Retrospectiva Dark Universe: Abbott y Costello contra el Dr.Jeckyll y Mr.Hyde (1953)
Tras el suceso del film de ciencia ficción, It Came from Outer Space, el estudio Universal retomó uno de sus caballitos de batalla en la taquilla, como fueron las películas de Abbott y Costello dentro del Dark Universe.
Nuevamente con la dirección de Charles Lamont, responsable de las entregas previas, en esta ocasión la historia tomó como inspiración la clásica obra literaria de Robert Louis Stevenson, Dr.Jekyll and Mr. Hyde.
En este caso nos encontramos con una propuesta que tuvo un contenido un poco más macabro que las comedias de terror que hizo la dupla cómica en años anteriores.
La trama en esta oportunidad se desarrolló a finales de la Era Victoriana donde Abbot y Costello encarnan a dos detectives norteamericanos que por motivos que nunca se explican trabajan para la policía de Londres.
Tras una serie de enredos los protagonistas terminan despedidos del departamento de Scotland Yard y para redimirse y recuperar sus puestos, el duo se empeña en capturar a un asesino serial que mantiene aterrorizados a los ciudadanos londinenses.
El villano no es otro que el famoso Dr.Jeckyll, interpretado por Boris Karloff, quien estuvo mucho mejor aprovechado en esta producción.
La versión de este personaje en el film es muy diferente a la que conocemos de la literatura.
En la obra de Stevenson el doctor Jeckyll no es consciente de las cosas que hace cuando se transforma en el monstruo, mientras que en esta película el científico usa la fórmula que lo convierte en un monstruo de manera deliberada para matar gente.
El personaje de Karloff es un ser despreciable y pervertido que no tiene una doble personalidad, sino que su maldad se potencia cuando se transforma en una bestia.
La historia del villano tiene algunos elementos controversiales ya que este doctor Jeckyll esta obsesionado con poseer a su joven protegida. Una feminista militante que lucha por el derecho al sufragio de las mujeres inglesas.
En uno de los momentos más controversiales de esta producción el personaje de Karloff le confiesa a la joven que se siente atraído por ella desde que era una niña.
Una escena que resulta bastante incómoda de ver por lo que sugiere el villano, pero que en 1953 pasó completamente desapercibida y nadie cuestionó.
Imaginen lo que sucedería hoy con la misma situación.
Al margen de esta cuestión argumental, el director Lamont consigue crear buenas atmósferas de terror a lo largo de relato que se complementan muy bien con el humor de los protagonistas.
La gran debilidad de este film es que para el momento de su estreno las rutinas humorísticas de Abbott y Costello ya empezaban a ser bastante redundantes.
No obstante, este film fue bien recibido por la prensa cuando llegó a los cines, aunque su éxito fue moderado y no tuvo el mismo impacto en la taquilla que las entregas previas.
A continuación pueden ver el avance original.