The Thing (1982)

La época de gloria de John Carpenter.

Luego de conseguir varios sucesos comerciales de manera consecutiva con Halloween (1978), La niebla (1980) y Escape de Nueva York (1981), el realizador se encontraba en una situación laboral excepcional.

Por primera vez en su carrera era buscado por los grandes estudios y tenía la posibilidad de conseguir financiamientos para sus propios proyectos.

Mientras tanto Kurt Russell se consolidaba como una de las nuevas estrellas de Hollywood de los años ´80.

The Thing (que en Argentina se tituló El enigma de otro mundo), su siguiente proyecto fue muy especial por dos motivos importantes.

No sólo representó uno de los trabajos más celebrados del director, sino que además brindó una cátedra de cine sobre cómo trabajar el concepto de la remake.

Hay dos manera de abordar esta cuestión.

La versión estúpida y mediocre que es la de copiar un film original con otro reparto o la alternativa creativa.

Es decir, re-imaginar una historia conocida con un enfoque diferente.

Por ese motivo sigo defendiendo la versión de Halloween de Rob Zonbie, ya que hizo algo totalmente distinto con el personaje de Michael Myers ,que no tenía nada que ver con el film de 1978, si bien mantenía el mismo conflicto.

En materia de remakes John Carpenter demostró ser un experto a la hora de abordar clásicos del cine que reconstruyó desde otra perspectiva.

Eso es lo que hace un artista en serio.

Carpenter previamente había trabajado este concepto en Masacre en el precinto 13 (1976), que estaba basada en el clásico western de Howard Hawks, Río Bravo.

En 1982 el director volvió a re-imaginar otro clásico proyecto de Hawks, La cosa del espacio exterior (1952), que había sido dirigida por Christian Nyby.

A diferencia de Halloween, donde había evitado las escenas sangrientas, Carpenter en este trabajo presentó un intenso espectáculo gore que en el momento de su estreno generó literalmente revulsión en el público y la prensa.

La película no fue bien recibida por este motivo, ya que muchos medios la encontraron extremadamente violenta y asquerosa. El problema eran las secuencias en las que el parásito alienígena atacaba a sus víctimas.

De chico nunca la pude terminar de ver porque me aterraba este film, ya que tenía escenas fuertes que al crecer uno encuentra fascinantes.

Los efectos especiales son increíbles y en mi opinión envejecieron muy bien con el tiempo. Algo que es habitual en los trabajos de este cineasta.

Un detalle loco que  diferencia la remake de la obra original es que la trama no incluye personajes femeninos. Todo el peso del argumento recae en el rol de Kurt Russell, quien brindó una gran interpretación con un personaje completamente diferente al cínico Snake Plissken.

En este caso interpreta a un científico que trabaja en una instalación de la Antártida e intenta sobrevivir los ataques de un parásito alienígena.

Sumado a la tensión y el suspenso que construía el director con esos ambientes claustrofóbicos, el film brindó una experiencia visual fascinante.

No obstante, The Thing en 1982 fue aniquilada en los medios, algo que el director sufrió mucho en su momento porque se tomó las críticas muy a pecho y la pasó mal.

Hasta el realizador del film de 1951, Christian Niby, le pegó duro al pobre John debido a la extrema violencia que presentaba esta versión.

Una producción muy odiada en aquellos días por todo el mundo, incluido por los fans de la ciencia ficción, algo que cuesta entender en la actualidad. Este rechazo tan grande generó el primer fracaso comercial en la carrera de Carpenter.

Más allá que el público no se enganchó con la propuesta, The Thing también fue opacada en la taquilla por E.T. de Steven Spielberg, que presentaba un tratamiento más positivo de los extraterrestres.

Sin embargo, con el paso del tiempo el film llegó a ser más valorado y hoy es un indiscutido clásico del género que se destaca entre las grandes joyas de Carpenter y la filmografìa de Kurt Russell.

Una película que en la carrera del director forma parte de lo que se considera su «trilogía del Apocalípsis», integrada por  El príncipe de la tinieblas (1987) y En la boca de la locura (1994).

Cabe destacar a modo de Dato Loco que esta fue una de las raras ocasiones en la que el director cedió la música de uno de sus trabajos a otro compositor. En The Thing la banda sonora corrió por cuenta de Ennio Morricone.

Los otros dos ejemplos donde se repitió esta situación fueron Memorias de un hombre invisible (1992) y su última película, The Ward (2010).

Recomiendo conseguir el dvd con el audiocomentario de Carpenter y Kurt, donde queda claro la gran amistad que existe entre ellos. Es muy gracioso porque por momentos hablan más de sus vidas privadas que de la película. Un material imperdible.

El avance original.

https://www.youtube.com/watch?v=F7t-919Ec9U