Maggie: El debut dramático de Schwarzenegger

Una muy buena película independiente que lamentablemente no pasó por las salas locales.

Maggie es un film interesante por dos motivos especiales.

Representa el primer papel dramático de Arnold Schwarzenegger en el cine y además aborda la temática de historias de zombies desde una perspectiva diferente.

La trama se desarrolla en una zona rural de Estados Unidos, cuya sociedad intenta sobrevivir luego de una pandemia de zombies.

Acá encontramos el primer elemento interesante.

En esta producción los sobrevivientes tratan de reconstruir la sociedad tras el desastre que generó la aparición de los muertos vivos. La lucha casi está terminada.

Abigail Breslin (Pequeña Miss Sunshine) interpreta a Maggie, una chica que se vio infectada por el virus luego de ser mordida por un zombie.

Los médicos le dan unas pocas semanas de vida antes que se convierta en una de las criaturas caníbales.

El padre de la joven, interpretado por Arnold, se niega a dejarla sola en el hospital y elige llevarla a su casa para acompañarla en sus días finales.

En este punto reside el conflicto central de la historia, donde el director evitó narrar la clásica historia de supervivencia para trabajar el concepto de los zombies desde una mirada mucho más humana.

A lo largo del film Maggie va perdiendo su humanidad y el padre tiene que aceptar su pérdida a medida que el virus empieza a avanzar en su cuerpo.

Me enganchó muchísimo este film por el enfoque dramático que tuvo la trama.

Si bien el conflicto juega también con el terror, la ópera prima de Henry Hobson le dio una humanidad a la tragedia de los zombies que rara vez vemos en este género.

Obviamente la atracción principal de la película pasa por el gran trabajo de Schwarzenegger, quien acá sorprendió con una labor más contenida y dramática que no tenía antecedentes en su carrera.

Las escenas que comparte con Abigail Breslin son muy buenas y me pareció muy atractivo el hecho que su personaje se alejara del perfil heroico con el que asociamos al actor.

Por el contrario, su personaje, Wade Vogel, es un hombre que falló a la hora de proteger su familia y debe lidiar con el hecho que su hija eventualmente se convertirá en un zombie.

Maggie no es una película que se centre en la violencia y el gore, sino que presenta un drama humano que se narra de manera pausada.

El director se toma su tiempo para desarrollar los vínculos entre los personajes y el foco de la trama no está puesto en la acción, sino en los sentimientos de los personajes.

Tal vez algunas personas se aburran con esto si buscan ver la película tradicional de zombies, pero es una propuesta para disfrutar a Arnold en un rol diferente.

Esta producción tuvo muy poca difusión en Estados Unidos y se estrenó de manera limitada antes de editarse en dvd.

Una lástima que no tuviera difusión porque es una propuesta diferente dentro de un género que nos satura constantemente con las historias trilladas.

Al menos en los estrenos de cine que llegan a la cartelera argentina.

Si tienen posibilidad de verla recomiendo que le den una oportunidad y después me pueden contar que les pareció.

El avance.