Desde la colina de las amapolas
Otra gran película de los estudios Ghibli que se incorpora a mis lista de favoritas dentro de sus producciones.
En realidad me gustaron todos sus filmes, pero hay algunos por los que tengo un cariño especial.
Desde las colina de las amapolas me gustó muchísimo y brinda una muy buena historia de amor ambientada en los años ´60.
Una propuesta que sigue la línea de lo que fueron las historias más realistas de esta compañía como Susurros del corazón, Recuerdos del ayer, Puedes escuchar el océano, La tumba de las luciérnagas y más recientemente El viento se levanta.
A diferencia de otros clásicos de Ghibli en esta oportunidad la historia no incluyó elementos fantásticos.
La película representó el segundo trabajo de Goro Miyazaki (hijo de Hayao Miyazaki), quien había debutado en el 2006 con Cuentos de Terramar, inspirados en los libros de Ursula K. Le Guin.
Uno de los pocos realizadores jóvenes que surgieron de este estudio.
Esta cuestión creo que tiene mucho que ver con la crisis que vive Ghibli en estos días. Enfocaron todas las producciones en las espaldas de Miyazaki padre e Isao Takahata y no gestaron un semillero de nuevos artistas como hizo Pixar.
Ahora Miyazaki se retiró y no saben que hacer con la compañía.
Salvo por Hiroyuki Morita (El Gato Regresa), Goro Miyazaki y Hiromasa Yonebashi (Arriety y el mundo de los diminutos) no surgieron más directores nuevos desde que Ghibli se fundó oficialmente en 1986. Es una cifra muy escasa para una empresa importante que existe desde hace casi tres décadas en el mundo de la animación.
El problema es grave porque los fundadores de la productora son personas grandes de casi 80 años y no dejan consolidada una nueva generación.
Este es el gran dilema del estudio en la actualidad.
Retomo el tema de esta película.
La trama es una adaptación de un cómic japonés que fue muy popular en 1980.
Umi Matuzaki es una adolescente que convive con la familia de su madre, quien trabaja en los Estados Unidos. Su padre murió durante la Guerra de Corea y la chica divide su tiempo entre los estudios y los quehaceres domésticos.
Un día conoce a Shun, otro estudiante con el que tiene muchas cosas en común.
La amistad que surge entre ellos de a poco se vuelve más profunda hasta que se empiezan a enamorar.
En 1963 Japón se prepara para organizar los Juegos Olímpicos del año siguiente y entre las renovaciones planificadas por el gobierno se encuentra la demolición de un un viejo edificio que alberga a las distintas asociaciones estudiantiles de un colegio secundario.
Umi y Shun lideran la campaña para preservar ese lugar mientras surgen secretos del pasado de sus familias que tienen una gran impacto en sus vidas.
A diferencia de lo que me pasó con El viento se levanta me enganché muchísimo con estos personajes y los giros inesperados que tiene la trama.
La historia de amor entre Umi y Shun es muy emotiva y me resultó muy interesante el retrato que hace Goro Miyazaki de los movimientos estudiantiles de la década del ´60.
Un momento muy especial para la historia de ese país donde Japón empezaba a levantar cabeza luego de la Segunda Guerra Mundial.
Desde los aspectos visuales, la película es impactante por el enorme realismo que tienen las ambientaciones que a mí por los menos no me dejan de sorprender.
Los detalles de las cada vivienda, vehículos e inclusive los personajes que son extras y se los ve caminando por las calles, están impecablemente diseñados y tienen vida propia.
De acuerdo a lo manifestado por el director en una entrevista se tomaron algunas libertades en la recreación que hicieron de los años ´60, ya que la ciudad y los barrios donde se ambientó la trama por entonces no tenían la belleza de la actualidad.
El escenario principal del film tiene lugar en Yamate, un barrio histórico de la ciudad de Yokohama al que te dan ganas de viajar luego de ver esta película.
Otro punto fuerte de esta producción fue la música de Satoshi Takebe, que presentó muy buenas melodías influenciadas por el jazz y las canciones interpretadas por Aoi Teshima, quien previamente había colaborado en el film anterior del director.
Si no la vieron todavía, definitivamente recomiendo Desde la colina de las amapolas.
El avance.
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Acabo de ver el trailer y quedé fascinado. Quizás por mi particular afición a los tonos que traen las tardes y los atardeceres es que me llegaron más estas imágenes. Ya la apunto para verla cuanto antes. Muchas gracias por la info, Hugo!
Disfruté mucho el tráiler así que voy a tratar de verla el finde! Es muy triste lo que contás acerca del Estudio Ghibli. Por qué será,no? Cierto es que hay personas que son muy celosas de su talento o conocimiento y no desean que otros los tomen como enseñanza para hacer mejores cosas y prefieren que lo que hacen «muera» con ellos, no sé si será este el caso o tendrá que ver con algo menos rebuscado. Capaz que sólo no era uno de sus objetivos formar sucesores. Saludos!
Es un tema raro. Yo creo que en algún momento se les tiene que haber pasado por la cabeza el tema de las nuevas generaciones. Sobre todo para que no se muera este tipo de cine que hacen, que es distinto inclusive a otra propuestas del animé. Evidentemente no le encontraron la vuelta.Saludos!
hoy la busco a ver que onda, tengo «la princesa mononoke» de los estudios ghibli y me encanto! ahora voy a ver esta.
ahira saliendo un poco de eso te cuento que me consegui dos libros de henning mankell, uno es «perros de riga» y el otro es «huesos en el jardin» que habia leido de muestra gratis en el celu y me habia quedado re manija! en un puestito de libros de parque patricios lo vengo a encontrar!
mi consulta es que si me recomendas la serie de wallander, jejeje
saludos!
No soy muy fan de los policiales suecos pero Mankell es uno de los mejorcitos. Leí una o dos de Wallander, pero no seguí la serie. La historias las disfruté más por la serie de televisión con Kenneth Branagah. Sí, si no leiste nada está bueno buscar alguno, no te vas a clavar con un bodrio. A mi no me engancharon como para seguir la saga pero comparados con otros autores suecos que ahora se pusieron de moda, las historias de Wallander valen la pena. Perros de riga fue una de las novelas que se adaptó en la serie de Brannagh, si mal no recuerdo en la tercera temporada me parece. Está buena esa historia.
Saludos!
Miyazaki es especial. Casi que se podría de ir que su hijo se convirtio en director en contra de su voluntad. Cuando sacaron Terramar declaro que en su opinion su hijo no estaba listo para dirigir.
Mas alla de lo particulares que son los japos con el mandato familiar y la relacion padre-familia, no es algo normal que salga a de ir eso.
Me parece que ahi se ve un poco lo que debe haber pasado con Ghibli