Reseña de Chernobyl: The Lost Tapes

CALIFICACIÓN: A

Cuando parecía que el tema de Chernobyl estaba cerrado y ya no podría surgir información relevante que fuera desconocida por el público, el documentalista inglés James Jones sorprende con una impactante producción que presenta material de archivo inédito del ex régimen soviético.

Poco después del estreno de la miniserie de HBO el Partido Comunista había manifestado que el programa era una burda propaganda anti-Rusia y distorsionaba los hechos reales.

La televisión pública de ese país inclusive habia anunciado la producción de una miniserie donde se culpaba a la CIA como responsable de la tragedia en la planta nuclear. Un proyecto que después quedó en la nada debido a reacción negativa que despertó por parte de los familiares de la víctimas,,

El documental de Jones expone todas las manipulaciones del gobierno soviético y las barbaridades que cometieron en torno al manejo de la crisis con una particularidad muy especial.

Las pruebas irrefutables provienen de los archivos fílmicos rusos que documentaron en ese momento durante el desarrollo de los hechos.

Un material inédito que nunca se había exhibido en el continente americano y que pertenecían a los documentos secretos del régimen de Mijaíl Gorbachov.

Si les gustó la miniserie de HBO este es un complemento imperdible ya que le otorga una mayor profundidad a los temás más polémicos presentados en la obra de Craig Mazon.

Debo destacar a modo de advertencia que el documental contiene imágenes muy perturbadoras relacionadas con los efectos de la radiación en los cuerpos de los soldados voluntarios y las mutaciones que se generaron en bebés y animales.

El film la verdad que es fuerte y si no tienen ganas de tomar contacto con este tipo de materiales me parece justo destacarlo.

La narración de Jones presenta testimonios de las víctimas y empleados  de la planta que acompañan al material de arhivo.

Entre ellos la esposa del bombero Vasily Ignatenko, cuya historia se recreó en la producción protagonizada por Jared Harris.

La primera parte es muy interesante porque retrata la vida cultural de Pripyat a fines de los años ´70, junto con el funcionamiento de la planta de Chernobyl en su apogeo.

A partir del incidente los archivos fílmicos se vuelven más oscuros y refutan con claridad todas las mentiras inventadas por Rusia.

El film retrata en detalle la historia de los voluntarios que limpiaron la superficie de la planta con restos de grafito radiactivos y eran seguidos de cerca por los camarográfos del gobierno.

De acuerdo a la investigación del director Jones el 80 por ciento de ellos fallecieron de cáncer en los años siguientes.

Este tema  presenta algunas de las secuencias más duras del documental,  ya que retrata el modo en que se manipularon a los soldados para una tarea que era una sentencia de muerte.

Se percibe entre ellos una enorme ingenuidad de no entender demasiado la tarea que aceptaron realizar.

Sobresale especialmente una secuencia escalofriante donde el camarógrafo del gobierno sigue a uno de los denominados Liquidadores mientras ejecuta sus tareas en los 90 segundos que tenían estipulados.

Una cosa es ver esa situación en una recreación de ficción y otra muy distinta en un documental  que nos transporta a la zona más peligrosa de la planta en el momento en que ocurrieron los hechos.

La última parte de The Lost Tapes está dedicada a los efectos que generó la radiación en los años posteriores al desastre y la influencia del desaste en el colapso de la Union Soviética.

Si les interesa el tema se las recomiento.

El documental se encuentra disponible en la plataforma HBO Max y por supuesto en el puerto de Jack.