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1992: La película final de Ray Liotta

Hay varios elementos para destacar de este film pero el más importante de todos es que la última interpretación de Ray Liotta tuvo lugar en una película decente.

El artista falleció en mayo de 2022 mientras filmaba Dangerous Waters en República Dominicana, un film mediocre que el año pasado terminó perdido en la web.

1992, el último estreno póstumo del actor, al menos cierra su filmografía con dignidad.

La dirección corrió por cuenta de Ariel Wromen, un realizador que pasó por los cines argentinos con The Iceman (2012), una muy buena propuesta policial basada en hecho reales con Michael Shannon, y Criminal (2016), protagonizada por Kevin Costner y Gal Gadot.

Su nueva producción tiene como protagonistas a Liotta, Scott Eastwood y la gran sorpresa del reparto, Tyrese Gibson, quien ofrece la mejor labor  de su carrera.

Un actor que tuvo un comienzo prometedor en el cine de la mano del cineasta John Singleton (Boyz N The Hood, quien le dio su primer rol protagónico en el drama Baby Boy (2001).

Gibson fue elogiado por su interpretación pero luego terminó fagocitado por la industria de Hollywood que lo encasilló en producciones más comerciales como la saga Transformers y Rápidos y Furiosos donde encarnó personajes huecos que tenían la finalidad de aportar un contenido humorísitico.

En este proyecto de alguna manera vuelve a sus raíces donde sorprende con una muy buena labor dramática dentro de una película que toma cierta influencia del cine de Singleton.

La trama desarrolla un thriller de acción que tiene como contexto social los disturbios ocurridos en la ciudad de Los Ángeles en abril de 1992, luego que un jurado absolviera a cuatros policias por el uso excesivo de la fuerza contra un hombre negro.

La paliza brutal que recibió Rodney King fue capturada por una cámara de video amateur y se convirtió en uno de los documentos audiovisuales más importantes de esa década.

Los disturbios que se desarrollaron durante seis días terminaron con 63 muertos, 12383 heridos y más de doce mil arrestos.

En el cine una propuesta similar la brindó el escritor James Ellroy, quien fue guionista de Dark Blue (2002), un thriller policial protagonizado por Kurt Russell que se ambientaba en el mismo período.

La diferencia en este caso es que la obra de Wromen se enfoca en el subgénero de la Heist Movie, relacionado con la planificación de un robo.

El argumento se desarrolla durante la primera noche de los disturbios y tiene como protagonista a Mercer Bey (Gibson), un obrero de una fábrica de catalizadores cuyo hijo adolescente termina atrapado en la revuelta.

Mientras el caos y la violencia estalla en la ciudad una banda de ladrones aprovecha para robar la compañía con el fin de apoderarse del platino que contienen esos productos.

Cuando los Bey deciden buscar refugio en el complejo de la empresa descubren que el lugar fue tomado por unos delincuentes y su líder psicópata.

Una curiosidad de esta película es que se filmó en Bulgaria porque salía más barato que hacerla en las locaciones reales de Los Ángeles.

Pese a todo la recreacción del contexto político que presenta el director es impecable  y captura con detalles toda la tensión social que se vivió en ese momento tras la absolución de los policías.

Si no contás con la información de antemano jamás te darías cuenta que el rodaje se llevó a cabo en Europa.

La narración de Wromen costruye con solidez el suspenso y todos los integrantes del reparto están muy bien aprovechados.

Gibson sobresale con una muy buena labor dramática donde demuestra que pueden encarnar roles más serios cuando le dan la oportunidad y hasta Scott Eastwood, quien nunca fue un muchacho muy expresivo, consigue tener sus buenos momentos.

En el caso de Liotta encarna el típico villano sociópata que le salía tan bien y apareció en varios títulos de su filmografía como Turbulencia.

Lo genial de Ray es que nunca trabajaba en piloto automático y aunque se tratara de una producción independiente de bajo presupuesto, como en este caso, le ponía una onda bárbara a su rol y eso generaba que la película fuera entretenida.

1992 es un buen thriller para disfrutar un fin de semana donde no encontrás nada interesante para ver.

Actualmente se encuentra disponible en el puerto de Jack y en breve aparecerá en alguna plataforma de streaming.

Dato Loco:

Este proyecto fue gestado por el rapero Snoop Dogg quien fue co-protagonista de Baby Boy, la película que impulsó la carrera de Tyrese Gibson.

 Calificación: B

 

 

3 comentarios en «1992: La película final de Ray Liotta»

  • Y pensar que antes de conocer esta la última con Ray Liotta había sido Cocaine bear!
    PD:Me sorprende lo de Tyrese Gibson que no suele hacer papeles serios,en la última de Rápidos y furiosos fue infumable,con esto se redime,igual de el lo que no me voy a olvidar es que se tomó en serio(al igual que los de Sony) el meme de It’s morbin time pensando que Martin Scorsese había elogiado Morbius y lo publicó en redes jaja

  • Se nos esta haciendo bastante común rezar por que la ultima película de nuestros actores favoritos de los 80-90s no sea una reverenda p*rong*.
    Lo curioso es que no es algo atado a un genero en especifico sino algo propio de esas décadas.

  • Hay que decir que lo que se ve incluso le hace honor al cine de esos años, veremos si la pescamos por ahí.

    Hablando de Tyrese, parece que estaba debiendo pensión alimenticia y corre riesgo de caer en cana si no pone la plata que adeuda. Que lo llame a Toretto y le armen un plan de escape o que la ponga, jajaja!

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