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Anne, la de la isla

imagesProbablemente la mejor historia romántica que leí en mi vida.

Anne, la de la isla, es la tercera entrega de la saga de Lucy Montgomery con la famosa pelirroja de la literatura que una vez más me sorprendió gratamente.

Si llegaste al tercer tomo es obvio que ya te enganchaste con la trama y los personaje y con cada entrega uno se va encariñando más con los personajes.

No deja de ser increíble que estos libros que fueron escritos a principios del silgo 20 trabajen las historias de amor con más realismo, emoción y romance que muchos bodrios que se publican hoy en día.

Lucy Montgomery evidentemente también odiaba el romance barato y artificial y creaba personajes muy humanos que vivían situaciones sentimentales realistas.

En esta tercera entrega nos encontramos con Annie en la etapa universitaria donde los enredos románticos juegan un papel fundamental.

Finalmente logró cumplir su sueño de estudiar en la Universidad Redmond, donde aspira a recibirse de bachiller.

La trama narra cuatro años en la vida de la protagonista, que es un período donde abandona la adolescencia para entrar en la adultez.

Es espectacular lo que hace la autora con las vivencias que experimenta su protagonista que generan distintas emociones en el lector.

Hay situaciones de enredo muy graciosas, eventos emotivos y tristes y una gran historia de amor que corona la novela.

En este caso aparecen nuevos personajes y mueren otros que fueron parte de las historias previas.

Si bien Anne regresa varias veces a Avonlea, los eventos más importantes que la llevan a madurar los vive en la región de Kingsport, donde se asienta para completar sus estudios.

El elemento más atractivo de esta entrega es el suspenso con el que se desarrolla la relación de Annie y Gilbert Blake, un personaje que con mucho empeño intenta ganar el corazón de la pelirroja. Un grosso, que desde un punto de vista masculino, es imposible no apoyar.

Me pareció muy interesante que Montgomery presentara una heroína que duda sobre lo que realmente quiere en una relación de pareja y hasta llega a debatirse internamente si realmente desea formar una relación.

Mientras tanto toma decisiones equivocadas que le generan momentos dolorosos, pero también la vuelven más fuerte y la hacen crecer como ser humano.

Es genial porque el personaje tiene una idea del romance que va contramano con la época que vive. Mientras todas sus amigas están obsesionadas con la búsqueda de un candidato que les pueda dar una vida cómoda, Annie busca realizarse en sus estudios y disfrutar la vida sin sentirse atada a un matrimonio.

Un actitud que desconcierta al resto de los personajes.

El capítulo final donde se resuelve el destino sentimental de Annie es una pequeña gema literaria. Recién en la última página la autora define el conflicto principal de esta novela.

Montgomery trabaja el romance con un realismo que no es común encontrar en este tipo de propuestas y logra emocionarte por la humanidad que tiene los protagonistas.

Uno no ve a Annie y Gilbert como personajes literarios sino como dos personas reales que lidian de la mejor manera que puede con los sentimientos que surgen entre ellos.

Me encantó Annie, la de la isla y sigo recomendando la lectura de esta gran saga de la que ya me volví fan.

 

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