Todos los perros van al cielo
Me resulta imposible ser imparcial con el cine de Don Bluth.
Amo su arte y todas sus películas que marcaron a fuego mi infancia. Su período de gloria en el cine de animación, donde llegó a poner de rodillas en la taquilla a los estudios Disney, se desarrolló cuando yo era chico.
En consecuencia, pude descubrir sus trabajos en el cine desde otra etapa de la vida y con el paso del tiempo se convirtieron en clásicos por los que tengo una devoción muy especial.
Sólo dos películas de animación lograron hacerme llorar en una sala de cine cuando las vi por primera vez y todavía me emocionan en la actualidad.
Una es Un cuento americano y la otra Todos los perros van al cielo.
En el caso de esta última producción considero que fue la obra maestra final de Don Bluth que representó un cierre de la etapa más fructífera de su carrera.
Un período que se inició en 1982 con La ratoncita valiente (1982) y continuó con Un cuento americano (1986) y Pie Pequeño en el valle encantado (1988).
Tres películas que elevaron los contenidos dramáticos en las propuestas infantiles y no en vano fueron éxitos comerciales muy importantes.
Luego de Todos los perros van al cielo (1989) Bluth hizo otras siete películas para el cine pero ninguna llegó a tener el mismo impacto en el público que sus obras de los años ´80.
Este film en particular que destaco en el día de hoy fue muy especial ya que representó el regreso al cine independiente del director.
Sus últimos trabajos habían sido producidos por Steven Spielberg y durante la producción de Pie Pequeño sintió que en la productora Amblin no lograba tener el control creativo absoluto de sus obras.
Por esa razón terminó su relación con Spielberg y su siguiente proyecto lo desarrolló con capitales independientes que provenían de Europa.
Todo los perros van al cielo retomó la oscuridad que había tenido La ratoncita valiente y en este caso el director se animó a lidiar con temáticas fuertes como la traición y la muerte que no eran tópicos habituales del cine de animación infantil.
Sí bien Disney décadas atrás no tuvo reparos en matar a la mamá de Bambi (como se describía en la fuente literaria en la que se basó ese film) la trama de esa película luego se concentraba en otros temas.
Todos los perros van al cielo era mucho más cruda.
La historia estuvo muy influenciada por los clásicos hollywoodenses ¡Qué bello es vivir! (Frank Capra) y Dos en el cielo, el film de Victor Fleming que Spielberg luego re-imaginó en Always, con Richard Dreyfuss.
Por otra parte, la trama también se nutrió muchísimo del cine gángster de los años ´40.
Charlie, el protagonista del film, era un pastor alemán que trabajaba para un capo de la mafia canina llamado Carface, que estaba inspirado claramente en Scarface y los gángsters despiadados que solía interpretar Edward G. Robinson.
Carface, que era un villano siniestro, decidía asesinar a Charlie para quedarse con el negocio de apuestas más importante de New Orleans.
El pastor alemán luego regresaba a la Tierra para redimir su acciones pasadas y de esa manera ingresar al cielo.
Un argumento muy denso para tratarse de un musical infantil y en este punto encontramos una de las grandes virtudes de la obra de Bluth.
Nunca subestimaba a los espectadores mas chicos y trabajaba con mucha sensibilidad historias más complejas que las que brindaban los otros estudios de Hollywood.
Por eso a veces me río ante los fanáticos de Pixar que creen que el patrimonio de los dramas y las historias emotivas en la animación pertenecen a esa compañía.
El personaje de Charlie fue escrito especialmente para Burt Reynolds, quien brindó una interpretación brillante en el rol protagónico.
Una particularidad muy interesante de esta película es que el 90 por ciento de los diálogos de Reynolds fueron improvisados por el actor, algo que no suele ser cotidiano en este tipo de producciones.
Bluth además permitió que Reynolds grabara su parte junto a Don DeLouise en el estudio con el objetivo que las actuaciones se complementaran mejor en el film. Los actores ya habían trabajado juntos en varios filmes y este método de trabajo, que a fines de los ´80 se encontraba en extinción, funcionó a la perfección.
Durante la producción de este film sucedió una terrible tragedia que afectó muchísimo a Don Bluth y alteró el diseño de unos de los personajes principales.
Judith Barsi, una actriz infantil que venía creciendo en Hollywood e interpretaba en esta película a la huérfana Anne-Marie, durante las producción de la animación fue asesinada por su padre.
Un caso terrible de violencia de género. El hombre ya tenía antecedentes de golpear a su esposa y su hija. La madre tenía la intención de divorciarse pero nunca pudo concretar el trámite. El 25 de julio de 1988 Jozsef Barsi asesinó con un rifle a su esposa y luego le disparó a la niña mientras dormía.
Dos días después se prendió fuego con un bidón de gasolina y murió a raíz de las quemaduras.
Judith Barsi tenía 10 años y un enorme futuro en el cine debido a la espontaneidad de sus interpretaciones.
Bluth ya había trabajado con ella en el film de Pie Pequeño y tenía pensado convocarla para los siguientes proyectos.
El asesinato de la niña lo afectó emocionalmente y terminó por cambiar el diseño del personaje de la huérfana.
La protagonista original era completamente diferente y a raíz de este hecho Judith se convirtió literalmente en Anne-Marie.
Tanto el diseño del rostro como la expresión corporal del personajes terminaron influenciados por la personalidad real de la joven actriz. Para Bluth esa elección fue una manera de canalizar el dolor que sentía por el final tan cruel que tuvo la niña.
El tema que sonaba en los créditos finales, Love Survives, también estuvo dedicado a la memoria de Judith Barsi.
Mucho antes que descubriera estos hechos, Anne-Marie siempre se destacó entre mis personajes más queridos de la animación.
La huérfana era completamente adorable y lograba emocionarme.
Hay dos escenas de esta película que me matan cada vez que la veo y generan que me conmueva después de tantos años.
1- La escena en que Charlie le confiesa a su amigo Itchi que en realidad no le importa Anne-Marie y se acercó a ella para usarla y vengarse de Carface.
La reacción de la nena cuando escucha la conversación es demoledora.
Lo que hicieron Bluth y sus colaboradores con las expresiones de Anne-Marie en esa escena es tremendo.
2-El sacrificio de Charlie donde demuestra lo que sentía por Anne-Marie y la escena final en la que se despiden me hacen llorar cada puta vez que veo este film.
Todos los perros van al cielo lamentablemente se estrenó el mismo día que La sirenita, el 17 de noviembre de 1989, y esta vez el duelo Bluth-Disney que venía ganando Don quedó en manos del ratón Mickey.
La sirenita aniquiló en la taquilla a toda la competencia al recaudar 211 millones de dólares. La película de Bluth apenas generó 21 millones durante su exhibición en los cines.
Cabe destacar que la película se vio afectada también por ser una producción independiente que no tenía todo el aparato publicitario de Disney.
Sin embargo, un tiempo después Don tuvo su revancha cuando se editó su película en video.
Todos los perros van al cielo fue re-descubierta por el público y se convirtió en uno de los vhs más vendidos de la historia.
Sólo en el primer mes del lanzamiento la película vendió tres millones de unidades en Estados Unidos, algo que no pudo conseguir ninguna otra propuesta editada en los años posteriores.
El éxito del film en el video generó que luego se hiciera una continuación para el cine en 1996 y una serie de televisión que fueron realizadas por otros artistas.
En la actualidad Don Bluth se dedica a ofrecer seminarios de animación donde trabaja con grupos muy reducidos de apenas 15 alumnos.
El avance original de esta gran película que se destaca entre mis diez favoritas de la animación.
Que buena pelicula !!! Leo la nota, y de lo que me acuerdo nomas ya se me afloja todo…
El que no lloró con «Todos los perros van al cielo» no tienen corazón.
PELICULON!!!!! Me pasa lo mismo que a vos Hugo. Me sigo emocionando cuando la veo.
Saludos!
Próxima nota: Un Cuento Americano!! jaja
Por cierto, volví a ver el Top de tus películas animadas favoritas y no encontré ninguna mención al Rey León….no te gustó? O me vas a decir que es un afano a Kimba, el León Blanco de Tezuka? 😛
De hecho, fue un afano impune a Kimba y lo que me molesta es que nunca lo reconocieron. Por supuesto Disney hizo una buena película pero en mi caso no soy fan.
Nunca la vi pero sinceramente con Fable tuve suficiente en su momento, diria que al nivel de un trauma que duro facil 5 años.
Hubiera sido tan facil para disney reconocerlo. Tezuka siempre blanqueo q se inspiro en disney para sus primeros diseños.
Que gran clasico todo los perros van al cielo!!!
yo no llegue a verla en el cine. Solo llore en vhs
Ohhh, no sabía nada de la terrible tragedia que inspiro a Anne Marie, a mi también me resulto aún desde chica un personaje entrañable, y ahora mucho más después de saber la muerte de la pequeña que la inspiró
que peliculón! La verdad que Fable, Pie Pequeño y Charly se robaron nuestra infancia. Un groso Don Bluth. Apropósito, hiciste una nota de Pie pequeño ya?
Que bueno que lo mencionaste Pablo porque pensé que la había hecho. Después me di cuenta que la comenté en el Top 50 de animación.
Pie Pequeño y el valle encantado debe ser la peli de animación que mas veces vi en mi vida (la tenia en vhs y como no habia cable en ese momento, mis viejos me la ponian una y otra vez). Un cuento americano le sigue de cerca. Por ende, Hugo hacete una nota YA de Pie pequeño! (y sus aberrantes continuaciones)
Es un peliculon, todavia me acuerdo de como llore en el cine cuando la vi. Ahora la voy a buscar el dvd para que la vean mis sobrinas.
Hugo es un off topic, pero tiene q ver con la animacion, nose si lo viste pero seguro te va a gustar
https://youtu.be/BChNOWus2-8
Me encantó! Muchas gracias Emanuel, no lo había visto.
Esta muy bueno, da bronca que gente con ese talento no pueda realizar esos proyectos y en cambio nos llegue cada cosa