Camelot (1967)

Retrospectiva Camelot: Episodio 12

La gran continuación live action de La espada en la piedra.

Finalmente llega el turno de destacar a una de las grandes obras maestras del mito artúrico en el cine, que en 1967 representó la obra más ambiciosas realizada con estos personajes hasta ese momento

Camelot fue la adaptación cinematográfica del popular espectáculo de Broadway, protagonizado por Richard Burton y Julie Andrews, que llegó a tener 873 funciones y se convirtió en uno de los shows teatrales más populares del los años ´60.

La historia fue una adaptación de la novela The Once and Future King, de T.H.White, la misma fuente en la que se basó La espada en la piedra.

El film producido por Jack Warner excluyó el entrenamiento de Arturo a cargo de Merlín, que se había trabajado en el film animado de Disney, y el conflicto comenzaba cuando el protagonista ya era Rey de Inglaterra y se enamoraba de Guinevere.

Si no leíste la obra literaria de White y te daba curiosidad de saber cómo seguía la vida de esa versión de Arturo, Camelot es una gran opción ya que se basa en esa historia.

Esta película presentó una ambiciosa producción épica de tres horas de duración que trascendió por las extraordinarias interpretaciones de Richard Harris (Arturo), Vanessa Redgrave (Guinevere) y Franco Nero (Lancelot).

La primera parte del film tiene un tono light y humorístico muy similar a lo que fue La espada en la piedra y La trama gira en torno al romance entre Arturo y Guinevere y el origen de la Mesa Redonda de Camelot.

El film inclusive presenta una referencia a los hechos de la producción de Disney, donde Arturo le cuenta a su esposa que Merlín solía convertirlo en distintos animales para darle lecciones de vida.

Con la llegada de Lancelot al reino el argumento se vuelve mucho más serio cuando surge el romance del caballero con Guinevere.

La trama incluyó también en roles secundarios a Merlín, Mordred, el hijo incestuoso de Arturo con Morgana Le Fay y el mismísimo Thomas Mallory, quien aparecía como un niño que se encargaba de contar la historia de Camelot.

Recordemos que Mallory fue autor de La muerte de Arturo,  la fuente literaria más popular que existe sobre esta leyenda.

Jack Warner delegó la dirección de este proyecto en Joshua Logan, un artista que contaba con gran experiencia en Broadway dirigiendo espectáculo musicales.

Más allá de las interpretaciones de los tres protagonistas, Camelot trascendió por la imponente puesta en escena que le valieron tres premios Oscar en la categoría Mejor Diseño de producción, Mejor vestuario y Mejor banda sonora.

Se trata de esa clase de producciones del viejo cine épico hollywoodense que marcaron toda una era en este arte.

En el momento de su estreno el film no fue bien recibido por la prensa que objetó su excesiva duración.

Sin embargo el público ignoró esta cuestión y Camelot se convirtió en un enorme suceso de taquilla.

Hubo dos factores claves que contribuyeron a este éxito.

En primer lugar, si bien la película era larga, la trama presentaba una historia muy entretenida que se hacía llevadera por las tres figuras principales.

Vanessa Redgrave encarnó probablemente a la versión más hermosa de Guinevere en el cine y tenía escenas musicales espectaculares.

El hecho que el conflicto se volviera más dramático a partir del segundo acto, con la aparición de Lancelot, también contribuyó a que el argumento nunca se volviera aburrido. Es decir, si bien el film es largo nunca se hace denso.

Por otra parte, no es un hecho menor que esta producción representó el escapismo perfecto en los Estados Unidos en un año donde se vivieron fuerte tensiones sociales por la Guerra de Vietnam, que empezaba a generar protestas, y los conflictos raciales.

La gente no buscaba en los cines una drama intimista que los alentara a debatir cuestiones existencialistas, sino una propuesta que los alejara por completo de todo el caos que vivía en ese momento.

Camelot en ese sentido se estrenó en el momento adecuado y funcionó a la perfección.

Obviamente si no sos amigo del género musical esta propuesta no te va a entusiasmar demasiado, pero es justo destacar que las escenas musicales son amenas y nunca se vuelven tediosas.

En este film me sorprendiereron muchísimo las canciones interpretadas por Richard Harris y Vanessa Redgrave, quienes hicieron un gran trabajo pese a no contar con experiencia en espectáculos de Broadway.

Como Franco Nero tenía un registro de voz más limitado que no estaba al nivel de sus compañeros, el actor fue doblado en las secuencias musicales por el cantante Gene Merlino.

Más allá del éxito comercial, Camelot fue la producción más importante con el mito artúrico en Hollywood hasta ese momento y con el paso de los años se convirtió en un clásico de visión obligatoria para todo fan de esta temática.

Un Dato Loco con respecto a esta producción es que representó un proyecto que cambió para siempre la vida de los tres protagonistas.

Durante el rodaje del film, Vanessa Redgrave y Franco Nero se enamoraron e iniciaron una relación donde tuvieron un hijo. Poco después se separaron y durante mucho tiempo ambos tuvieron diferentes parejas.

40 años después de enamorarse en los sets de Camelot volvieron a reencontrarse y finalmente se casaron en diciembre de 2006. Desde entonces siguen juntos.

En la película romántica Cartas a Julieta (con  Amanda Seyfried), que los tiene a ellos en roles secundarios, la trama evoca esta historia de amor a través de sus personajes.

En el caso de Richard Harris el actor quedó tan fascinado con Camelot y el personaje de Arturo, que poco después del estreno de film compró los derechos del musical de Broadway.

A fines de los años ´7o llevó la obra nuevamente a los teatros y debido al éxito del espectáculo se volvió millonario.

En 1982 volvió a encarnar a Arturo en una recordada emisión televisiva del musical producida por HBO.

Con la llegada de la década de 1970 el interés por el Rey Arturo no decayó y más producciones trabajaron esta temática desde ópticas diferentes.

El avance de Camelot.