Basket Case (1982): La canasta asesina

Si no referimos al cine bizarro clase B el nombre de Frank Henenlotter es uno de los más destacados.

Un realizador que se hizo conocido por sus desquiciadas comedias de terror cuyas historias jamás se podrían haber realizado en los grandes estudios de Hollywood.

Entre sus título más recordados se encuentran Brain Damage (1988), Frankenhooker (1990) y el film que voy a destacar hoy, Basket Case, que brindó una popular trilogía dentro de este género.

La historia de los hermanos Bradley es por lejos una de las propuestas de terror más perturbadoras que vi en los años ´80 y eso que la descubrí en su versión censurada. El corte original que encontré años después resultó mucho más repugnante.

Obviamente cuando uno veía estas cosas de chico era más impresionable y resultaba aterrador, pero en realidad Basket Case era una comedia delirante imposible de tomar en serio.

La trama tiene como protagonista a un joven llamado Duane Bradley, quien una noche llega a Nueva York para instalarse en un hotel barato. Sus únicas pertenencias son una mochila y una misteriosa canasta.

En los primeros minutos de la historia se revela que Bradley transporta a Belial, su hermano gemelo siamés, quien se convirtió en una masa deforme luego que un cirujano los separara en una cirugía.

Los hermanos Bradley llegan a la ciudad para vengarse del médico que practicó la operación y le arruinó la vida a Belial.

Durante su estadía en el hotel el joven normal se enamora de una enfermera y esto despierta los celos del hermano deforme, quien no puede llevar la misma vida.

Belial, que digamos nunca fue un muchacho estable, entonces enloquece y empieza matar a todas las personas que se acercan a la canasta.

Para tratarse de una película de 1982, la ópera prima de Henenlotter era bastante arriesgada por las situaciones perversas que presentaba.

El film se hizo con muy poco presupuesto y un reparto de actores desconocidos horrendos que hacía que el film fuera más divertido por las actuaciones pobrísimas.

De hecho el equipo técnico era tan reducido que en los créditos finales Henenlotter inventó nombres ficticios en las producción para que pareciera una película más grande.

Basket Case exploró la premisa de lo que podría haber sido la vida del bebé mutante de It´s Alive (el clásico de Larry Cohen) si hubiera llegado a la adolescencia.

El film fue dedicado al padre del gore en el cine, Herschell Gordon Lewis (2000 maníacos), algo que quedaba claro en el tratamiento de la situaciones violentas que estaban plagadas de sangre.

Inclusive si la descubrís en la actualidad (está disponible en You Tube) la película sigue siendo impactante por todas las emociones que genera la historia en el espectador.

Comienza como una comedia bizarra pero luego se vuelve mucho más densa y violenta para terminar en un drama trágico.

Otro detalle interesante de este film es que el director retrató a la perfección la decadencia absoluta en la que se encontraba la ciudad de Nueva York a comienzos de los años ´80.

Hoy es una ciudad de lujo muy diferente a lo que se ve en esta película, donde el costo de vida es carísimo, pero en 1982 era un lugar deprimente para vivir.

En términos generales Basket Case fue una producción que combinó a la perfección el horror con la comedia y no fue casualidad que se convirtiera en uno de los grandes filmes de culto de los años ´80.

A diferencia de lo que ocurrió con otros filmes similares o la saga Martes 13, la ópera prima de Henenlotter tuvo muy buenas reseñas en el momento de su estreno.

Creo que esto se debió a que los críticos valoraron la irreverencia del director en el tratamiento de la historia.

Basket Case se convirtió en una auténtica película de culto y al igual que The Rocky Horror Picture Show, en los Estados Unidos se exhibió durante muchos años en las funciones de trasnoche.

La historia de los hermanos Bradley continuó con dos películas más que se estrenaron en los años ´90. En otro momento me encargaré de reseñarlas.

Este era el avance de la primera entrega.