El Disney olvidado: Episodio 15

Hoy: La espada y la rosa (1953).

¿Una película de Disney sobre María Tudor?

El archivo de Walt es muy variado y esta fue una de las grandes obras que produjo dentro del cine live action.

Se trata del tercer proyecto que el estudio desarrolló fuera de la animación junto a la famosa compañía RKO (responsable de King Kong), luego de La isla del tesoro (1950) y La historia de Robin Hood (1952).

En estas primeras incursiones cinematográficas que se alejaban de sus especialidad, Disney apostó a lo seguro al revivir historias populares que en el pasado habían convocado muchos espectadores a los cines.

La espada y la rosa fue la tercera adaptación que se hizo de la clásica novela de Charles Major, When Knighthood Was in Flower (1898), uno de los grandes best seller de la literatura en los comienzos del siglo 20.

La trama se centra en la increíble historia de amor entre María Tudor y Charles Brandon, que parecía salida de una obra de Shakespeare.

La hermana menor de Enrique VIII de Inglaterra pasó a la historia por ser la princesa rebelde que se negó a condenar su vida a un matrimonio político para casarse en secreto con el Duque de Suffolk.

La película de Disney abordó este tema en lo que representó el primer drama histórico del estudio.

Si bien esta producción se tomó varias libertades, la historia central fue mucho más fiel a los hechos reales que la serie de televisión The Tudors (2007), donde Henry Cavill (el Superman de Man of Steel) interpretó a Charles Brandon.

Aunque en esta película el conflicto se enfocó por el camino del cine de aventuras en general la trama recreó con fidelidad la historia de María Tudor.

Una de las modificaciones más importantes, que por cierto se dio en casi todas las interpretaciones que Hollywood brindó de estos hechos, la encontramos en la personalidad de Charles Brandon, quien fue representado como un joven galán aventurero.

En la vida real Brandon era un amigo íntimo de la infancia de Enrique VIII y le llevaba unos cuantos años a la hermana del rey.

En este film fue interpretado por Richard Todd, quien evocó en su actuación a los héroes que solían encarnar por aquellos días Tyrone Power y Errol Flynn.

No puedo dejar de resaltar el engaño promocional que presentaban los afiches de esta película.

Como pueden ver en el póster oficial (primera imagen) Richard Todd acapara toda la atención como si fuera el gran protagonista del film.

En realidad la verdadera protagonista y figura del reparto que se robó literalmente la película fue esta señorita.

Glynis Johns sobresalió con su interpretación de María Tudor y toda la narración del film gira en torno a su personaje. Charles Brandon tenía un rol secundario pero el estudio centró las publicidades gráficas en Richard Todd, ya que Walt Disney entendía que de ese modo atraía mejor al público masculino.

Todd tenía un papel destacado y sobresalía su labor en las escenas de acción, pero la gran figura de la película fue claramente Glynis Johns.

Su interpretación es muy interesante porque su papel fue a contramano de lo que solían ser este tipo de roles femeninos en la década de 1950.

Glynis le dio vida probablemente a una de las heroínas más fuertes que se vieron en una película de Disney. La actriz encaró la composición de María Tudor como una princesa rebelde que se atrevía a desafiar los protocolos de la monarquía y en ningún momento se dejaba amedrentar por las figuras de poder masculinas.

Un detalle particular de la actriz además es que su rostro era perfecto para este tipo de roles y por consiguiente le dio vida a María Tudor de un modo especial.

Una gran elección de casting de Walt Disney, quien supervisó de cerca la producción de esta película.

Creo que en esta versión cinematográfica la Duquesa de Suffolk fue representada como una analogía de los jóvenes de los años ´50 que empezaban cuestionar a la sociedad.

Algo que explotaría dos años después del estreno de este film con la aparición de Elvis Presley y la popularidad masiva del rock and roll.

Una cuestión que está muy bien representada en la escena de baile donde María Tudor decide practicar una danza que genera un escándalo en el palacio por el contacto físico que había entre las parejas.

Lo mismo ocurría en la sociedad norteamericana de aquellos días con los nuevos bailes juveniles que empezaban a surgir en ese momento.

Glinis Johns, quien en la actualidad tiene 91 años, se retiró del mundo del espectáculo en 1999 y se destacó por ser una actriz muy versátil que podía sacar adelante cualquier tipo de personaje.

Otro filmes clásicos de ella son The Court Jester (1955), con Angela Landsbury, la brillante adaptación (ganadora del Oscar) de La vuelta al mundo en 80 días (1956) y Mary Poppins (1964), donde encarnó el rol de Winifred Banks.

El co-protagonista tampoco fue una figura menor.

Richard Todd fue un héroe de la Segunda Guerra Mundial y un hecho muy loco de su vida es que su experiencia en la Operación Overlord durante la invasión a Normandía luego la revivió como actor en el clásico film El días más largo (1962), dirigido por Ken Annakin, responsable de La espada y la rosa.

Entre las películas más recordadas de Todd se destacan la versión de Disney de Rob Roy (1953) y el film de terror Asylum (1972).

El gran villano de este drama histórico, representado en el Duque de Buckingham, que tenía muy buenos momentos fue interpretado por Michael Gough.

Un actor que muchos de nosotros siempre recordaremos como el mayordomo Alfred en los filmes de Batman de Tim Burton.

La espada y la rosa fue una película que además sobresalió por la brillante recreación que brindaron los realizadores de este período histórico.

Otras cualidades de este film las encontramos en los vestuarios y el diseño de producción que fueron increíbles. Una particularidad de este proyecto de Disney es que presentaba escenarios pintados a mano donde se recreaban las ambientaciones del castillo. Algo que era muy común en el cine hollywoodense de los años ´50.

Como ex esgrimista no puedo de dejar de resaltar el excelente duelo de espadas del final entre Richard Todd y Michel Gough que estuvo impecablemente coreografiado y se nota que los actores tenían nociones de esgrima, algo que era muy común en los artistas de Hollywood entre las décadas del ´30 y ´50.

Si nunca vieron esta joya de Disney se van a sorprender con este film del director Ken Annakin que es muy entretenido y no decae en ningún momento.

Annakin luego hizo para este estudio La ciudadela de los Robinson (1960) y otros clásicos del cine como Los intrépidos y sus máquinas voladoras (19659 y Las nuevas aventuras de Poppi Longstocking (1988).

No se pierdan La espada y la rosa que es una gran película.

Un avance con la recordada escena del polémico baile de la princesa.

https://www.youtube.com/watch?v=83HomtCpiNA