Locademia de policía 6: Ciudad sitiada (1989)
Desde que se estrenó Locademia de policía en 1984, los estudios Warner estrenaron una continuación por año, sumado a la serie animada dirigida al público infantil de 1988.
Para 1989 la compañía había generado un desgaste tan grande de los personajes que la sexta entrega pasó prácticamente desapercibida en los cines.
Con una recaudación paupérrima de 11 millones de dólares, el film resultó uno de los mayores fracasos de ese año, donde el género de la comedia tuvo un peso importante entre los estrenos de cine.
Producciones como Querida encogí a los niños, Cazafantasmas 2, Las aventuras de Bill y Ted, Ciego sordos y locos y hasta Cousins, la incursión hollywoodense de Norma Aleandro dirigida por Joel Schumacher, tuvieron más convocatoria en los cine con mejores resultados de taquilla.
Locademia de policía claramente fue víctima de la codicia del estudio Warner que explotó hasta el límite estos personajes generando un cansancio en el público.
A diferencia de otras sagas como Martes 13 y Pesadilla que tenían una base fiel de seguidores en esta franquicia, el público era más general y eventualmente se terminó aburriendo de los excéntricos policías.
Sobre todo porque desde los aspectos artísticos tampoco había ninguna evolución.
En esta sexta entrega los productores encima cometieron el gran error de descartar en la historia al loco Zed, que tenía numerosos seguidores en el público infantil a raíz de la serie animada y era uno de los pocos ganchos que le quedaban a esta propuesta.
La trama era extremadamente sencilla y se enfocaba en la misión de los hombres del Comandante Lassard por detener una banda de ladrones de joyas.
No se esforzaron mucho con el argumento.
El reparto se enfocó en los personajes conocidos que todavía seguían en la saga, como Hightower, Tackleberry, Hooks y Callahan y Jones, además del Capitán Harris y su asistente Proctor.
El sargento Nick, que en la entrega previa había sido el reemplazo de Mahoney, acá quedó relegado un rol muy secundario y el grupo carecía de un líder carismático.
Una vez más el humor volvía a reciclar situaciones de humor que ya se habían visto en las entregas anteriores y la película dejó de ser graciosa.
Ni siquiera el regreso del torpe sargento Fackler, interpretado nuevamente por Bruce Mahler, que había quedado afuera de todas las secuelas previas, logró generar una mínima atracción.
En esta película se veía a los actores cansados de hacer los mismos chistes y cómo todo el humor estaba forzado la sexta entrega como propuesta de comedia resultó un fiasco.
A esta altura las locuras de Tackleberry con las armas se volvieron predecibles y los efectos de sonido de Jones ya no tenían gracia.
Esta entrega fue dirigida por Peter Bonerz, un actor de televisión que no supo aportarle ningún elemento fresco a esta saga que se estancó en situaciones de comedia física redundantes.
En el momento de su estreno Locademia de policia 6 duró poco tiempo en la cartelera y enseguida fue levantada de los cines.
Creo que de todas las continuaciones esta se debe destacar entre la menos recordadas, ya que la supuestas escenas graciosas son olvidables.
Lo único positivo es el póster ilustrado de Drew Struzan que al menos era atractivo.
Como habrá sido de mala que ni me acordaba que alguna vez La había visto.
De hecho pensé que ya venía misión a Moscú!!!!