Pyongyang: Un viaje a Corea del Norte
Un cómic brillante que ningún amante de este arte debe desconocer.
Pyongyang: Un viaje a Corea del Norte es una obra maestra reciente dentro del género de autobiografía que representa el mejor documental que se hizo sobre este particular país que vive aislado del mundo.
Se trata de esa clase de novelas gráficas que cuando la terminás de leer se la querés recomendar a todo el mundo.
Esta joya fue realizada por el artista canadiense Guy Delisle, quien por una cuestión de trabajo hace unos años tuvo que vivir dos meses en Pyongyang, la capital de Corea del Norte.
Delisle es un profesional de los dibujos animados y viajó a ese lugar para trabajar en una adaptación animada del Corto Maltes, célebre cómic de Hugo Pratt.
El libro narra lo que fue su bizarra y terrible experiencia dentro de una nación que vive desde hace década bajo un brutal régimen dictatorial y mantiene a su población controlada como si se tratasen de androides.
Pyongyang es un cómic muy fuerte porque su autor te hace reír por el humor con el que se toma las cosas que vivió, pero durante la lectura de esta obra te das cuenta que reís para no llorar, porque es muy doloroso ver como un grupo de hijo de putas vienen arruinando generaciones de coreanos desde hace mucho tiempo.
Se trata de un país donde esta prohibido pensar o tener una ideología diferente a la que impone el régimen totalitario, de una de las naciones más cerrradas del mundo.
Lo que retrata el autor básicamente es que la novela de George Orwell, «1984″ se hizo realidad y existe en ese país.
Uno de los aspectos más impactantes de este cómic es que no se trata de una historia de ficción, sino que Delisle te cuenta en detalle lo que vivió él personalmente.
Por ejemplo, cuando llegás al aeropuerto de Pyongyang el guía turístico te recibe con un ramo de flores. El tema es que la flores no son para vos, sino que te las dan para que las deposites en el momumento del Presidente Eterno de la República, también conocido como Gran Líder, Kim Il-Sung, quien murió en 1994.
Sólo después que le dejaste tu ofrenda al magnánimo ex gobernante te llevan al hotel, donde obviamente no tenés contacto con la gente de ese país, ya que a los extranjeros los agrupan todos juntos en tres complejos de hoteles.
Si durante el viaje te llevás algún libro, al llegar al aeropuerto se lo tenés que dar a tu guía que debe analizarlo para hacer un informe sobre el material que estás leyendo.
Eso me pareció realmente tremendo y aunque el autor genera algunas situaciones humorísticas, estas cosas que te cuenta realmente trasmite esacalofriós.
Un dicho popular dice que la culpa de estos desastres no «la tienen las ideologías, sino quienes la llevan adelante» y Corea del Norte es el mejor ejemplo de ello.
El pérfil de sus líderes políticos no es muy diferente al de los fundamentalistas religiosos o los nazis que solo admiten una sola visión de la cosas, que es la que imponen ellos.
En Cuba, que es otro país complicado, al menos tenés disidentes, en Corea del Norte eso no existe porque el lavado de cabeza que se les hace a sus habitantes desde que nacen es tan grande que acaban con toda posible oposición.
El cómic retrata con mucha precisión la vida cotidiana que se desarrolla en ese país, la obediencia irracional de sus habitantes, el tremendo aparato de propaganda con el que manipulan a la gente, inclusive a los niños, dentro de un lugar opresivo donde ni siquieta existe el alumbrado nocturno.
Pyongyang es esa clase de obras que honran el arte del cómic y brinda una tremenda lectura para compartir y discutir sobre los temas que toca.
Como siempre digo, está buenísimo el género de superhéroes, pero llega un momento en que tenés que abrir un poco la cabecita y prestar atención a las cosas que se hacen fuera de ese subgénero que son soberbias y merecen la pena ser difundidas.
Pyongyang: Un viaje a Corea del Norte ya tiene reservado un lugar en mi top ten de este año.
Pregunta casi fundamental…esto se consigue en algun lugar en la Republica Argentina ??? y en español???
donde lo puedo conseguir?
Pyongyang junto a MAUS son los mejores comics que he leído en mi vida, la verdad que luego de éstas nunca pude volver del todo al genero de Comics y Mangas pochocleros.
De Guy Delisle están excelentes también: Crónicas Birmanas y Shenzhen, que tienen la misma onda «documental» pero mas light.
Sí, claro que se consigue. Es más puse la cubierta de la edición en español en la primera imagen para que lo identifiquen sin problemas.
La revistería, es una librería de cómics, que trabaja mucho con este tipo de materiales. Ahí lo encontrás seguro.
Gracias Hugo, en mis diarias excursiones laborales a Capital, me hare una escapada para conseguirlo.