Historia de Wonder Woman: Volumen III

Capítulo 19: El número 600.

El 2010 fue un año de celebración para la Trinidad de DC, Superman y Batman llegaron a los números 700 de sus colecciones y Wonder Woman celebró las 600 ediciones.

Para conmemorar la vigencia de los personajes la compañía publicó especiales de más de 50 páginas que homenajeaban con una antología las trayectoria de los tres grandes de este universo de ficción.

En el caso de la amazona el ejemplar dejó un sabor agridulce con una propuesta que tenía un comienzo excelente y luego se desinflaba de un modo decepcionante.

Publicado en agosto de 2010 el número 600 tenía un comienzo fabuloso con una introducción especial de Lynda Carter.

Queda claro al leer sus palabras emotivas que la actriz tiene un amor genuino por el personaje y se expresa como una fan más.

A veces en Hollywood hay artistas que interpretan este tipo de roles y luego prefieren tomar distancia de esos trabajos en años posteriores como si hubieran decidido enterrar la experiencia.

Lynda comparte toda una exploración psicológica del personaje con una claridad y solidez en sus argumentos que nunca tuvieron muchos guionistas que pasaron por el cómic.

Especialmente a la hora de explicar por qué un personaje creado en 1941, en circunstancias inusuales todavía sigue vigente en el siglo 21.

 

A continuación se ofrecía la mejor historia de este especial que fue una tremenda colaboración entre Gail Simone y George Pérez.

En apenas siete páginas los artistas exploraron de un modo contundente esa dualidad en la personalidad de Diana entre la guerrera de acción y su parte más humana y compasiva.

Valedictorian no fue otra cosa que un epílogo brillante del ciclo de Pérez.

Si alguien quiere leer el ciclo completo del autor el final lo encontramos en el comienzo de este ejemplar.

Con guión de Simone y las tremendas ilustraciones de Pérez la trama se inicia con Wonder Woman liderando a todas las heroínas de DC contra una amenaza alienígena en Washington.

Esta es la parte donde el personaje es explorado en su faceta del gran referente femenino en la comunidad de superhéroes.

Luego el conflicto se vuelve mucho más intimista cuando Diana asiste a la graduación universitaria en Vanessa Kapatelis, a la que Phil Jiménez había convertido en una villa innecesaria, en una de las grandes pifiadas de su ciclo como guionistas.

Simone y Pérez arreglan de un modo en este relato ese error con una emotiva reconciliación entre los personajes, cuyo vínculo había sido muy importante duran el relanzamiento de la amazona en los años ´80.

 

Amanda Conner aportó un relato simpático en una historia centrada en Wonder Woman y Power Girl, mientras que Louisie Simonson trabajaba la relación de la amazona con Superman con resultados más positivos, en un tema que otros artistas no supieron encontrarle la vuelta.

Luego añadieron una serie de pinups a  cargo de diversos dibujantes y la inspiración enseguida se les acabó a los editores de DC.

Greg Horn.

 Nicola Scott.

Iwan Reis.

Luego el especial se convertía en una burda campaña marketinera para vender el siguiente ciclo argumental que se iniciaría en el siguiente número con el controversial J.Michael Straczynski, cuyas «ideas innovadoras» no suelen ser muy bien recibidas por los lectores.

Geoff Johns escribía un prólogo de la nueva etapa que se conectaba directamente con el conflicto del nuevo autor.

El argumento relacionado con un secreto de Themyscira quedó en el más completo olvido, ya que fue opacado por la presentación del nuevo traje de la heroína, diseñado por Jim Lee.

De ese modo se presentaba en sociedad la «Wonder Woman Street Wear» que no recibiría mucha aceptación y duraría apenas 14 números.

Continuará.