The House That Dripped Blood

Amo las historias de casas embrujadas.

En cualquier formato que se presenten, ya sea a través de libros, cómics o películas.

Me gustan las tramas en las que la casa es el ente maléfico y no un demonio que vive en ese lugar y se apodera de la gente.

Ya saben, la casa embrujada posta.

Esos lugares que podemos encontrar en casi todos los barrios. Cerca de donde yo vivo, en la zona por la que suelo sacar a pasear a mi perro hay una casa antigua magnífica, que parece salida de una producción de la Hammer.

Tendría que sacarle una foto para que la vean porque parece de película. Trabaja un abogado que se parece a Lex Luthor y al que sólo pude ver una sola vez en tantos años. El lugar es mortal porque desentona con el resto de las casas y edificios de esa manzana.

Un lugar ideal para hacer un film de horror.

Todo esto tiene que ver con que el fin de semana pasado, mientras me detenía junto a mi perro (para variar) como un nabo a contemplar mi «casa embrujada» e imaginarme que harán ahí adentro (¿por qué nunca se ve a los dueños y el jardín está tan descuidado?), me acordé de esta joya del cine de terror sobre la que no había escrito.

The House That Dripped Blood es un tremendo film clásico de casas embrujadas.

Una de las más logradas producciones de la célebre productora inglesa Amicus (la misma de Cuentos de la Cripta), que se especilizó en brindar grandes antologías de terror.

Esta producción de 1970 contó con un reparto de lujo donde se destacaron Christopher Lee, Peter Cushing, Denholm Elliott (el doctor Marcus Brody en la saga de Indiana Jones), John Pertwee, conocido actor de la serie Doctor Who, e Ingrid Pitt, famosa actriza de este género en los años ´60 y ´70.

Conocida sobre todo por sus roles de vampira que interpretó en Countess Dracula y The Vampire Lovers.

Todos artistas de primer nivel que solían trabajar para esta compañía.

Lo que me encanta de este film es que presenta cuatro relatos de horror donde la gran protagonista es una misteriosa casa de aspecto siniestro.

Un detective de Scotland Yard investiga la desaparición de un actor famoso, sobre el que nunca más se supo nada luego que alquiló esta vieja casa de campo.

El policía empieza a investigar el lugar y al tomar contacto con la comisaría de la zona descubre otros hechos extraños que ocurrieron en ese lugar.

Ese es el disparador para las cuatro historias  que se narran a continuación.

Todas las tramas tienen en común que los personajes viven cosas terribles desde el momento en que se instalan en ese lugar.

Hay un escritor de novelas de terror que es acechado por un personaje psicópata que él mismo creó; dos amigos que se obsesionan con un museo de cera al descubrir que una figura es una mujer que ellos conocieron; un extraño viudo (Christopher Lee) que por razones misteriosas le tiene prohibido jugar a su hija con muñecas y un actor que la pasa mal en la casa mientras filma una producción de vampiros.

Los cuatro argumentos son adaptaciones de cuentos de Robert Bloch, el autor de Psicosis, quien trambién trabajó en este film como guionista.

Lo gracioso de esta propuesta es que a diferencia de lo que insinúa el título no hay escenas sangrientas.

Es un film que sobresale por los excelentes climas y ambientaciones de misterio que creó el director Peter Duffell con su narración y la soberbia y escalofriante música de Michael Dress.

El tipo logra hacerte creer que esa casa está maldita.

The House That Dripped Blood tuvo muy buenas criticas cuando se estrenó en su momento y hoy es un clásico del género entretenido.

Un época gloriosa del terror inglés donde trabajaban artistas muy prestigiosos en estos filmes.

Esas cosas hoy se perdieron y por eso hace mucho que no tenemos un estreno decente de horror en los cines.

Si nunca la vieron recomiendo que busquen este clásico.

El trailer original.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=sOr_nQjsqBw[/youtube]