Young Detective Dee
Un clásico de la literatura policial que finalmente recibió el tratamiento que merecía en el cine.
Para quienes no están familiarizados con este famoso personaje del género debo contarles que se trata de un héroe que tiene la misma relevancia que Sherlock Holmes, Dupin o Sam Spade.
Dee apareció por primera vez en el libro Celebrate Cases of Judge Dee, que fue una obra anónima publicada en China durante el siglo 18. No es un detalle menor que nos encontramos ante el primer antecedente de lo que más tarde sería el típico detective privado.
La trama estaba inspirada por historias reales que había vivido Di Renjie, un importante funcionario de la Dinastía Tang que logró transformar un período de guerras y corrupción política en una de las etapas más prósperas de la historia china.
En la ficción este hombre inspiró al detective Dee, quien resolvía misterios relacionados con personajes clásicos del folclore chino.
Dee se hizo mundialmente famoso con la saga literaria del escritor holandés Robert van Gulik, quien tradujo la obra china en 1949 y luego continuó las aventuras del investigador con conflictos originales.
En esta versión el detective se parece más a Sherlock Holmes. El autor europeo eliminó los elementos de fantasía y los contenidos filosóficos relacionados con el budismo para que el personaje pudiera ser más accesible en la cultura occidental.
No se equivocó. Los casos del detective Dee se convirtieron en un éxito comercial y desde entonces se editaron 46 novelas, la última se publicó en el 2011.
El escritor van Gulik trabajó con el personaje hasta 1968 y luego otros autores siguieron con la saga.
En 1969 y 1974 se hicieron películas para la televisión con Dee pero fueron muy criticadas por utilizar actores europeos para el rol principal.
Finalmente en el 2010 el famoso detective chino obtuvo la producción que se merecía con Detective Dee and the Mistery of The Phantom Flame, dirigida por Tsui Hark, uno de los grandes maestros del cine asiático.
El año pasado se estrenó la precuela, Young Detective Dee: Rise of the Sea Dragon, que presentó al personaje en su juventud.
En realidad las películas no están conectadas entre sí y trabajan conflictos independientes que se desarrollan en distintas etapas de la vida del protagonista.
Si no tenías la más remota idea quién era Dee recomiendo descubrirlo con esta última película y luego ver la producción del 2010, protagonizada por Andy Lau.
Rise of the Sea Dragon narra los orígenes profesionales del detective cuando era un joven funcionario del Ministerio de Justicia.
En esta ocasión le asignan la tarea de investigar los ataques de un monstruo gigante que apareció en el sur de China. Dee tiene 10 días para resolver el caso antes de ser ejecutado.
A diferencia de la saga literaria, las películas se desarrollaron dentro del genero wuxia de artes marciales y están plagadas de elementos fantásticos.
Por ejemplo, el villano remite al enemigo de Batman, Killer Croc, y el impactante monstruo de la historia tiene una clara similitud con el clásico kraken de la mitología griega.
Como mencioné antes, la dirección corrió por cuenta de Tsui Hark, quien integró la nueva generación de cineastas que renovaron el género de acción a comienzos de los años ´80.
Hark, además de ser productor de todos los clásicos filmes de John Woo, dirigió películas emblemáticas como Zu Warriors of the Magic Mountain (1983) y la trilogía Once Upon a Time in China (1991-1993), con Jet Li.
Con los filmes del detective Dee volvió a trabajar el género wuxia con un enfoque similar a los que se hacía en las décadas del ´80 y ´90.
El rol principal quedó a cargo de Mark Chao, un buen actor que desconocía, y entre las figuras más conocidas del reparto se destaca Carina Lau (Ashes of Time), quien interpreta a la Emperadora Wu.
La película presenta una propuesta épica de aventuras que sobresale en los aspectos técnicos por el brillante trabajo de la fotografía (una de las especialidades del director), el impactante diseño de producción y los vestuarios.
Young Detective Dee es un auténtico festín visual para los ojos que además brinda muy buenas secuencias de acción.
Es notable como evolucionó en estos últimos años la labor de los artistas chinos en el campo de los efectos digitales.
El trabajo que hicieron con la tremenda secuencia final de acción, donde tiene protagonismo absoluto el monstruo marino, creo que marca una bisagra en el cine asiático.
Si bien todavía siguen haciendo películas con escenas donde la animación computada se ve artificial, finalmente le encontraron una solución a este tema.
Los últimos 20 minutos de esta historia son maravillosos.
El detective Dee tiene un caballo que galopa por el agua y hay varios personajes bizarros en la trama que seguramente desconcertarán al espectador occidental. Sin embargo, no hay que olvidar que esta es una propuesta de fantasía donde las excentricidades están permitidas y contribuyen a que la historia sea más fascinante todavía.
Me encantó esta película y creo que es una gran recomendación para los amantes de este género.
El avance.
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