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Woman of the Hour: La ópera prima de Anna Kendrick

Al revisar la filmografía de Anna Kendrick, sorprende que su debut como directora tuviera lugar en un thriller relacionado con asesinos seriales.

Hay que darle el crédito por animarse a gestar un proyecto diferente que se aleja de las comedias que suele protagonizar habitualmente.

La trama está inspirada en la perturbadora historia de Rodney Alcala, un psicópata que mató ocho mujeres entre 1969 y 1979, aunque se cree que el número de víctimas podría llegar a 130.

Una particularidad de este caso es el que el delincuente llegó a participar del programa de televisión de The Dating Game, donde se presentaba como un muchacho simpático que buscaba pareja mientras la policía investigaba los crímenes.

La ópera prima de Kendrick funciona como un complemento perfecto del film de Peter Medak, Dating Game Killer, estrenado en el 2017.

En esa producción Medak desarrolló una crónica detallada de los hechos donde se cubrió el origen del asesino y la extensa causa judicial que revivió en el siglo 21 gracias a los avances de la ciencia forense.

Para conocer la historia real en su integridad esa película es la mejor recomendación.

No obstante, la propuesta de Kendrick es interesante porque toma la premisa del caso para analizar el contexto social y la cultura sexista de los años ´70 que permitió que delincuentes como Alcala y Ted Bundy cometieran femicidios con la más absoluta impunidad.

El foco de atención en el relato se centra en esta cuestión y retrata también el ambiente tóxico de la industria del entretenimiento en aquella década.

Una tema que se aborda desde la perspectiva de una actriz frustrada, encarnada por la directora, quien termina en el programa de citas con la finalidad de conseguir un trabajo en el medio.

Kendrick presenta una sólida labor a la hora de crear situaciones de suspenso y termina por levantar el guión chapucero de Ian Mcdonald que contamina el relato con situaciones hollywoodenses innecesarias.

Entre ellas una víctima del delincuente que sobrevivió una agresión y justo asiste a la emisión del programa y el final que parece salido de una serie de los años ´80.

Dentro del reparto Daniel Zovatto ofrece un trabajo convincente a la hora de retratar la dualidad del asesino y las escenas que comparte junto a Kendrick aportan los momentos más destacados del film.

Cabe destacar en los aspectos técnicos toda la labor en el diseño de producción que recrea las ambientaciones de la década de 1970 con un presupuesto muy limitado.

Será interesante ver hacia donde se dirige esta nueva faceta de la artista que sale bien parada de este proyecto con una ópera prima muy digna.

Calificación: B

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