La tumba de Drácula
Fuera del género de superhéroes La tumba de Drácula fue una de las grandes joyas de Marvel, junto con The Nam y G.I. Joe.
El terror en la historieta norteamericana había tenido su gran apogeo en la década del ´50 con títulos como Cuentos de la Cripta, The Vault of Horror y Creepy.
Estas revistas eran muy populares hasta que apareció un siniestro pisquiatra llamado Fredric Wertham, quien inició una campaña mediática contra los cómics, a las que consideraba un instrumento de perversión de la juventud.
De acuerdo a este sujeto, la delincuenia juvenil existía porque los pibes leían estas revistas que fomentaban la violencia.
Una estupidez enorme que tuvo un tremendo golpe en este arte.
Principalmente en los géneros de terror y policiales que eran los más criticados. Lo cierto es que a raíz de esta polémica se creó en Estados Unidos el Comic Code of America, que regulaba los contenidos de violencia en las historietas, algo que existe en la actualidad, aunque ya no es tan rígido como antes.
Lo cierto es que este código de censura perjudicó muchísimo a las revistas de terror que al brindar contenidos más livianos fueron perdiendo lectores y eventualmente desaparecieron.
Marvel, con la dirección de Stan Lee, fue una editorial que combatió el famoso código y se animó a cruzar los límites con la creación de Morbius, el vampiro viviente, que apareció en la revista de Spiderman en 1971 , en un momento donde los vampiros estaban desaparecidos de las historietas.
El personaje tuvo muy buena repercusión en los lectores y esto fue un gran impulso para que surgiera uno de los cómics más importantes de la década del ´70.
Así fue que en la editorial decidieron revivir a Drácula, el memorable personaje de Bram Stoker, con su propia publicación.
La trama giraba en torno al regreso del famoso villano en plena década del ´70 y un grupo de cazadores de vampiros integrados por Quinci Harker, hijo de John y Mina Harker; Rachel Van Helsing, nieta de Abraham Van Helsing y Frank Drake, descendiente de Drácula, que se veían involucrados en distintas aventuras para acabar con el famoso ícono de Transilvania.
Gerry Conway, legendario artista de Marvel fue el encargado de escribir la trama inicial en abril de 1972 y hasta los primeros seis números pasaron por la revista varios escritores como Archie Goodwing (editor de la legendaria Creepy y uno de los creadores de Spiderwoman) y Gardner Fox.
Sin embargo, La tumba de Drácula se convirtió en un éxito a partir del número 7 cuando Marv Wolfman se hizo cargo del guión.
El cómic resultó todo un fenómeno entre los lectores y llegó a publicarse hasta 1979, donde cerraron la historia con el número ´70.
Gene Colan, reconocido ilustrador de Daredevil fue el responsable del arte de la revista, que presentó a un Drácula inspirado por el rostro de Jack Palance.
Durante el trancurso de la serie, el famoso vampiro logró convertirse en un personaje importante del universo de Marvel y con el tiempo terminó apareciendo en otra publicaciones como Spiderman o X-Men.
Lo interesante de la revista es que el personaje no era un villano tonto, sino un ser sumamente impredecible.
A veces era el malvado principal de una historia, en otras ocasiones ocasiones tenía un rol secundario einclusive ayudaba a los cazadores de vampiros a combatir a otros seres diabólicos.
A partir del momento que Wolfman se hizo cargo de los guiones la revista se puso más interesante.
El número diez se terminó convirtiendo en una de las historias más importantes de la serie, ya que hizo su debut el famoso caza vampiros Blade, que más tarde tendría su propia revista, a raíz de los seguidores que consiguió en esta historieta.
Blade, cuya apariencia estuvo basada en Jim Brown, ícono del Blaxploitation en el cine y ex jugador de fútbol américano, originalmente fue concebido como un personaje secundario, pero con el tiempo y la buena respuesta de los lectores cobró más notoriedad.
El cazador de vampiros en 1998 tuvo su propia película con Wesley Snipes, que dio inicio a una nueva era, dentro de las adapataciones de historietas en la pantalla grande.
En estos últimos años, Blade y Dracula se enfretaron un par de veces en miniseries que evocaron este importante cómic de la década del ´70.
La tumba de Drácula volvió a ser reeditada bajo la colección Marvel Essential, pero con censura, ya que se eliminaron escenas de desnudos en algunas historias.
La típica pacatería yankee que no tiene ningún tipo de fundamento. De acuerdo al editor de Marvel, Dan Buckley, esta decisión tuvo que ver con el hecho que no querían que la colección Essential se desvirtuara con ese tipo de contenidos.
Marvel recibió muchas críticas por esto, ya que si esos cómics se editaban sin problemas en los ´70 no había justificación para que hoy no se hiciera lo mismo.
Sobre todo cuando las escenas de desnudos tampoco eran para tanto.
En fín, un gran cómic que marcó una época en la historia de esta editorial y recomiendo conseguir a quienes les guste este género.
muy groso, yo comence a leerlo el año pasado y tengo que retomarlo,eso si en blanco y negro se consigue en español,aunque no es tan malo ya que se aprecia mejor el dibujo asi.