Historia de Wonder Woman

Capítulo 10: El fin de un era

Durante la Segunda Guerra Mundial las mujeres por primera vez en la historia pasaron a tener trabajos de tiempo completo y reemplazaron en las fábricas a los hombres que se habían incorporado a las fuerzas armadas.

Mientras tanto, en la ficción, Wonder Woman sobresalía como el máximo personaje femenino de los cómics y además de pelear contra los nazis su revista educaba a los chicos con las biografías de mujeres famosas.

En sus aventuras Diana le enseñaba a las niñas que tenían el potencial de ser lo que ellas quisieran en la vida y a los varones les refutaba el concepto del «sexo débil» que estaba instalado en la sociedad.

Tras el fin del conflicto bélico no había vuelta atrás y una nueva generación de jóvenes se había educado con las filosofías de William Marston,

Lamentablemente cuando el proyecto del psicólogo había alcanzado sus objetivos, William sufrió un ataque de polio a los 50 años que lo dejó con dificultades para caminar por el resto de su vida.

Sinembargo, pese al deterioro de su salud nunca dejó de trabajar en la revista de Wonder Woman.

Aliviado por el hecho que ya no era necesario incluir mensajes patrióticos, debido a que la guerra había terminado, las historias de Marston en esta etapa se volcaron hacia el género de la fantasía y la mitología.

Diana dejó de combatir a los nazis para enfrentar íconos legendarios de distintas culturas como los leprechauns de las leyendas celtas y personajes originales de su creación.

Entre las novedades más bizarras se destacaron la villanas psicópatas denominadas Speed Maniacs from Mercury que estaban en sintonía con el tipo de ciencia ficción que empezaba a cobrar fuerza a fines de los años ´40.

Por aquellos días la vida personal de Marston sufrió otro golpe terrible cuando le diagnosticaron cáncer de pulmón. Aunque su salud empezó a deteriorarse con rapidez toda su atención la concentró en el cómic de Wonder Woman con la ayuda de su familia y varios asistentes,

Nadie pudo saber si el artista intuía que le quedaba poco tiempo de vida, pero en el último cómic que escribió se percibe claramente un espíritu de despedida.

Marston concibió su última una historia con una aventura épica donde presentaba 75 viñetas con situaciones de bondage y un conflicto en el que Diana se enfrentaba a todos sus enemigos clásicos.

William Marston falleció a los 53 años el 2 de mayo de 1947 y su último cómic titulado, Villainy Incorporated, se publicó en marzo de 1948.

En mi opinión, el cómic más erótico de Wonder Woman.

A Marston no le importó nada y el contenido bondage es uno de los elementos principales de esta historia, donde todos los enemigos de Diana se unen para someter a la heroína y su madre.

 A lo largo de la trama Diana aparece en el rol de esclava sumisa capturada por sus enemigas.

Luego la situación se volvía a favor de la amazona y era ella quien sometía a las villanas con la ayuda de Etta Candy las Holiday Girls.

En la última viñeta la Reina Hipólita expresaba un concepto 100 por ciento Marston:

La verdadera felicidad se encuentra en la obediencia a la autoridad.

Poco después de la muerte del psicólogo el editor M.C. Gaines falleció en un accidente náutico y con esa tragedia la editorial DC tuvo que hacer frente a un serio problema.

El cómic que más vendía se había quedado acéfalo en su equipo creativo.

Marston había tenido el control absoluto de su obra y ahora que había fallecido los artistas del staff de la editorial no sabían como abordarla.

A esto se sumó una crisis en el género de superhéroes producto de un cambio en el consumo de los lectores.

Los seguidores de los cómics abandonaron las historias de este tipo para centrarse más en la ciencia ficción, el western y en el caso de las mujeres, el romance.

Las ventas de las mayoría de los productos de DC se fueron a pique y los clásicos héroes desaparecieron de los kioskos.

Sólo sobrevivieron las tres figuras que pasarían a integrar la legendaria Trinidad de la compañía.

Superman, Batman y Wonder Woman se convirtieron en el último bastión del género y lograron conservar a su público.

Durante este tiempo de crisis el editor Sheldon Meyer, quien se encargaba de pulir los guiones de Marston, se hizo cargo de los guiones mientras que Harry Peter continuó a cargo de las ilustraciones.

Años después Meyer describiría esa etapa en una entrevista como «el mayor desafío de su carrera».

En DC se dieron cuenta que si no generaban cambios en el staff de Wonder Woman el personaje corría el peligro de desaparecer para siempre.

Por ese motivo Meyer  fue desvinculado del cómic y los guiones quedaron a cargo de Robert Kanigher, quien cumpliría esa función durante los siguientes 20 años.

La familia Marston ya no tenía control sobre el personaje, que ahora pertenecía a DC y los fans de Wonder Woman, recibieron un puñal en el corazón.

Kanigher apostó a la estrategia de capturar el público femenino y la heroína sufrió un cambio radical.

De repente, Diana dejó de ser la amazona independiente que luchaba por la igualdad de los sexos para convertirse en un exponente de la ama de casa de fines de los años ´40.

El mensaje progresista que había tenido hasta ese momento fue erradicado y DC publicó en diciembre de 1949 una de las portadas más tristes y controversiales en la historia del personaje.

En el número 94 de Sensation Comics Diana aparecía en los brazos de Steve Trevor, quien a partir de ese momento se volvió un personaje muy irritante.

Diana era retratada como una mujer más frágil y sus conflictos se centraban en su vida sentimental.

La famosa sección que describía la biografía de grandes mujeres famosas de la historia, Wonder Women of History, fue  reemplazada por Marriage a la Mode, que describía curiosidades de los casamientos en distintas culturas del mundo.

Los cambios que hizo la editorial DC fueron más allá de los aspectos estéticos y en este caso hubo una censura de la ideología y cultura que representaba la heroína.

Mientras la Wonder Woman de Marston alentaba a las lectoras a que fueran independientes, la nueva visión de la compañía reforzaba la idea que el lugar correcto de la mujer era en la casa al cuidado de sus esposo.

El núcleo de los conflictos se centraron principalmente en el dilema de Diana por el casamiento con Trevor. Afrodita le advertía que si se casaba con un hombre perdería sus poderes y ella debía decidir si continuaba con su misión en la Tierra o se convertía en la pareja de Steve.

Wonder Woman se transformó literalmente en la clase de personaje femenino que William Marston detestaba en los cómics.

Una situación que estuvo relacionada con el éxito de Jack Kirby, creador del Capitán America, y Stan Lee en Young Romance, una historieta romántica que tenían la misma ideología.

En la intención de capturar el público femenino se hicieron estas modificaciones que distorsionaron por completo al personaje.

Durante esta etapa Wonder Woman pasó a desempeñarse como niñera, modelo publicitaria en inclusive actriz de cine.

En estos primeros números a cargo de Kanigher hubo varias historias donde la protagonista se relacionaba con los grandes estudios.

Un claro tiro por elevación a los productores de Hollywood para que se interesaran por el personaje.

A fines de los años ´40 Batman y Superman ya habían sido llevados con éxito al cine pero Wonder Woman no habían conseguido entusiasmar a los estudios.

Habría que esperar hasta el 2017 para que tuviera su película en la pantalla grande y las pocas producciones audiovisuales que se hicieron con ella estuvieron relacionados con los cambios culturales que se produjeron en la sociedad en esos momentos determinados .

Superman y Batman tuvieron sus sagas cinematográficas pero con la heroína no pasó lo mismo por una simple razón.

Wonder Woman fue un personaje que desde su concepción generó INCOMODIDAD.

En una sociedad que se rige por el machismo, la idea de una mujer independiente que centraba su carácter a través de principios pacifistas en pos de la cooperación mutua entre los sexos no es fácil de digerir para todo el mundo.

Wonder Woman siempre apuntó a romper con esos paradigmas culturales y nunca le fue fácil derribar esas estructuras de pensamiento establecidas en nuestra cultura.

Una cosa distinta era presentar heroínas masculinizadas como la versión femenina del Zorro o Tiger Girl, que vimos en episodios previos, que un personaje cuya mayor fuerza residía en la compasión.

Menos cuando el cómic tenía un mensaje que apuntaba a empoderar a las chicas con una ideología diferente. En la mentalidad de los ejecutivos de la segunda mitad del siglo 20, los varones » de verdad» no leían Wonder Woman y ningún padre compartiría con su hijo una película de ese tipo.

Un pensamiento que no fue completamente erradicado en estos días.

De hecho, salvo por Joss Wheddon que llegó a escribir un guión, no hubo mucho cineastas que se interesaran por la heroína de Marston y Warner terminó por delegar la realización del nuevo film en una directora.

Lo mismo ocurre con los lectores de cómics que en su mayoría prefieren seguir la historias de una Elektra sanguinaria o Viuda Negra, que son otros dos exponentes de las heroínas masculinizadas, a diferencia de la amazona cuyo perfil va por otro lado.

Con el inicio de los años ´50 los lectores empezaron a manifestar su queja por estos cambios que había sufrido el personaje de Marston y Robert Kanigher se dio cuenta que tenía que implementar modificaciones importantes en las historias para evitar que el cómic terminara cancelado.

Así comenzaba un proceso que sería constante en la historia de Wonder Woman en la décadas siguientes y se resume en una palabra: Relanzamiento.

Una nueva era comenzaba para la amazona y todos los héroes del cómic.

Continuará.