Grandes rarezas de Marvel y DC: Night Nurse (1972-1973)

Luego de El Disney olvidado (serie de informes que sigue vigentes) llega al blog Grandes rarezas de Marvel y DC.

Una serie de notas donde voy a analizar cómics de estas compañías que nadie recuerda.

En muchos de los casos ni siquiera están relacionados con el mundo de los superhéroes y se trata de experimentos de las editoriales, donde intentaron brindarle algo diferente a los lectores.

Algunos de esos proyectos fueron propuestas que duraron muy poco tiempo en los kioskos, porque no conectaron con el público, y otros se convirtieron en revistas de culto que sigue siendo valoradas por los historiadores de este arte.

En lo personal esta nueva sección me resulta apasionante porque me obligó a indagar en las bóvedas secretas de Marvel y DC donde me encontré con cosas muy locas.

A diferencia del Disney olvidado esta nueva serie de notas no tendrá una publicación semanal, ya que la búsqueda de estas propuestas lleva más tiempo y antes analizarlas necesito leerlas.

Por suerte gracias a esos maravillosos fanáticos que como yo se apasionan por la historia del cómic y no se limitan a leer lo que está de moda, hoy hay un montón de material disponible dando vueltas en la web.

En esta primera entrega voy a comenzar con Marvel y una obra de culto que recientemente fue re-editada por la compañía para una nueva generación de lectores.

A comienzos de los  años 70 la editorial a cargo de Stan Lee intentó expandir sus negocios con una propuesta que tuvo la intención de capturar la atención del público femenino.

Lee junto con Jack Kirby habían sido décadas atrás los creadores y reyes del cómic romántico y en esta oportunidad decidieron resucitar el concepto con un proyecto diferente.

Antes que la compañía se llamara Marvel, bajo el nombre de Atlas Cómics, hubo un personaje que tuvo un éxito moderado entre 1961 y 1963.

Su nombre era Linda Carter, estudiante de enfermería, quien con mucha compasión se esmeraba en atender a toda clase de pacientes, al mismo tiempo que tenía algunos enredos amorosos con un doctor residente de un hospital.

La enfermera funcionó muy bien en el público adolescente y las chicas solían mandar cartas a la editorial con diseños de los potenciales peinados y vestuarios que podría usar el personaje.

Algo que ocurriría también con otro popular personaje que conoceremos más adelante en esta sección.

El problema que tenía Linda Carter es que era un cómic para chicas escrito por hombres y las historias presentaban una visión masculina del mundo en el que se desenvolvía la protagonista.

En 1972 Stan Lee decidió que el regreso de la enfermera tenía que ser trabajado por mujeres para llegar mejor a las potenciales lectoras y por ese motivo delegó los guiones en Jean Thomas, una de las jóvenes escritoras con la que contaba el staff editorial en ese momento.

Jean creó un interesante drama médico, muy del estilo de lo que más tarde serían la series de televisión Chicago Hope y E.R.Emergencias, donde le dio a Linda Carter una mayor complejidad.

La idea de la guionista era atraer con una propuesta de drama y misterio el mismo target de lectoras que consumían las novelas de Nancy Drew.

La trama se desarrollaba en un hospital público de Nueva York y los conflictos giraban en torno a tres personajes que eran muy interesantes.

Linda Carter

La nueva versión de Linda era mucho más atractiva visualmente y tenía que lidiar con un conflicto que en ese momento era una realidad para muchas mujeres.

Carter finalmente se había recibido de enfermera pero antes de la graduación conocía a Marshall, un exitoso empresario que se enamoraba de ella.

El problema es que el hombre no quería que trabajara en el hospital y deseaba tenerla como compañía en sus viajes de negocios.

Marshall complicaba más la relación cuando le da un ultimátum a Linda:

Se casaba con él en la exótica ciudad de Buenos Aires (loca elección de Jean Thomas) o se terminaba la relación.

Linda entonces debía lidiar desde el primer número con un dilema interesante. Seguir la carrera que le apasionaba y tanto esfuerzo había costado conseguir o convertirse en una esposa trofeo con todas las comodidades.

El personaje luego se integró a la comunidad de superhéroes y reapareció con un look mucho menos atractivo en el 2004, en el número 58 de Daredevil donde atendía a un malherido Matt Murdock.

Hace poco, con un nuevo diseño mejorado, que la presentaba como una chica morocha, Linda fue parte del excelente cómic de Doctor Strange, The Oath.

Georgia Jenkins 

El conflicto de Georgia no era menos interesante.

La enfermera negra provenía de un guetto de Nueva York y era la única miembro de su familia que había conseguido una educación formal. Las experiencias que tuvo en el peligroso barrio donde vivía le dieron un carácter más fuerte que el resto de las protagonistas y dentro del grupo de enfermeras era la que mayor fortaleza emocional presentaba.

Georgia además debía lidiar con los problemas sociales de su barrio y el mundo del crimen que seducía a su hermano.

Christine Palmer 

El trío protagónico de Night Nurse se completaba con una chica pelirroja que también lidiaba con un conflicto atractivo.

Chistine pertenecía a una familia aristocrática de Nueva York y tenía una graves crisis con su padre cuando decidía abandonar los lujos de la mansión Palmer para convertirse en enfermera y hacer una carrera profesional por su cuenta.

Para los Palmer el hecho que su hija trabajara en un mugroso hospital público era una ofensa para la imagen de la familia.

Christine era un personaje muy interesante porque tenía que lidiar con dos conflictos simultáneos. La pelea con sus padres debido a su independencia profesional y el prejuicio que tenían el resto de las enfermeras por el hecho que provenía de la clase alta.

En el primer número del Night Nurse se crea una tensión muy interesante entre ella y Georgia Jenkins por esta cuestión.

Con el paso del tiempo Christine tuvo apariciones en varios cómics de Marvel y en el cine se la puede ver en la película de Doctor Strange interpretada por Rachel McAdams.

Night Nurse tenía muy buenas ilustraciones de Winslow Mortimer y los guiones de Jean Thomas combinaban muy bien el drama con el suspenso. Ni hablar de los personajes que tenían un enorme potencial para ser desarrollados.

Lamentablemente el cómic no llamó la atención de los lectores de ningún género y luego de cuatro números se canceló.

Tal vez si las tramas se hubieran conectado un poco más, al menos con referencias al mundo de los superhéroes, el proyecto habría funcionado mejor.

De acuerdo a Jean Thomas un problema que tuvo la serie es que el romance fue trabajado con mucha más seriedad que otros cómics románticos de ese momento y las lectoras preferían los enredos cómicos en lugar del drama.

Lo cierto es que con el paso del tiempo Night Nurse se convirtió en una obra de culto de Marvel por la manera en que la editorial abordó un género diferente.

El año pasado se editó un tomo que reúne los cuatros números originales de la serie, más la historia de Daredevil que trajo de regreso en el 2004 a Linda Carter.

Veremos que depara el futuro para estas atractivas enfermeras que siguen vigentes en el universo d