La inocencia
Hirokazu Kore-Eda es un realizador mimado por la crítica de cine cuyos trabajos a menudo suelen ser más apreciados en el circuito de los festivales.
La gran mayoría de su obra se compone de dramas que exploran diversas facetas sociales de la cultura japonesa.
Una especie de Ken Loach asiático cuyos filmes fueron muy bien recibidos en Argentina.
En 1999 obtuvo el galardón a la Mejor película en la primera edición del BAFICI (Festival internacional de cine independiente) con After Life y casi una década después ganó en Mar del Plata el Ástor de Oro por Still Walking.
En La inocencia ofrece una propuesta especial donde volvió a retomar su habilidad para trabajar el género de suspenso que ya había abordado en el thriller judicial The Third Murder, estrenada en el 2017.
No obstante, en este caso el misterio tiene un trasfondo psicológico mucho más interesante que se ve potenciado por el modo en que el director elige contar la historia.
La premisa del conflicto es muy sencilla y presenta a una madre que decide confrontar al maestro de una escuela cuando empieza a notar comportamientos inusuales en su hijo.
La trama establece que el problema podría relacionarse con una situación de violencia pero no queda claro su origen.
Kore-Eda apela la clásica estructura narrativa implementada por Akira Kurosawa en Rashomon con el fin de explorar el conflicto desde tres perspectivas diferentes que comprende la visión de la madre, el maestro y el alumno.
Un relato que a simple viste parece un caso cotidiano de Bullying escolar luego se vuelve mucho más siniestro a medida que se desarrollan las complejidades emocionales de los personajes.
La película expresa una crítica brutal a esa amabilidad japonesa tan aclamada desde la mirada internacional que esconde a una sociedad ahogada por las represiones y los mandatos sociales tradicionales.
No es casualidad que las películas de este realizador a menudo sean más apreciadas en el exterior que en su propio país donde al público le cuesta confrontar con esta clase de temáticas que generan incomodidad.
La inocencia pertenece a esa clase de propuestas donde lo ideal es llegar a su visionado con la menor cantidad de información posible para disfrutarla en su máximo potencial.
La intriga es muy cautivante, cuenta con una dirección estupenda del reparto principal, y encima se da el lujo de sorprender con un giro argumental que conduce al conflicto por un terreno inesperado.
Cabe destacar también la banda sonora que representó el trabajo final del compositor Ryuchi Sakamoto, quien falleció el año pasado y es recordado por la música de Merry Christmas Mr.Lawrence, las colaboraciones con Bernardo Bertolucci en The Last Emperor y Little Budda y The Revenant, de Alejandro G.Iñárritu.
Peliculón. La vi en su momento y me sorprendió. Me paso lo que vos dijiste Hugo llegue con muy poca información y la disfrute el doble por eso mismo. Totalmente recomendable. Quisiera comentar varias cosas pero la verdad terminaría sonsacando la experiencia a quienes la quieran ver de acá
Sí es una película muy difícil de reseñar porque en cuanto te pasás con la info o el análisis le arruinás la experiencia a los que no la vieron.
Pregunta.
Esta masomenos encaminada como Jagten o realmente existe un misterio real? De existir ese misterio la resolucion tiene una coherencia interna y externa o es de esas resoluciones para generar impacto mas que contar/criticar algo?
Pregunto por que este tipo de peliculas para mi no tiene punto medio, o se convierten en basura (en ocasiones propagandistica) o resultan una genialidad a menudo por su vision critica como el caso de Jagten.
Mirala que está buena Alquimista.
La diferencia con Jagten es que esta critica cuestiones más internas de la sociedad japonesa.
¡Qué buena peli! La vi sin ningún tipo de data, solo una solitaria recomendacion en X. Es tal cual como decís, Hugo: cuanto menos sepas, más te va a volar la cabeza. Merecía el Óscar en lugar de ese tostón de Zona de Interés.