Historia del Zorro
Capítulo 6: The Bold Caballero (1936)
Luego del suceso comercial de Don Q con Douglas Fairbanks, en 1925, el Zorro desarpareció de la pantalla grande durante una décáda.
Si bien el personaje se mantuvo vigente con las historias de Johnston McCulley en la literatura pulp, en el cine no hubo otros proyectos en parte a la gran transformación que atravesó la industría a partir de la incorporación del sonido.
Para 1936 Hollwyood era un mundo diferente y muchas de las grandes figuras desaparecieron al no poder adaptarse en este nueva era donde el proceso de realización había cambiado por completo.
En este contexto histórico se produjo el gran reboot del Zorro que iniciaría la primera etapa dorada del héroe.
El proyecto quedó a cargo de la compañía Republic Pictures que que fue la productora Cannon de los años ´30.
Su negocio se centraba en la realización de propuestas pochocleras clase B, destinadas a un público juvenil que buscaba relatos de acción y aventuras.
El estudio impulsó las carreras de actores populares como John Wayne, los cowboys cantantes Roy Rogers y Gene Autry, además de dominar por completo el mercado de los seriales hasta fines de los años ´40.
Con la taquilla que recaudaron también financiaron los primeros filmes de John Ford y la adaptación de MacBeth (1948) de Orson Welles.
El relanzamiento del Zorro se tituló The Bold Caballero y generó una enorme expectativa desde su anunció por el hecho que se trataba del regreso del héroe con sonido y en colores.
La dirección quedó a cargo de Wells Root, un prolífico guionista que escribió episodios para numerosos seriales exitosos con Superman, el Capitán Medianoche, el Llanero solitario, Tarzán y Jungle jim entre otros.
En esta inusual incursión en la realización le dio al público lo que esperaba encontrar en materia de aventuras y no decepcionó con una película impecable que le daba una vuelta diferente al personaje.
La historia presentaba el contexto histórico de la Vieja California y en el texto de introducción se le recordaba al público que el Zorro defendía a los oprimidos y desafíaba a las autoridades tiránicas.
Entonces llegaba el primer giro inesperado.
Tras varias aventuras Don Diego Vega finalmente era capturado y el conflicto se iniciaba con la ejecución del protagonista.
Hubiera sido genial pode ver las reacciones del público que esperó durante años el regreso del gran héroe para que en la primera escena termine vencido por los vilanos.
En el momento el que el Zorro está a punto de ser colgado en una horca llegan las noticias de un cambió de mando en el gobierno de California y en el descuido el protagonista se escapa con la ayuda del pueblo indígena al que asistió.
Entonces llega el segundo giro inesperado.
El nuevo Gobernador es asesinado por un falso Zorro y Diego antes que la película alcance la media hora de duración le revela su secreto a la hija del político (de la que está enamorado) para demostrarle que el enmascarado real nunca hubiera actuado de esa manera.
La joven lo hace arrestar y desde la cárcel el protagonista debe buscar la manera de escapar con el fin de probar su inocencia.
Este film dura apenas 67 minutos y no le da respiro al público con varios giros argumentales y una representación diferente del justiciero.
En esta versión personajes clásico como Alejandro Vega y Bernardo quedaron afuera de la trama y el Zorro es asistido por un indígena, interpretado por el Jefe Thundercloud, cuyo verdadero nombre era Victor Daniels.
El rol principal quedó a cargo de Bob Livingston, quien por entonces era una figura conocida por la saga western de Republic, The Three Mesquiteers, que brindó 51 películas entre 1936 y 1943.
En este proyecto compuso un Zorro más violento que el de la versión de Fairbanks, que no tiene reparos en matar a los villanos por la espalda y utiliza más el látigo que el tradicional sable con el que se asocia al personaje.
Otro detalle interesante es la representación del principal personaje femenino, a cargo de Heather Angel, que rompía el arquetipo de la damisela en apuros para tener un rol mucho más activo y relevante en la trama.
Un elemento completamente adelantado a su tiempo que no era común de encontrar en otras producciones similares de los años ´30.
La combinación de acción y suspenso que elaboraba el director hicieron de este largometraje un enorme éxito comercial.
Debido a la gran química que presentaron Livingston y Thundercloud, los directivos de Republic luego los escogieron para encarnar la primera representación del Llanero solitario y su compañero Toro, aunque ese es un tema para otra retrospectiva.
Al comprobar que la creacción de McCulley tenía su público fiel la productora desarrolló nuevos proyectos a través del formato del seríal que ofrecería algunas de las encarnaciones más bizarras que tuvo este personaje.
El Zorro habia llegado para quedarse y un año después del estreno de este film repareció en una de las representaciones más zarpadas que se concibieron hasta la fecha.
Continuará.