este tema en vivo es mortal y totalmente emotivo.

Cuando te habías recuperado de ese momento te soprende con «Saylor Song» que no venía haciendo en sus últimas presentaciones en otros países y también suena espectacular en concierto.

A partir de ese momento el show se puso totalmente apasionante y continuó con «Machine» «Laughin With», «One More Time With Feeling»,  «Better» (me encantó el trabajo del baterista en esta versión en vivo), «On the Radio» y «Two Birds».

En la mitad del show abandonó el piano y se acercó a un organo para interpretar «Dance Anthem of the 80´s «.

Luego los músicos de la banda la dejaron sola en el escenario y Regina acudió esta vez a la guitarra eléctrica donde brindó una muy buena versión en tono de jazz de «Bobbing «For Apples» y «That Time«.

La última parte del espectáculo siguió con «Après Moi«, «Human of  The Year» , «Summer in the City», «Man of a Thousand Faces» y para sorpresa de muchos de los que estuvimos ahí «Poor Little Rich Boy» donde se acompaña ella misma en la percusión golpeando una silla con un palo de batería.

En otros países donde se presentó hace poco tampoco hizo este tema.

Luego de un breve intervalo donde se venía abajo el teatro de gritos y aplausos, Regina volvió con toda la banda para cerrar el show con tres temazos tremendos como «Sanson» (genial el clima que crearon los efectos de iluminación durante esta cancíon), «Us» y el gran final con «Fidelity«.

El miécoles hizo una más y se despidió con» Hotel Song».

Cambió un poco las canciones en los dos shows.  Anoche agregó «Blue Lips» y «Summer in the City» y el miércoles en cambió hizo «The Call», «Music Box» y «Silly Eye Color Generalization» a capela.

Más allá de las variantes los espectáculos fueron increibles y nadie que siga a Regina Spektor pudo salir decepcionado.

La verdad que fueron dos noches grandiosas.

Un gran visita de este 2010 que no me sorprendería que volviera pronto debido a la tremenda convocatoria que tuvo.

Un momento del show de anoche con «Better».

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=tZTluMMY7uc[/youtube]