El Disney olvidado: Episodio 13
Hoy: Cupido motorizado en Monte Carlo (1977).
La mejor película de la saga de Herbie.
Tres años después del estreno de La pandilla de cupido motorizado, los estudios Disney apostaron nuevamente a uno de sus personajes más exitosos dentro del cine live action.
En esta oportunidad hubo cambios significativos en el tratamiento de la historia y la compañía delegó la tercera entrega de Herbie en un nuevo equipo de producción.
La dirección quedó a cargo de Vicent McEveety y la producción corrió por cuenta de Roy Miller, uno de los ejecutivos más importantes de este estudio.
Miller era el yerno de Walt Disney y empezó a trabajar a fines de los años ´50 como asistente de dirección hasta que se convirtió en CEO de la empresa en 1983.
Durante su gestión descubrió a Tim Burton y financió los primeros cortos del artista titulados Vincent y Frankenweenie. Miller además impulsó producciones de vanguardia como Tron y ¿Quién engañó a Roger Rabbit? que impactaron al público en su momento por el despliegue de efectos visuales.
El yerno de Disney además creó el sello Touschtone Pictures, en 1984, para desarrollar películas con contenidos más maduros.
En la tercera entrega de Herbie la dupla McEveety y Miller decidieron traer de regreso el concepto de Cupido motorizado a sus fuentes.
La película anterior había sido una comedia romántica de enredos donde el auto tenía un rol secundario y en esta historia retomaron la aventura y el humor bizarro.
Dean Jones, el protagonista del film original, volvió a interpretar al piloto de carreras Jim Douglas y esta vez estuvo acompañado por un gran comediante como fue Don Knotts.
Un artista muy popular en los Estados Unidos a tal punto que llegó a ser invitado especial en los dibujos animados de Scooby Doo, donde se interpretaba a sí mismo.
Resultó un gran acierto de los productores juntar a Jones con Knotts porque ambos formaron una gran dupla donde ambos actores se complementaron muy bien.
El eje de la trama pasaba por una carrera que se desarrollaba entre las ciudades de París y Monte Carlo.
El conflicto presentaba también una subtrama con unos ladrones que escondían un costoso diamante robado en el interior de escarabajo Wolkswagen. Sin embargo, el principal atractivo de esta producción pasó por otro lado.
La gran novedad de esta entrega es que Herbie se enamoraba y tenía una relación con un Lancia Scorpion modelo 1977.
Un delirio maravilloso que daba lugar a escenas desopilantes, como el recordado momento donde Herbie intentaba cortejar a su novia Gisele.
El trabajo que hicieron con el Lancia fue fantástico porque era representado como un auto que tenía un comportamiento femenino, algo que carece por completo de sentido.
Sin embargo, los productores lograron que los espectadores vieran al Lancia como la pareja del escarabajo.
Otra particularidad interesante de este film fue el tratamiento que tuvo el principal personaje femenino interpretado por Julie Sommar.
El rol de la piloto de carreras, Diane Darcy, estaba en sintonía con los movimientos feministas de fines de los años ´70 que abogaban por una mayor igualdad entre el hombre y la mujer en distintos ámbitos de la sociedad.
La protagonista en este caso era la única mujer que competía en las carreras y tenía pelear contra los prejuicios de sus colegas que la subestimaban en el mundo del automovilismo.
Cupido motorizado en Monte Carlo retomó la comedia de aventuras en el mundo de las carreras de autos y la película fue un éxito en los cines.
Dentro de las secuelas que se hicieron en esta serie la tercera entrega es destacada entre las mejores.
Una muy buena película de Disney que merece su difusión.
Acá pueden ver un avance del film.
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