A la hora señalada
No sé si les habrá pasado a ustedes pero la primera visión de un clásico importante siempre queda grabada en mi mente.
El descubrimiento de A la hora señalada (High Noon) me voló la cabeza en su momento. Era chico y todavía no conocía la historia detrás del film, pero me atrapó muchísimo por la excelente narración del director Fred Zinnemann.
Me había sentado a ver una historia famosa de cowboys y me encontré con un thriller atrapante que no daba respiro y casi se desarrollaba en tiempo real.
Desde entonces la volví a disfrutar numerosas veces y la historia siempre logra engancharme por el alto contenido de suspenso aunque ya conozca el final.
A la hora señalada no sólo es una obra maestra del cine, sino que además brindó uno de los westerns más polémicos de todos los tiempos.
La trama tenía como protagonista a Will Kane (Gary Cooper) un sheriff que renunciaba a su trabajo el día de su casamiento con una joven cuáquera interpretada por Grace Kelly.
Pocos minutos después de la ceremonia surgía la noticia que Frank Miller (Ian MacDonald), un criminal que Kane había detenido en el pasado, regresaba al pueblo para cobrarse venganza del sheriff.
Los tres pistoleros que integran la banda de Miller, entre ellos un joven Lee Van Cleef en su debut cinematográfico, llegaban a la estación del tren para recibir a su jefe y los habitantes del pueblo quedaban aterrorizados.
Kane en lugar de escaparse decidía enfrentar a Miller y buscaba ayuda entre los vecinos. Sin embargo, todos los hombres le daban la espalda y se veía obligado a enfrentar solo la amenaza de los pistoleros.
A la hora señalada fue mucho más que un simple thriller de vaqueros.
El director Fred Zinnemann presentó a través de esta historia una analogía de la falta de solidaridad que existía entre los artistas del cine norteamericano por la persecución del Macarthismo, que empezaba a cobrar fuerza a comienzos de los años ´50.
El senador Joseph McCarty había iniciado un tiempo atrás una auténtica caza de brujas, con acusaciones infundadas, a numerosos artistas de Hollywood que eran acusados de comunistas.
Entre las víctimas del Macarthismo es recordado el caso de Dalton Trumbo, uno de los guionistas más importantes de aquellos años a quien se le cerraron todas las puertas de los grandes estudios debido a esta persecución.
El pueblo cobarde que permitía que el sheriff Kane se enfrentara solo a la banda de Miller era una clara represenyación de las figuras de Hollywood que no eran solidarias con los artistas que integraban las listas negras del senador.
Esta cuestión levantó mucha polémica en la industria del cine en su momento y entre los actores que denostaron A la hora señalada siempre se se recuerda el caso de John Wayne, quien calificó a la película de «anti-norteamericana».
A Wayne, que en 1952 era una de las máximas figuras del western, le parecía inverosímil que un sheriff tuviera que rogarle a los vecinos de un pueblo para combatir a una banda de cuatro delincuentes.
Algo que es cierto, pero en la actitud de los vecinos se encontraba uno de los propósitos argumentales del film.
Howard Hawks, quien fue otro ferviente detractor del trabajo de Zinnemann, en 1959 se juntó con Wayne para brindar la respuesta conservadora de esta producción en Río Bravo.
A la hora señalada no tuvo una buena recepción por parte del publico cuando se estrenó en 1952 porque la historia carecía de acción.
Este fue uno de los puntos que personalmente siempre me atrapó de la película.
El director Zinnemann enfocó la atención de la historia en la tensión y el suspenso que generaba el conflicto en lugar de mostrar peleas y tiroteos cada cinco minutos. Se trataba de una propuesta completamente diferente a los westerns que se hacían en aquellos días.
Por otra parte, la crisis de conciencia que enfrentaba el protagonista y su actitud ante las adversidades era completamente inspiradora.
Will Kane era un hombre que estaba dispuesto a dar la vida por el deber de hacer lo que creía correcto.
La virtud de la narración del director residía en que la trama no decaía un solo minuto y se volvía más atrapante con el paso del tiempo.
Mi objeción personal a este film pasa por otro lado.
Lo único que no me gustó de A la hora señalada es el casting del villano interpretado por Ian MacDonald.
El director Zinnemann se la pasa una hora generando tensión y expectativa con la aparición del pistolero y cuando llega Miller resulta que es un tipo que tiene cara de vendedor de seguros.
El hombre más intimidante de la banda de Miller era por lejos Lee Van Cleef pero al ser un artista ignoto los productores eligieron darle el papel a una figura más conocida.
Van Cleef originalmente iba interpretar al amigo de Gary Cooper, un personaje que quedó a cargó de Lloyd Bridges. Sin embargo, como Lee se negó a operarse la nariz ganchuda que le molestaba a los productores terminó teniendo un rol más secundario.
A la hora señalada fue nominada a siete premios Oscar, incluida la categoría Mejor Película que en 1953 ganó el film de Cecil B. Demille, El espectáculo más grande del mundo.
Uno de los grandes bochornos históricos de la Academia de Hollywood. De acuerdo a varios historiadores la elección tuvo que ver con cierto sector de la industria del cine que prefirió apoyar de esa manera las actividades del senador McCarthy.
No obstante, Gary Cooper obtuvo el Oscar como Mejor Actor que fue recibido por John Wayne. Un hecho inesperado de la ceremonia fue que Wayne declaró abiertamente que le hubiera gustado protagonizar al sheriff Kane.
Algo que sorprendió a todo el mundo debido a que era conocida su postura personal frente a este film.
El éxito de este western derivó años después en una secuela para la televisión realizada en 1966 y la remake del 2000, protagonizada por Tom Skerrit, que produjo el canal de cable TBS.
No vi la remake todavía que está disponible en Netflix y me atrae por el simple hecho que el villano Frank Miller es interpretado por Michael Madsen.
Una elección acertada para ese rol. Voy a verla pronto y después la comentaré en otra nota.
Este es el avance original de este gran clásico de los westerns.
Este Western, junto con el original «3:10 to Yuma», son de los mejores westerns clasicos que he visto. Volviendo a High Noon, a mi lo uqe me quedara grabado por siempre, es la escena final, que me parecio todo un mensaje…Luego en lo que se refiere a westerns palomiteros, la remake los » 7 magnificos».
Si es tremenda la escena final que después se recreó en el final de Harry, el sucio. Causualmente el tren de las 3:10 está al mismo nivel en materia de suspenso.
…la escena que mientras le pide al juez que se quede en el pueblo este guarda una pequeña estatua de la justicia en un bolso y luego se va me parece genial. Otra cosa, hay una película de los ochenta que me encanta «three o’clock high», me pareció siempre una especie de remake no declarada… seguro la viste Hugo.
Me había olvidado de esa película! Tenés razón, es casi una remake clandestina con adolescentes.
Con Richard Tyson sii!!!!
nunca me di cuenta q es high noon en un secundario
Hugo, perdón por el off topic, pero no se si tuviste la oportunidad de ver el genial desquicio de Kung Fury (https://www.youtube.com/watch?v=bS5P_LAqiVg). Es la mejor media hora desquiciada que he visto en mucho tiempo, en linea con Iron Sky o Dead Snow.
Mirá lo que encontré viendo el trailer!! https://www.youtube.com/watch?t=15&v=mZyA49IOXVk
Sí, ya lo voy a comentar en un post aparte.
Qué buena yapa del video, justo lo que mencioné en la nota! Gracias por el aviso!
Son buenisimos estos clasicos, me encantaba el viejo canal TNT de los 90 que los pasaba. Incluso pasó algunos pasados a color me acuerdo!!
Hola, Hugo. ¿Cómo te va? Mientras leía tu artículo y leía las partes del Macarthismo y del caso de Dalton Trumbo, me acordaba del film «El Majestic» en donde Jim Carrey, que hace de un guionista que es perseguido por supuesto comunista, es considerado un héroe y un traidor a la vez, y el pobre tipo no era ninguna de las dos cosas. Y ahora que lo pienso, no por nada en ese pueblo el edificio derruido que había que volver a levantar entre todos era un cine, que Carrey -el hombre común que no era ni héroe, ni traidor, sino un simple guionista- ayuda a reconstruir con su supuesto padre. Una crítica de Darabont a la época. Salvo que acá el pueblo al final se pone del lado de Carrey. (Si la pifié en algo es porque hace mucho que no la veo.) Saludos, Hugo.
No era tal cual la historia! Sin duda una de las mejores películas recientes que tocó ese tema y lamentablemente no tuvo suerte en los cines cuando se estrenó. Al menos en Argentina.
Saludos!