Para ver en Netflix: Túnel al Infierno

Super clásico de los ´80 que nos pegó unos cuantos sustos a quienes éramos chicos cuando se estrenó en 1987.

Me encantó encontrar esta película en la programación de Netflix porque le tengo un enorme afecto ya que fue uno de los primeros filmes del género que vi.

En esa época uno era más susceptible a estas cosas y por eso muchas escenas de esta producción quedaron grabadas en mi memoria cinéfila.

El primer elemento especial que tenía Túnel al infierno (The Gate ) es que era una propuesta de horror protagonizada por chicos.

Algo similar a lo que fue también The Monster Squad, que se conoció ese mismo año, con la diferencia que aquella propuesta era un poco menos oscura.

Túnel al infierno estuvo protagonizada por quien es en mi opinión un actor muy subestimado de Hollywood como Stephen Dorff, quien debutó en el cine con este primer rol protagónico cuando tenía 14 años (aunque parece más chico), si bien ya venía trabajando de antes.

Me gusta como trabaja Dorff, especialmente cuando hace de villanos, que son roles donde se destaca muy bien.

Es muy loco ver este film de nuevo porque acá es un pibito y uno hoy asocia a Dorff con los filmes que hizo como adulto.

En este caso  interpretó a Glen, un chico que descubre junto a su mejor amigo nerd y metalero, Terry, que en el patio de su casa se esconde una puerta al Infierno.

Los padres del chico tienen que viajar y dejan a Glen al cuidado de su hermana mayor, interpretada por Kelly Rowan, conocida por la serie The O.C. 

Cuando Glen y su amigo accidentalmente abren el portal mientras su hermana celebra una fiesta en la casa, una horda de demonios invade el barrio donde viven para sacrificar humanos con el objetivo de aumentar su poder y conquistar el mundo.

La película tenía cierta influencia de los relatos de Lovecraft que en este caso se combinó con las historia de R. L. Stine («Escalofríos«) que tenían esta onda y eran furor por aquellos días.

Tunel al Infierno tenía muy buenos momentos de suspenso que se potenciaron por la excelente música de Michael Hoening (The Blob) y J.Peter Robinson (El regreso de los muertos vivos 2), quienes contaban con experiencia en este género.

Los efectos especiales fueron diseñados con animación stop motion y los monstruos y demonios que aparecían en la trama recordaban bastante a las criaturas fantásticas del artista Ray Harryhausen.

La segunda mitad del film que se concentra a pleno en la acción es tremenda y el director Tibor Takács presentó muy buenos momentos de horror que lograban asustarte si eras chico.

El diseño de producción y la puesta en escena que tenían esas secuencia estuvieron muy bien logradas para ser un film que tuvo un presupuesto de apenas 2 millones de dólares.

En 1987  Tunel al Infierno pese a no ser un hit taquillero tuvo un éxito moderado e hizo algo de dinero en los cines, pero la película se hizo mucho más popular y famosa cuando llego al video y se empezó a pasar por la televisión.

El director Takács en 1990 hizo la secuela sin Stephen Dorff, que se centraba en Terry, el nerd metalero.

Sin embargo el film no fue bien recibido y no tuvo la misma repercusión que la historia original.

Un clásico de los ´80 que después de tantos años se disfruta a pleno y recomiendo ver a quienes no la conocen.

Pueden encontrar Túnel del Infierno en la sección «Terror» de Netflix.

Este es el avance.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=ZOX6-Rw5PWc[/youtube]