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Forsaken

Top 250: Cine western

200-196

200-FORSAKEN (2015)

Una muy buena producción independiente que reunió a Kiefer Sutherland con el director Jon Cassar, quien fue responsable de las primeras siete temporadas de la serie 24.

En este proyecto desarrollaron un western de corte revisionista que explora el estrés postraumático de un veterano de la guerra civil.

El cowboy que encarna Sutherland regresa a su hogar para remendar la relación con su padre y se encuentra con el pueblo asediado por una banda de criminales.

Cassar se toma su tiempo para desarrollar los personajes y aprovecha un sólido reparto donde sobresalen Donald Sutherland, Demi Moore, Brian Cox y Michael Wincott, recordado villano de Robin Hood y Los tres mosqueteros.

Los momentos dramáticos entre los Sutherlands se roban el espectáculo pero el director no se olvida de la acción y ofrece también excelentes secuencias de tiroteos.

199-RANGO (2011)

Esta es la otra propuesta de animación que sentí que no podía quedar afuera.

Me encanta Rango ya que no sólo le rinde un homenaje al género sino que además toma el riesgo de narrar un Acid western para toda la familia.

Una tarea muy complicada de elaborar que el director Gore Verbinski sacó adelante con efectividad.

El film era entretenido para los más chicos pero también incluía numerosas referencias cinéfilas dirigidas a los adultos y un conflicto existencialista que sorprendió por su complejidad, algo poco común de encontrar en las producciones de Nickelodeon.

El Oscar fue merecido.

198-SHANGHAI JOE (1973)

Esta película se estrenó el mismo mes que Marvel presentó en los cómics a Shang-Chi (en diciembre de 1973) y supo aprovechar el furor por el cine de artes marciales tras la muerte de Bruce Lee.

Como no podría ser de otra manera los italianos vieron el negocio primero que nadie y dieron el primer paso ante que los chinos y los americanos se anticiparan con otras producciones.

Shanghai Joe combina de un modo impecable los relatos amorales del Spaguetti western con el cine Kung Fu para desarrollar un espectáculo muy entretenido.

Más allá de la violencia zarpada y el gore, la propuesta de Mario Caiono exploraba la xenofobia que encontraban los inmigrantes chinos al llegar a los Estados Unidos.

Una problemática que era de pura actualidad en 1973.

Shanghai Joe tiene muchas similitudes con el héroe de Marvel y en esta introducción vive numerosas aventuras mientras intenta conseguir un trabajo digno en Texas.

En su travesía se enfrenta con todo tipo de psicópatas y caníbales que incluye al inolvidable Scalper Jack a cargo de Klaus Kinski, un especialista a la hora de encarnar esta clase de personajes.

Si nunca vieron este film van a notar que la narración presenta un recurso de edición que Quentin Tarantino luego implementó en Kill Bill.

En cada oportunidad donde surge una situación de violencia extrema la fotografía de la película cambia al blanco y negro con el fin de atenuar el contenido sangriento.

Chen  Lee, un clon de Bruce Lee que en realidad era una japonés llamado Myoshin Hayakawa, brinda un gran trabajo en este rol que cuenta con algunos momentos desopilantes.

Esta producción fue un éxito comercial en su momento y al año siguiente tuvo una continuación muy inferior donde el héroe tenía como sidekick a un falso Bud Spencer.

Si les va este tipo de delirios también pueden explorar Kung Fu Brothers in the Wild West pero la mejor es la obra original de Caiono.

Más adelante retomaremos esta combinación específica de géneros con títulos superiores.

No puedo dejar de destacar la tremenda música de Mauro Chiari que queda pegada en tu cabeza luego de ver el film.

197-MY DARLING CLEMENTINE (1946)

Primera aparición en la lista de John Ford con el western más sobrevaluado en la historia del cine.

Cuando estoy aburrido y busco una carcajada fácil me pongo a leer reseñas exageradas de esta película que suele ser calificada como «la mejor obra del director» y lo que es más desopilante «la representación definitiva de Wyatt Earp«.

No, ni de casualidad.

En la actualidad existen tres generaciones de historiadores que opinan lo contrario y cuesta encontrar cinéfilos menores de 70 años que consideren a Henry Fonda la mejor versión de Earp en la pantalla grande.

El director concibió este proyecto a comienzos del siglo 20, durante la etapa del cine mudo, cuando tuvo la oportunidad de conocer al verdadero Wyatt quien por entonces trabajaba como asesor en los estudios de Hollywood.

A Ford le intrigó la historia de vida del pistolero y años después decidió hacer una película basada en el famoso enfrentamiento entre los hermanos Earp y la pandilla Clayton.

Cabe destacar que por entonces no existía tanto material biográfico en torno a esta historia y la única fuente disponible era el libro Wyatt Earp: Frontier Marshall, de Stuart Lake, publicado en 1931.

Cuando salió a la venta la esposa de Wyatt, Josephine Earp, denunció en la prensa que la obra de Lake era un compilado de mentiras y a través de sus abogados consiguió que su nombre fuera eliminado del texto.

Ford desarrolló su película a partir de ese material y el resultado fue un invento hollywoodense que fracasó a la hora de retratar las personalidades complejas de los protagonistas.

Años después del estreno la comunidad de historiadores aniquiló el libro de Lake, que actualmente se considera una novela de ficción, debido a que la información que presenta no se puede tomar en serio.

En la crítica de cine la película cuenta con un mayor aprecio al tratarse del western más sentimental del realizador, donde el melodrama romántico relega la acción a un segundo plano.

Fonda compone a un Wyatt blandito más cercano a los héroes inmaculados de Roy Rogers que el justiciero violento que fue en la vida real.

Dentro del reparto secundario Victor Mature y su escuelita de la sobreactuación hace cualquier cosa con el rol de Doc Holliday, mientras que Walter Breenan queda mejor parado como el patriarca de la familia Clayton.

No ayuda tampoco la aparición de personajes femeninos acartonados como Chihuaha y Clementine Carter que no le aportan nada sustancial a la trama central.

Todo el conflicto que derivó en el célebre tiroteo en el OK. Corral es penosamente superficial y el clímax ofrece la secuencia de acción menos inspirada que concibió Ford en toda su carrera.

Lo mejor de este film se encuentra en la extraordinaria fotografía de Joseph McDonald y la representación de las locaciones naturales.

Durante la Era Dorada de Hollywood el director John Sturges luego corrigió las libertades artísticas de Ford en una producción superior que aparecerá en esta lista en breve.

Cabe destacar que My Darling Clementine, cuyo título esta inspirado en la famosa balada de música country, contribuyó a consolidar la figura de los Earp en la cultura popular y décadas más tarde los personajes tuvieron mejores representaciones.

Si bien la obra de Ford cuenta con westerns mucho más relevantes y entretenidos este es un clásico romántico que se disfruta si le dejás pasar sus alteraciones creativas.

196-ANGEL AND THE BADMAN (1947)

Superclásico del cine anti-Wayne que en 1947 enfureció a los fans más conservadores del actor.

Una película muy interesante donde John Wayne tomó el riesgo artístico de hacer algo diferente dentro del género y de paso también provocó un poquito a sus seguidores.

Angel and the Badman tuvo la particularidad de ofrecer un western romántico donde el artista encarnó a un cowboy cuya sensibilidad no tenía precedentes en su filmografía.

En este relato le dio vida a Quirt Evans, un criminal que tras ser herido en un tiroteo termina rescatado por una chica que pertenece a una familia de cuáqueros.

Una comunidad espiritual que no sigue dogmas religiosos ni líderes y cuyas filosofías de vida e ideas políticas tuvieron una profunda influencia en la cultura hippie de los años ´60 y organizaciones civiles como Amnesty y Greenpeace.

Los cuáqueros están a favor de los derechos de las mujeres, todas las minorías raciales y sexuales y abogan por la protección del medio ambiente y la reformas penitenciarias que permitan mejorar la calidad de vida de los presos para que puedan reinsertarse en la sociedad.

En esta película el macho americano, idolatrado por los republicanos y sectores más conservadores de la derecha, abandonaba la violencia y las armas por el amor de una chica progre y los fans del actor no lo tomaron bien.

Al margen de esta cuestión donde entran en juego las ideologías políticas, Angel and the Badman es una gran película que le permitió a Wayne sorprender al público con un rol diferente.

La química que tiene con Gail Russell es muy sólida y la historia de amor no sólo cuenta un desarrollo impecable sino que además termina por opacar al contenido de acción.

Años después, en 1963, el actor compensó al fandom con McLintock, su película más reaccionaria, que fue una especie de sueño húmedo para conservadores retrógrados.

Esta producción es importante ya que tuvo una enorme influencia en el western revisionista que una década más tarde cobraría fuerza con títulos memorables de Anthony Mann y John Ford.

Dato loco:

Angel and the Badman fue la inspiración de una popular película de Harrison Ford, Testigo en peligro, que trabajó una premisa similar.

En ese caso los cuáqueros fueron reemplazados por los Amish, una comunidad diferente que adopta el estilo de vida del siglo 19.

2 comentarios en «Forsaken»

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