El fracaso de Jem and the Holograms

Probablemente la peor adaptación que se hizo de un dibujo animado en el cine live action.

Jem and The Holograms no sólo fue la peor película del 2015, sino que además resultó el mayor fracaso comercial de Hasbro en la pantalla grande.

El film duró apenas unos pocos días en cartel en Estados Unidos y los cines de ese país sólo llegó a exhibirse una vez al día con las salas prácticamente vacías.

La película tuvo un presupuesto austero de apenas cinco millones de dólares y la recaudación ni siquiera pudo recuperar el dinero invertido por el estudio Universal.

¿Por qué fracasó de semejante manera una propuesta que tiene una enorme base de fans alrededor del mundo?

La responsabilidad principal fue de la compañía Hasbro en delegar este proyecto a un equipo de idiotas ineptos que nunca entendieron el concepto de Jem ni el espíritu de los personajes.

Nos referimos a una serie animada de culto que fue realizada por los artistas japoneses que intervinieron en la producción de algunos de los animés más importantes de las década del ´80.

Previamente en el blog ya reseñe esta serie en detalle (ver link).

Un programa que además se convirtió con el paso del tiempo en un auténtico clásico de aquellos años.

El problema con esta película es que fue concebida para capturar la atención de la generación You Tube y las fans de Justin Bieber, un segmento del público que tenía un desconocimiento absoluto del dibujo animado.

La idea de reinventar a Jem para una nueva generación no es descabellada, pero en este caso se hizo desde la ignorancia absoluta por la obra original.

Hace poco la editorial IDW editó una colección de cómics donde los personajes son trabajados en la actualidad.

Si bien la propuesta es diferente a la serie original al menos capturó con precisión la esencia del programa y la trama está bien escrita.

La película live action dirigida por John Chu, quien había hecho un trabajo decente en la última entrega de G.I.Joe, representa exactamente lo contrario y es un desastre.

La historia fue aniquilada y todos los personajes resultaron distorsionados.

Por una estúpida razón comercial las protagonistas ahora son adolescentes.

Jerrica y su hermana Kimber viven con su tía, interpretada por Molly Ringwald, y las tradicionales integrantes de The Holograms, Aja y Shana son sus primas.

A Eric Raymond, el inescrupuloso empresario musical de la serie animada, lo convirtieron en Erica Raymond (Juliette Lewis) y su hijo es Río, el clásico novio de Jem.

Personaje que encima estuvo a cargo de un actor de 28 que parece de treinta y pico y forma una pareja rara al lado de la protagonista.

El rol principal quedó a cargo de Aubrey Peeples (de la serie Nashville) que dentro de todo sale bien parada con su interpretación. El problema no es ella, sino el guión y el concepto con el que se abordó el film.

Lo mismo ocurre con el resto de las chicas que la verdad no son malas actrices e hicieron lo que pudieron con un guión extremadamente estúpido y aburrido.

Synergy la computadora que generaba los hologramas y creaba la identidad de Jem en la película es un robot pedorro que proyecta filmaciones caseras de la infancia de Jerrica. Algo que dentro del conflicto no tiene sentido.

Lo peor de la película es que tiene un mensaje pretencioso donde critica la música comercial creada por las grandes discografícas al mismo tiempo que pretende analizar el fenómeno de las redes sociales.

La gran torpeza del film de Chu es que por un lado manifiesta esta crítica en el argumento y la banda de Jem no suena precisamente como Veruca Salt, sino como una banda pop salida de un reality del Disney Channel.

Las protagonistas llegan a usar las vestimentas y el maquillaje de los personajes en la serie animada, algo que tampoco tiene sentido por la música que hacen.

La realidad es que este film no tuvo absolutamente nada que ver con la serie animada y sólo tomó el nombre del programa en el título.

Con la intención de satisfacer a los fans de los años ´80 incluyeron a último momento cameos de la creadora de Jem, la escritora Christy Marx, la vos original del dibujo animado, Samantha Newark, y la cantante que interpretaba los temas musicales de la serie, Britta Philips.

Sin embargo no fue suficiente.

La única escena decente de esta película tiene lugar en el último minuto donde aparece la banda rival de Jem,  The Misfits, que están muy bien caracterizadas y representan a los personajes del programa de televisión.

El tema es que luego de esa escena vienen pegados los créditos finales. Algo que demuestra que los productores de este film no entendieron nada.

Lo peor es que estaban tan convencidos que esta producción iba a ser un éxito que desarrollaron Jem and The Holograms como la primera entrega de una saga que jamás se desarrollará.

En Estados Unidos la película fue masacrada por los fans de la serie y la prensa que destruyeron el film por los mismos motivos.

Con la intención de llegar a un nuevo público despojaron a esta propuesta de todos esos elementos que la hicieron trascender con el paso del tiempo.

El resultado está a la vista. Una película tonta y aburrida que quedará enterrada en el más completo olvido.

Quien sabe, tal vez en algún momento Jem and The Holograms puedan tener la oportunidad de volver en una película más decente.

Si Daredevil tuvo su revancha también podría ocurrir con este ícono de los años ´80.

Dependerá de Hasbro que delegue la producción en gente que por lo menos se tome la molestia de ver cinco episodios de la serie antes de desarrollar el guión.