Historia de Wonder Woman
Capítulo 30: La inolvidable etapa de Gerry Conway
It’s a long way to the top
If you wanna rock ‘n’ roll.
Sabias palabras de AC/DC que tranquilamente se podrían aplicar a la bibliografía de Wonder Woman en los cómics.
El camino a la gloria de la amazona fue ríspido pero eventualmente encontró su rumbo y volvió a destacarse entre las historietas más relevantes de la editorial DC a fines de la década del ´70.
La serie de televisión con Lynda Carter y la franquicia de los Super amigos contribuyeron a que la heroína recuperara su popularidad.
Sin embargo, a la editorial todavía le costaba encontrar un equipo creativo sólido que mejorara las ventas de la revista.
En 1979 Ross Andru, el ilustrador que había renovado la apariencia física de la amazona en los años ´50, volvió al cómic como editor y por un breve período Paul Levitz se hizo cargo de los guiones.
Levitz brindó buenas historias en una etapa extraña donde Diana pasó de ser una empleada administrativa de la Naciones Unidas a piloto de la NASA.
Para alegría de los fans del personaje, la revista volvió a recuperar su calidad artística con la incorporación de Gerry Conway como guionista principal.
Uno de los grandes maestros del cómic norteamericano que tuvo la particularidad de engrandecer los títulos que trabajaba.
En Marvel brindó argumentos que luego se convirtieron en clásicos de este arte, como la muerte de Gwen Stacy en Spiderman, sobresalió como escritor de Los Cuatro Fantásticos, contribuyó a crear esa joyita de los años ´70 que fue La tumba de Drácula y fue uno de los creadores del Punisher.
Su incorporación a Wonder Woman fue muy bien recibida por la trayectoria que tenía hasta ese momento y no defraudó para nada.
Conway volvió a engrandecer esta revista además de brindar algunos cambios interesantes.
Su debut tuvo lugar con el número 259, de septiembre de 1979, en el que presentaba Diana al borde del colapso mental con todas la situaciones que había vivido hasta ese momento.
Conway hizo hincapié en las repercursiones emocionales que generaban en la protagonista la segunda muerte de Steve Trevor y el hecho que Mike Bailey, un nuevo pretendiente que no llegó a tener demasiado peso, resultara ser un espía ruso.
Cuando la cabeza de Diana estaba a punto de estallar con tantos problemas, los dioses griegos Hermes y Marte conspiraban para acabar con Wonder Woman y hacer desastres en la Tierra.
Hermes le robaba los brazaletes de la sumisión a Afrodita y la heroína perdía el control de sus poderes, motivo por el cual se convertía en una amenaza para el planeta Tierra.
Gerry Conway le dio más profundidad a la heroína en ese arco argumental y dejo en claro que la nueva Wonder Woman iba a ser mucho más activa en materia de acción.
Un elemento que se consolidó en los números 263 y 264 (ambos de 1980) donde Diana se enfrentó al villano argentino, El Gaucho.
El hombre de las Pampas era un mercenario que andaba en un caballo que volaba y su arma principal eran unas boleadoras con explosivos.
Una organización criminal lo contrataba para asesinar a un senador norteamericano y aunque el argentino en un principio lograba contener a la amazona luego terminaba por demostrar que era un villano clase B sin relevancia.
Lo interesante de esta historia es que Diana resuelve el caso con un tremendo puñetazo al gaucho, quien quedaba fuera de combate de un modo humillante.
A partir de este número Wonder Woman se enfoca más en la acción y ya no tiene tanto reparos en usar los puños cuando la situación lo demanda.
A comienzos de 1980 Len Wein, quien había sido responsable del famoso arco argumental de las 12 pruebas de Wonder Woman, se incorporó como editor y junto con Conway desarrollaron varios cambios en la revista.
Donna Troy (Wonder Girl) que se había quedado sin cómic tras la cancelación de los Titanes pasó a protagonizar aventuras individuales como complemento del relato central.
Un tiempo después, cuando los Titanes fueron relanzados en el mercado otra vez, ese espacio lo ocupó Huntress (La Cazadora), quien se convertiría en un exitoso complemento del cómic de Wonder Woman.
Esta propuesta enseguida se ganó la simpatía de los lectores y presentaba las aventuras de Helena Wayne, la hija de Batman y Gatúbela en un mundo paralelo llamado Tierra 2.
Las historias estuvieron a cargo de Paul Levitz y Joe Staton, quienes contribuyeron también a que la revista de Wonder Woman recuperara su condición de best seller.
La segunda resurrección de Steve Trevor
En esta etapa del cómic Conway y Len Wein decidieron redimir a uno de los personajes más odiados de DC con un nuevo enfoque.
La segunda resurrección de Steve Trevor fue uno de los arcos argumentales más famosos de esta etapa que se inició en el número 270 (1980).
En este relato Wonder Woman, quien ya no quería saber nada con el mundo violento de los hombres, decide abandonar la Tierra para volver a Isla Paraíso con el resto de las amazonas.
La reina Hipólita, que intuye que la tristeza de su hija se relaciona con la muerte de Trevor, convoca a la diosa Afrodita para rogarle que quite de la mente de Diana los recuerdos del soldado.
Sin embargo, Afrodita se compadece por los sufrimientos que vivió Diana y no tiene mejor idea que resucitar a Trevor.
Ahora bien, las cosas se complican más cuando la diosa griega le revela a Hipólita que el hombre que se estrella otra vez con su avión en Isla Paraíso en realidad es el Steve Trevor de un mundo paralelo.
Seguimos con un fuerte hincapié en los universos alternativos y todo la culpa es de Barry Allen, como siempre.
Aunque más adelante trataremos ese tema.
Diana, por obra de Afrodita, pierde todo recuerdo del Trevor original y al tomar contacto con el nuevo soldado se enamora de él como si lo nunca lo hubiera conocido previamente.
Para sorpresa de todo el mundo el nuevo Steve Trevor tuvo un perfil mucho más ameno y su personalidad era muy similar a la de Duke del cómic de G.I.Joe de Marvel.
Trevor dejo de comportarse como un idiota y adquirió una personalidad más fuerte que se acoplaba bien con la Diana.
Evidentemente la única redención para este personaje era que proviniera de un mundo paralelo, ya que la versión original era infumable.
Gerry Conway y Lein Wein relegaron a Steve a un rol secundario y la historieta retomó los elementos clásicos con un giro diferente.
Diana volvió a convertirse en una oficial del inteligencia del Pentágono y dentro de este marco se produjo el memorable regreso de Etta Candy después de 24 años.
La nueva Etta tenía mucha más profundidad y adquirió un perfil serio y dramático.
Su obesidad se relacionaba con un cuadro depresivo que le generaba su soledad. La comida era la vía de escape a sus problemas y eventualmente superaba esta cuestión cuando encontraba el apoyo y la compañía de Diana.
Dentro de esta gran etapa de Gerry Conway, el número 280 (1981) brindó uno de los mejores arcos argumentales que tuvo Wonder Woman a comienzos de los años ´80.
En la garra de los demonios fue un relato que no sólo hizo historia por retratar (por primera vez) a la protagonista en un sensual conjunto de lencería, sino que además reunió a la princesa amazona con un personaje muy especial.
A través de un conflicto de tono esotérico, que tranquilamente podría haber sido protagonizado por Doctor Strange, Wonder Woman unía fuerzas con el demonio Etrigan para rescatar a Etta Candy de un mundo sobrenatural donde había sido secuestrada.
Juntos se enfrentaba a un hechicero satanista y la dupla que conformaban era fantástica.
Dos figuras con personalidades opuestas que funcionaban a la perfección por el modo en que se complementaban.
Nadie hubiera imaginado hasta ese momento al demonio Etrigan como compañero de Diana y Conway trabajó el concepto de un modo excepcional.
Un nuevo uniforme
A comienzos de 1982 la revista presentó un nuevo equipo creativo que continuó con el buen trabajo realizador por Conway y Wein.
Dos artistas importantes de DC como Roy Thomas y el ilustrador Gene Colan se hicieron cargo del cómic y le dieron una nueva dirección a las aventuras de la amazona.
En octubre de 1981 se cumplió el 40 aniversario del personaje y para celebrarlo la presidenta de DC en ese momento, Jenette Khan creó la Fundación Wonder Woman que tenía una función muy particular.
Financiar los estudios de mujeres de más de 40 años que por haber dedicado todo su tiempo a las tareas de amas de casa nunca habían tenido la posibilidad de desarrollar una carrera profesional.
La fundación en la actualidad sigue vigente y organiza numerosas tareas humanitarias.
En un cómic especial que se editó en 1982 para promocionar la nueva etapa de Roy Thomas, Diana era abordada personalmente por miembros de la fundación.
Las mujeres le explicaban que organizaron el grupo para promover los derechos de las mujeres alrededor del mundo y le ofrecían un nuevo top con la iniciales de Wonder Woman para que las representara.
Diana en un principio se muestra escéptica con la idea pero luego su madre le recuerda que el cambio de vestuario es por una buena causa que ella inspiró.
Así fue que el uniforme con el emblema del águila que había sido tan criticado en el pasado por representar al gobierno norteamericano fue reemplazado por las dos W.
Vestimenta que la heroína usaría hasta en las décadas siguientes.
De esa manera se inició una nueva etapa argumental que luego sería víctima del enorme caos editorial que complicó a la compañía DC a mediados de los años ´80.
Continuará.
Una buena epoca para los comics, cuando se actualizaban o evolucionaban los personajes respetando sus bases, sin el oscurecimeinto de los 80 ni la «Imagenizacion» de los 90.
Muy bien como en esta etapa se hace el incapie de como Diana es inspiradora para tantas personas, eso es una cosa para criticar a la pelicula, ahi solo esta interesada en matar no inspira a nadie a nada.
En los comics esa es para mi la principal diferencia con el resto de la trinidad DC, desde un primer momento Diana busca eso, Superman lo hace indirectamente y Batman no le interesa.
Que buen personaje q es Etrigan!!, pero para mi es de esos que solos no funcionan tan bien, pero lo cruzas con cualquiera y sacas muy buenas historias, lo mismo le pasa a la antorcha humana en Marvel.
El tema con la película es que también era una historia de origen y no había tanto tiempo para enfocarse en este aspecto del personaje. Cuando surgieron estas historias de Gerry Conway, el cómic ya estaba establecido con más de 40 años de historia. De todos modos se resuelve muy bien esta cuestión en el final con la actitud que toma hacia Dr. Poison. Es un breve fragmento donde se puede disfrutarla esencia del personaje.
Igual me gustaría ver a Diana en sus próximas apariciones con menos escudo y espada. Eso es para Red Sonja.
Espero lo mismo Hugo, pero creo q no va aser,la espada y escudo vinieron para quedarse, como la gabardina de starlord
ja ja, sí lamentablemente parece el camino.