150 grandes películas de artes marciales (XXXII)

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3-LEGEND OF DRUNKEN MASTER (1994)

Jackie Chan vs. Ken Lo:  Pido la cuenta y me retiro.

El rodaje de esta escena duró cuatro meses, algo que representa probablemente todo un récord dentro del cine.

Ken Lo (quien era por aquellos días el guardaespaldas de Jackie) y el protagonista sufrieron numerosas heridas durante la filmación de este momento, que sumado a la obsesión por los detalles de Chan extendieron la realización más de lo esperado.

El resultado final fue extraordinario y quedó en el recuerdo entre los títulos más destacadas del género.

No sólo por la energía que tiene la labor de los actores y la edición, sino por el infierno que atraviesa el personaje principal para vencer al villano.

En términos cinematográficos el duelo de Chan y Lo es un obra maestra y nos permite disfrutar a este artista en el pináculo de su carrera.

Rogert Ebert tenía razón, Legend of Drunken Master era una película que conseguía que la mandíbula se cayera al piso cuando veías el espectáculo que ofrecía Jackie en este proyecto.

Una propuesta difícil de describir ya que no fue una continuación del film de 1978 dirigido por Yuen Woo-Ping pero tampoco una remake.

Se podría considerar una interpretación diferente de esta encarnación más humorística del legendario artista marcial Wong Fei-hung.

La película fue dirigida por Lau Kar-Leung (36 cámaras de shaolin) pero no llegó a terminarla por diferencias creativas con Chan, algo que en un punto era inevitable, ya que ambos tenían conceptos muy diferentes para abordar la acción.

Mientras que el realizador siempre se concentró en un tratamiento más tradicional y realista de las artes marciales, Jackie apostaba por un espectáculo más ambicioso y ambos enfoques no eran sencillos de conciliar.

Aunque Kar-Leung dirigió la mayor parte del film, el tramo final lo completó Jackie, quien fue responsable de gestar la impactante pelea final.

Hasta 1994 pocas películas de artes marciales chinas habían tenido un presupuesto de 10 millones de dólares que permitían ambientar la trama con una puesta en escena tan detallada.

Desde los aspectos técnicos Legend of Drunken Master fue impecable y ofrecía numerosas coreografías impactantes con una enorme variedad de situaciones para representar la acción.

Tomemos como ejemplo esta gran escena donde Jackie se enfrenta al director Kar-Leung, quien ya era un reconocido artista marcial antes de convertirse en cineasta.

El trabajo que hacen es fantástico porque parte del duelo tiene lugar debajo de un tren, donde tenían que moverse dentro de un espacio físico limitado.

https://www.youtube.com/watch?v=Ofi7uikdTHE

Las coreografías de Jackie con el personaje borracho en esta entrega hoy en el 2020 tienen una calidad superior a lo que solemos ver habitualmente en Hollywood.

Combina las artes marciales, con la Ópera china  y el cine mudo de Buster Keaton para brindar esta clase de secuencias que son más complejas de realizar de lo que se cree habitualmente.

Lamentablemente a Legend of Drunken Master le faltó un guión un poco más solido que le hubiera otorgado una jerarquía mayor a esta película.

Una aspecto que Jackie a menudo descuidó en sus obras ya que su atención estaba puesta en la acción.

Esta cuestión daba lugar a disparates argumentales que son complicados de remontar.

Cuando hizo este film tenía 40 años y por motivos que no tienen el menor sentido su personaje era representado como un joven de 19.

La personalidad del héroe por momentos nos hace creer que padece algún tipo de retraso madurativo y resulta un aspecto de la historia que no quedó bien.

Anita Mui, quien un año después interpretó al interés romántico de Jackie en Rumble in the Bronx, era imposible de comprar como la madrastra de Wong Fei-hung.

Su labor cómica era estupenda pero el hecho que todos los personajes trataran al rol de Chan como un adolescente no resultaba convincente.

No obstante, esa debilidad del film quedó opacada por el espectáculo de acción que brindó, donde el espectador quedaba hipnotizado frente a la pantalla.

2-EL TIGRE Y EL DRAGÓN (2000)

Jane Austen con artes marciales.

De eso se trata todo este espectáculo.

Es muy difícil escoger entre El tigre y el dragón y Héroe porque ambas son dos obras maestras en esta categoría de las que soy muy fan, sin embargo la chapa del film de Ang Lee consiguió que se posicione un poquito más arriba.

Al margen que Zhang Yimou no hubiera podido conseguir el financiamiento de su proyecto sin el suceso de este film, nos encontramos ante una producción que cuenta con numerosas medallas.

Se trata de la primera película popular que llevó el wuxia folclórico a un público mainstream en las salas del todo el mundo.

La pionera además en ganar cuatro premios Oscar, de diez nominaciones, incluidas las categorías de Mejor película extranjera, fotografía, dirección de arte y música.

Al igual que Parasite este año, El tigre y el dragón también compitió en la categoría de Mejor Película donde perdió con Gladiador, mientras que el premio a la dirección fue para Steven Soderberg por Traffic.

No hubo robo y a diferencia del último bochorno redundante de hace unas semanas repartieron con más equidad los galardones donde se reconocieron a todas las producciones importantes.

El tigre y el dragón venció a Gladiador en varios rubros importantes y la noche de la ceremonia parecía que arrasaba con todo pero al final hubo un equilibrio. Si la premiaron como mejor producción extranjera era justo que la obra de Ridley Scott obtuviera la estatuilla a la Mejor película.

De todos modos el trabajo de Ang Lee obtuvo otros 39 galardones y quedó en el recuerdo por brindar la película más feminista en la historia del cine de artes marciales.

Recuerdo que cuando se estrenó me voló la cabeza y la vi un par de veces en el cine. En su momento dividió las aguas en el público porque no todo el mundo se enganchó con la propuesta.

En parte porque la gran mayoría de la gente en Occidente no estaba acostumbrada a ver relatos de este tipo. Por consiguiente, podía suceder que enamorara al espectador o la terminara detestando.

No había mucho espacio para los grises en esta cuestión.

En mi caso me pareció extraordinaria por la vuelta que le dio el director al Wuxia y el modo en que reverenciaba los clásicos de King Hu, como Come Drink with Me y A Touch of Zen , previamente destacadas en la lista.

Dentro de un universo de relatos donde la masculinidad y el exceso de testosterona eran moneda corriente, Ang Lee lo daba vuelta con una historia donde las mujeres se llevaban el protagonismo, con personajes que desafiaban la sociedad patriarcal en la que se desenvolvían.

Hoy en el 2020 El tigre y el dragón tiene más vigencia y relevancia que los bodrios pseudo feministas que Hollywood intenta vender como exponentes del empoderamiento de la mujer.

Ang Lee no necesitó rodear a las protagonistas de personajes masculinos misóginos para hacer sobresalir a las heroínas.

Por el contrario, los hombres gestaban vínculos de armonía con ellas y el rol de villano recaía en otra mujer, interpretada por la Gran Chen Pei-Pei, que encima tenía un arco argumental fabuloso donde también se terminaba por entender sus motivaciones.

Todos los clichés del género como la venganza y la relaciones entre maestros y discípulos estaban presentes, pero el director los representaba con un tratamiento diferente, donde los sentimientos primaban sobre la acción.

El tigre y el dragón tenía otra sensibilidad que había sido sepultada en este subgénero durante décadas.

EL WEIGHTLESS KUNG FU

La trama se desarrollaba en un contexto de fantasía donde los personajes tenían la habilidad de desplazarse por el aire de un modo sobrenatural.

Dentro de esta temática ese elemento se conoce en la ficción con el nombre de Weightless Kung Fu, donde los artistas marciales adquieren esas características físicas producto de un dominio excepcional de su energía interna.

No son personas normales sino seres que están mas cerca de alcanzar la iluminación espiritual y se desenvuelven en otro plano de la existencia. En la película esta cuestión está muy bien definida y no todos los personajes pueden hacer lo mismo.

Se trata de un elemento del wuxia folclórico que forma parte de la mitología china.

Ang Lee lo trabajó de un modo brillante con el mejor uso que se implementó del Wire fu, las coreografías de acción desarrolladas con cables.

Un arte a menudo denostado por los puristas que no consideran cine de artes marciales a las secuencias trabajadas de este tipo.

Un disparate que no resiste demasiado análisis, ya que se trata de una expresión artística válida que además demanda una logística muy fina y precisa.

Los personajes no se desplazan de esa manera por la magia del CGI sino que requiere de un equipos de técnicos que tienen que manipular los cables de un modo específico para que los artistas puedan moverse con precisión y no se lastimen en accidentes.

Es una herramienta de lenguaje cinematográfico usada para retratar los aspectos fantásticos en esta clase de historias.

La fluidez que Lee consiguió en estas escenas con Michelle Yeoh y Zhang Ziyi es de una perfección que no tenía antecedentes en el wuxia.

https://www.youtube.com/watch?v=9iSbIX468P0

La intención del director no era ofrecer una exhibición de artes marciales realistas sino de sumergir al espectador en un universo mitológico específico con el que también se relacionan estas disciplinas en la ficción.

Si a esto le sumás el nivel de calidad en la fotografía y la banda sonora que presenta esta película, El tigre y el dragón era un poema visual que se quedaba impregnado en los sentidos con secuencias inolvidables como la del siguiente fragmento

Lo que hizo Ang Lee fue retomar la raíces del género dentro de la ópera que fue el tratamiento que Yuen-Woo Ping le otorgó a las coreografías.

Todos los combates que tienen los personajes se desarrollan como una danza que es parte fundamental del tratamiento visual con el que se relaciona el wuxia folclórico.

El duelo entre Michelle Yeoh y Zhang Ziyi además presentó la mejor secuencia de acción con dos personajes femeninos que se registró en las historias tradicionales de este tipo hasta ese momento.

Todo el trabajo del reparto, incluido el debut de Chow Yun-Fat en el género que no tenía precedentes, expandió la profundidad de una historia que marcó un hito y contribuyó a redefinir el género en el nuevo milenio.

1-FIST OF LEGEND (1994)

El primer puesto se lo lleva este proyecto personal de Jet Li que para mí representa la mejor obra de su carrera, además de ofrecer una cátedra de cine sobre como debe abordarse la remake de un clásico.

De todas las producciones que reúne esta lista Fist of Legend es la única donde los golpes entre los personajes se sienten físicamente desde la pantalla como si el espectador hubiera quedado a atrapado en el medio de las peleas.

Gordon Chan, un referente del Heroic Bloodshed, en colaboración con Yuen Woo-ping desarrollaron esta remake de Fist of Fury, el clásico con Bruce Lee de 1972.

Una obra a la que le quitabas la presencia del famoso artista marcial y era un propuesta mediocre del cine clase B.

De hecho, si Bruce no hubiera fallecido tan pronto probablemente hubiera quedado en el olvido porque él hubiera hecho cosas superiores.

En esta producción de los años ´90 tomaron el concepto de la historia original y la adaptaron para una nueva generación con una mayor sensibilidad y tacto en los contenidos argumentales.

En 1994 Jet se había cansado de trabajar en el wuxia y quería despegarse del rol de Wong Fei-hung con un proyecto que le permitiera hacer algo diferente.

Fist of Legend presentaba secuencias de artes marciales con una dirección más anclada en la realidad, que tenían la finalidad de hacerlo lucir a Li en un estilo de combate más brutal.

Un detalle que se establecía en la primera escena de acción que mostraba una faceta del artista inédita hasta ese momento.

La presentación del nuevo Chen Zhen era alucinante y ya desde los minutos inciales se ganaba la simpatía del publico.

Como mencioné en una entrada anterior, un problema que tenía la película original es que introducía al personaje principal como un psicópata sacado que masacraba japoneses para vengar la muerte de su maestro, el famoso Huo Yuanjia.

Un personaje que Jet Li interpretaría año después en Fearless.

En esta remake el mismo concepto argumental se trabajaba a través de dos modificaciones fundamentales.

La personalidad de Chen Zhen esta vez era mucho más equilibrada y dejaba una imagen positiva que se contrastaba con el asesino desquiciado que había encarnado Bruce Lee.

Jet le otorgaba una mayor templanza a su carácter, donde el héroe no estaba interesado en aniquilar japoneses por una cuestión de orgullo patriotero sino que se esforzaba en descubrir la verdad sobre la muerte de su maestro.

El contexto social y político de la trama también contaba con un desarrollo muy superior y se adaptaba un público moderno que tenía otra madurez.

Mientras que el film original de Lo Wei contaba con un marcado contenido racista que reforzaba el sentimiento anti-japones, en la remake se abogaba por la reconcialiación de los dos pueblos y la búsqueda de una solución pacífica.

Un aspecto del argumento que está especialmente retratado en el personaje del gran Yausuaki Kurata, quien encarnaba al tío de la chica japonesa con la que el protagonista tenía una relación.

Otro detalle importante fue el modo en que se trabajaron las artes marciales.

En Fist of Legend había una marcada bajada de línea por comunicar que estas disciplinas no se practicaban para andar golpeando gente por la vida, sino que tenía una finalidad más profunda relacionada con el autoconocimiento.

En una recordada frase del film Kurata le decía a Li: «Los duelos son para los animales».

Si bien los japoneses tampoco eran angelitos precisamente el conflicto de la ocupación china se exploraban de un modo más complejo.

Por el lado de la acción, nos encontramos con una película extraordinaria que reúne algunas de las mejores escenas de la carrera de Jet.

Entre ellas sobresalió este histórico duelo con Yasuaki Kurata, que tenía la función de descomprimir un poco el drama de la historia y homenajeaba una famosa frase de Bruce Lee en Operación Dragón.

https://www.youtube.com/watch?v=A_A-6QHH9DY

El tratamiento de las artes marciales en esta película fue lo que llevó a Luc Besson años después a desarrollar en la misma línea sus proyectos con Li, como Danny , The Dog y Kiss of the dragon.

En la actualidad Fist of Legend es una de las selectas producciones que cuenta con 100 por ciento de aprobación en Rotten Tomatoes desde hace varios años.

Al menos en la prensa es muy difícil encontrar una crítica negativa en los medios por estas cualidades que mencioné.

Fuera del wuxia esta es la que más me gusta y por eso cierra el ranking.

Estuve muy tentado de incluir la pelea final que es alucinante pero no se las quiero spoilear a quienes nunca vieron este film.

No es difícil de conseguir, la pueden encontrar completa en You Tube y  la recomiendo porque es extraordinaria.