Dawn of the Dead: El corte del director

Los fans del terror alrededor del mundo la eligen como la más grande película de zombis en la historia del género y la verdad que es un argumento difícil de refutar.

Night of the Living Dead en 1968 originó la segunda generación de muertos vivos en el cine, personajes que hasta ese momento habían estado relacionados con la magia negra y los hechizos voodoo.

George Romero concibió un concepto diferente de zombis y creo una obra emblemática que hoy es un clásico indiscutido dentro de esta temática.

Si bien aquella película no fue un gran éxito taquillero recuperó su presupuesto y le dio la posibilidad a Romero de gestar otro proyectos.

El cineasta que se negó a realizar una continuación con los zombis y exploró historias diferentes en su carrera, como esa horrible comedia romántica que fue There is Always Vanilla (1971), Season of the Witch (1972), The Crazies y la subestimada Martin (1978), que marcó su primera colaboración con Tom Savini, especialista en efectos especiales.

Lo interesante de Dawn of the Dead es que fue una película que surgió gracias al director italiano Darío Argento, quien era fan de Night of the Living Dead, y no sólo se encargó de conseguir el financiamiento, sino que alentó a Romero a que escribiera el guión.

El resultado fue una producción que abordó el apocalipsis zombi con mayor intensidad y una producción más ambiciosa.

Una particularidad de esta propuesta es que existen tres cortes diferentes donde se puede disfrutar la historia desde diversos ángulos.

El mejor de todos, en mi opinión, es el denominado «Corte del director», que presenta la versión original de 139 minutos sin censura.

Esta es la película que Romero presentó en 1978 en el Festival de Cannes.

Luego está el corte adicional del director que redujo la película a 127 minutos, además de mitigar el contenido de violencia. Esa fue la versión que eventualmente se estrenó en todos los cines del continente americano.

Darío Argento por su parte controló la exhibición del film en los países europeos y creó un corte que redujo la película a 116 minutos con una banda sonora diferente.

Creo que el impacto de ver esta película por primera vez, especialmente en la versión de 139 minutos, es una experiencia que queda grabada en la mente para siempre.

Dawn of the Dead, no sólo es la mejor obra de Romero, sino que además presenta los primeros 20 minutos más intensos que se concibieron en un film de terror.

Desde entonces muchos otros cineastas intentaron copiar esta producción pero el resultado no fue el mismo.

A diferencia de la película de 1968, que presentaba el surgimiento de la epidemia zombi, en este relato los Estados Unidos ya se encuentran en una crisis apocalíptica donde el orden social se encuentra cerca de sus extinción.

Salvo por lo rednecks del sur que junto al ejército lograron dominar a los muertos vivos en las zonas rurales, las localidades urbanas se encuentra en un completo caos.

La película se concentra en una productora de televisión, el piloto de un helicóptero y dos miembros de un comando SWAT que tratan de encontrar refugio de los zombis en un shopping center.

La introducción de los personajes principales es extraordinaria y Romero sorprende en este primer acto con escenas de violencia extrema que son perturbadoras de ver.

La trama no da respiro y hasta el momento en que los protagonista llegan al shopping, Romero presenta un dominio absoluto del suspenso.

Luego su narración, para el desconcierto del espectador, cambia su registro y la historia se centra más en el terreno de la sátira.

El director no se destaca precisamente por elaborar los comentarios sociales de sus obras con sutileza, sino que le tira el mensaje por la cabeza al espectador para que nadie dude lo que deseaba expresar.

En Dawn of the Dead la crítica que presenta al consumismo está desarrollada con originalidad y da lugar a numerosas escenas absurdas que llegan a ser graciosas.

Según Romero esta producción la concibió como una comedia de humor negro y por ese motivo la música que suena en el ambiente del shopping center refuerzan los momentos más disparatados.

En el corte de Darío Argento, por el contrario, la banda sonora le dio un marco mucho más serio al relato y en ese caso se hace más difícil ver a esta historia como una sátira graciosa.

Un arte en peligro de extinción

Esta película no habría sido la misma sin la brillante labor de Tom Savini, quien fue responsable del maquillaje de los zombis, los efectos especiales y las escenas de riesgo.

La artesanía de su trabajo es muy admirable porque con recursos mínimos y mucha creatividad logró concebir algunas de las escenas más impactantes que se vieron en el cine de terror de los años ´70.

Secuencias como el operativo policial, con los zombis cautivos en el edificio, logran ser escalofriantes por la brutalidad y realismo que tienen los momentos de acción.

Hoy el arte de Savini prácticamente se encuentra desaparecido debido a los efectos digitales que rigen la producción del cine actual.

Sin embargo, el CGI no logra generar el mismo impacto en el cine de terror y cuando los efectos están mal trabajados se ven muy artificiales.

Luego de su labor en Dawn of the Dead, Savini fue responsable de los efectos de la primera entrega de Martes 13 y enseguida se consolidó como uno de los grandes expertos de ese campo hasta fines de los años ´90.

Período en que los estudios de cine empezaron a relegar esta tarea en el uso de las herramientas digitales.

Desde entonces Tom enfocó su carrera como actor, por lo general en producciones clase B, donde sigue vigente en estos días.

Dentro del reparto la figura más destacada resultó Ken Foree, quien interpretaba a un policía del comando SWAT y quedó en el recuerdo como uno de los personajes más idolatrados del género.

Foree tuvo su gran debut en el cine con esta película y desde entonces nunca dejó de trabajar en infinidades de producciones para el cine y la televisión.

Entre las situaciones caóticas que ofrece la trama, que incluye a los zombis devorando intestinos humanos, hay dos cosas que siempre me hicieron reír de esta película y me encantan.

Me refiero a los detractores de los expertos que hablan en televisión, quienes gritan desaforados detrás de las cámaras y están en desacuerdo con todo los argumentos que expresan los invitados.

Ningún productor los hace callar y agreden a los entrevistados como si estuvieran en una cancha de fútbol.

Esas escenas son muy graciosas.

También soy muy fan de la zombi enfermera, que por razones que no puedo explicar, me genera simpatía.

Dentro de la horda de muertos vivos es un personaje bizarro que llama la atención y resulta divertida.

Cómo llegó al shopping la enfermera zombi es un misterio, pero siempre me alegró que no la mataran al final de la película.

Una buena decisión del director a quien también le gustaba el personaje.

Desde 1978 se hicieron infinidades de producciones similares pero ninguna pudo superar a Dawn of the Dead que es un clásico que se disfruta después de tantos años.

La base de fans que tiene este film es tan gran que el shopping que funcionó como el escenario principal de la historia sigue abierto actualmente y recibe anualmente a miles de turistas de todo el mundo que viajan a la ciudad de Monroeville, en Pennsylvania, para recorrer las locaciones originales.

Los dueños del establecimiento también aprovecharon el fenómeno y suelen organizar eventos especiales donde participan George Romero junto a los miembros del reparto.

En materia de dvd la mejor opción que recomiendo conseguir es la edición definitiva de Dawn of the Dead, que incluye los tres cortes existentes de la película.

No obstante, la mejor versión es la de 139 minutos, donde se desarrollan las historias de los personajes principales, y se puede conseguir también en internet.

El avance original que vendía muy bien esta obra maestra del cine de terror.