Reseña de Army of the Dead

Calificación: B-

Hace 17 años Zack Snyder debutaba como realizador con un sólida remake de Dawn of the Dead, un film que en su momento aprecié mucho por el desafio que representaba reversionar la obra maestra de George Romero.

Eran otros tiempos.

Snyder, quien venía del campo de los video clips, era un cineasta inspirado y no contaba con el fandom ridículo que considera una manifestación divina cada cosa que hace.

Tras su fallido paso por la franquicia DC, que pronto tendrá un reboot con The Flash, Army of the Dead despertaba cierta expectativa por volver a encontrar a ese director que había surgido a comienzos del siglo 21 y terminó fagocitado por su ego.

Esta nueva producción ofrece una experiencia frustrante porque tenía el potencial de brindar algo divertido y el espectàculo una vez más terminó saboteado por los excesos del artista.

La trama cuenta con un primer acto muy prometedor que amaga con traer de regreso al Snyder de Dawn of the Dead.

El nuevo concepto de zombi que introduce es debatible (más adelante me refiero a esta cuestión) pero el film en un comienzo tiene un buen ritmo narrativo con la presentación del conflicto y los personajes principales.

La secuencia de créditos iniciales que describe el desmadre de los muertos vivos en Las Vegas me pareció el momento más logrado, inclusive hasta juega con referencias humorísticas, algo que no existe en la filmografía de este muchacho.

En esta oportunidad Snyder no propone una película de terror sino más bien una combinación de diversos géneros, donde la temática zombi se fusiona con la heist movie (relacionada con la organización de un gran robo) y el cine de acción.

En el medio de todo esto intenta incluir un comentario social sobre los inmigrantes en Estados Unidos que después queda todo en la nada.

Dave Bautista lidera un reparto bastante inclusivo que reúne artistas europeos, norteamericanos y latinos.

Por el lado de las actuaciones no se puede objetar nada porque todos en general  hacen un trabajo más que decente con el material que tenían disponible.

Dentro del relato, Snyder mezcla a los zombis lentos tradicionales con los runners olímpicos del siglo 21 (post Danny Boyle) y una nueva categoría que son los Alfa.

Un concepto problemático que ya había experimentado Romero en Day of the Dead, de 1985.

Me refiero al zombie inteligente y evolucionado que nunca despertó pasión de multitudes, en parte porque arruina la magia del thriller de supervivencia.

Cuando los muertos vivos, como en el caso de Army of the Dead, se comportan como vampiros que tienen una organización y hasta parejas la premisa original se distorsiona en otra cosa.

Los Alfa de esta película me parecieron una estupidez abrumadora y no ayudó el hecho que su líder persiga a los protagonistas, enmascarado con una capa y una lanza.

Si bien no es mi versión favorita de los zombis tampoco es un gran problema si tenés la buena predisposición de aceptar la excentricidad freak que propone el director.

Mientras sea entretenida en última instancia le podés permitir cierta indulgencias y en esta cuestión aparece mi gran problema con la película.

Army of the Dead me resultó terriblemente aburrida.

Tras un primer acto prometedor el film luego se desinfla por completo debido al gran talón de Aquiles de Snyder.

Su incapacidad para narrar un conflicto sencillo en menos de dos horas.

No hay justificación posible para que esta producción llegue a los 148 minutos y la extensión termina por afectar al espectáculo en su integridad.

El director estira a niveles demenciales el argumento con un melodrama barato que genera más tedio que interés y escenas que piden a gritos un corte de edición.

Esto afecta muchísimo el ritmo narrativo de la película que pierde tensión y suspenso.

Si se eliminan 40 minutos de contenido intrascendente queda una obra que no es una gran película del género pero al menos cuenta con una narración más dinámica.

Snyder luego intenta compensar esta cuestión con el despliegue de gore y la acción pero para el momento en que llega el clímax ya se perdió el interés por los personajes y la misión que emprenden.

Hay momentos dramáticos exagerados que terminan por ser graciosos y despiertan la reacción contraria que pretende conseguir el director.

Tampoco falta su obsesión crónica con el infaltable conflicto de los hijos que detestan a sus padres.

Por el lado de la acción no hay grandes secuencias notables y todo se ve bastante genérico, inclusive para lo que suele ser el cine de Snyder. Se agradece al menos  que en esta oportunidad le dio un descanso al abuso constante de la cámara lenta.

En este aspecto Army of the Dead la verdad que no es su obra más inspirada.

La historia también es un afano obsceno a Aliens, de James Cameron, pero podemos dejarle pasar esa cuestión, ya que el ladrón que le roba a otro ladrón (Dark Angel /Cibersix) tiene 100 años de perdón.

Un detalle positivo para resaltar, que estuvo muy bien trabajado, fue la inserción digital de la comediante Tig Notaro dentro del film.

Originalmente el personaje del piloto de helícoptero fue interpretado por Chris D´Elia, un actor que en el último tiempo fue denunciado por abusos sexuales.

A raíz de esta cuestión Snyder decidió eliminarlo del film y su reemplazo quedó a cargo de Notaro.

Debido a la pandemia el director no pudo reunir al reparto para los reshoots y Tig filmó sus escenas de manera individual frente a una pantalla de croma.

Luego ese material se insertó en la película y es justo resaltar que quedó excelente.

Si desconocías el problemas que hubo con D´Elia queda la sensación que Notaro estuvo presente en el set con el resto de los actores.

En resumen, Army of the Dead no es una película mala ni lo peor de Snyder, pero en mi experiencia resultó más aburrida de lo que esperaba y dudo que vuelva a repasarla en otra oportunidad.