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Historia de Wonder Woman: Volumen II

Capítulo 62: La era de John Byrne (Segunda parte)

Con el número 101, publicado en septiembre de 1995, comenzó la nueva etapa del cómic a cargo de John Byrne.

El autor sentó las bases de lo que sería su tratamiento del personaje en las dos primeras páginas de este ejemplar donde nos encontramos con Diana revoleando tanques en las calles de una ciudad, mientras se enfrenta a una banda de delincuentes.

El autor se encargó de restablecer a la protagonista de entrada entre los seres más poderosos de DC y no le dio le respiro a los lectores, con un conflicto que se centraba en la aventura y la acción.

Durante el primer arco argumental de esta etapa Wonder Woman se enfrenta cara a cara con Darkseid en una batalla épica que retrataría por primera vez la destrucción de Themyscira.

Una idea con la que en décadas atrás varios autores habían amagado ejecutar pero al final Diana siempre salvaba el día.

Byrne no sólo retrató la destrucción de Themyscira sino que además miles de guerreras amazonas morían en la batalla contra los parademonios de Darkseid, quien tendría una fuerte presencia en esta etapa.

La Reina Hipólita afectada por la muerte de Artemis, que había sido su responsabilidad, aunque luego resucitó, se exiliaba de la isla que quedaba acéfala en su gobierno.

Diana entonces optaba por cederle el reinado a Philipus para continuar con su misión en la Tierra bajo el rol de Wonde Woman, donde iniciaría una nueva etapa de su vida.

Byrne trasladó a la protagonista a la ciudad ficticia de Gateway City, donde la rodeó con un nuevo reparto secundario que adelante integraría el círculo íntimo de la heroína.

Mike Schorr

Un policía bonachón de Gatewaty City que en un momento de la historia amagó con convertirse en el amante de Diana. Era una idea innovadora, para ese momento, que Wonder Woman se enamorara de un tipo bajito que era la antítesis de Steve Trevor o Superman, los dos pretendientes sólidos que había tenido la amazona.

Por alguna razón, Byrne no se enganchó demasiado con este concepto y Mike pasó a convertirse en un amigo íntimo de Diana y el romance entre ellos quedó como una relación platónica.

Helena y Cassie Sandmark

Probablemente la más importante contribución del autor al mundo de Wonder Woman.

En una primera impresión parecía que Byrne había copiado de un modo descarado a George Pérez al clonar los personajes de Julia y Vanessa Kapatelis.

Helena al igual que Julia era un arqueóloga y tenía una hija adolescente.

Sin embargo, sus personalidades eran completamente diferentes.

Vanessa Kapatelis en la etapa de Pérez había sido un vehículo para anclar las vivencia de Diana en situaciones más realistas.

Cassie, por el contrario, desde sus primeras apariciones se perfilaba para seguir los pasos de Donna Troy como la nueva Wonder Girl.

El desarrollo que tiene el personaje de Cassie durante esta etapa es lo más destacado de la era Byrne.

Lo divertido de Cassie es que en un comienzo se autoproclama la nueva Wonder Girl, para el desconcierto de Diana, y con el transcurso de los números se establece entre ellas un vínculo de maestra y pupila muy interesante que le dio mayores matices al rol de la adolescente.

Algo que nunca se había gestado en profundidad entre Diana y Donna Troy.

Jason Blood

Otra gran incorporación del autor a las aventuras de la heroína.

En entregas previas de este informe destaqué la gran dupla que habían formado Wonder Woman y el demonio Etrigan en una serie de historias que se publicaron en los años ´80.

Evidentemente Byrne se interesó por aquellos números y decidió desarrollar más esta particularidad dupla.

Etrigan tuvo un fuerte presencia durante la etapa de este artista y se convirtió en uno de los principales aliados de la protagonista con una presencia regular en la revista.

Harold Champion

Otro intento de romance frustrado que tuvo la pobre Diana, quien en algún momento llegó a suspirar por este misterioso héroe que apareció abruptamente en el universo DC.

Al final todo quedó en la nada cuando ella descubrió que Harold era Hércules con una nueva identidad en búsqueda de redención en el planeta Tierra.

Por lejos lo peor de Byrne, quien tenía problemas a la hora de trabajar las relaciones sentimentales con solidez, al margen que esta versión del semidios griego era horrenda.

Donna Troy

Obviamente Byrne no podía evitar la tentación de tocar el ya complicado origen de Donna, quien para fines de los ´90 no paraba de sufrir.

En el número 121, publicado en mayo de 1997, el esposo de la heroína Terry Long junto con su hijo y la hija que el hombre tenía de un matrimonio previo, tenían un fatal accidente en una carretera que acababa con la vida de los tres.

Un modo abrupto y brutal que escogió Byrne para sacarse de encima a Terry, quien se había convertido en una piedra en la vida de Donna.

Como ocurrió con todas las situaciones relacionadas con el romance y los sentimientos, el autor trabajó está situación de un modo frío y superficial.

Donna había perdido a toda su familia, incluido su hijo pequeño, y el duelo del personaje era bastante banal.

Afortunadamente Phil Jimenez, un autor importante de esta colección que vendriá más adelante, resolvió esta cuestión con el excelente especial de junio de 1998, Wonder Woman: Donna Troy.

Con una mayor sensibilidad que Byrne, Jimenez exploró el duelo y los sentimientos de perdida de Donna en una historia emotiva donde la protagonista se enojaba con Dios en una iglesia, por todas las tragedias que había sufrido.

Un cómic que tenía una clara influencia de George Pérez y contribuyó a cimentar la bases de la nueva etapa que tendría la heroína en adelante.

Si bien las historias de John Byrne en este período no eran muy profundas pero resultaron efectivas desde un punto de vista comercial.

Después de mucho tiempo Wonder Woman volvió a trascender como un comic best seller de DC gracias a que el autor logró capturar la atención de ese segmento de lectores que nunca se había interesado por la heroína.

Durante su etapa como guionista Diana pasó a vincularse más con otros personajes de la editorial que intervenían en sus aventuras.

Así fue que la amazona tuvo encuentros con Flash, Superman, Sinestro, el clásico enemigo de Linterna Verde y hasta Doomsday.

 

 

La aparición de Doomsday fue el catalizador de lo que sería un largo arco argumental donde Wonder Woman atravesaría uno de los cambios más importantes de su historia.

Continuará.

 

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