Becoming Led Zeppelin
Bernard MacMahon es un joven realizador irlandés que hace unos años obtuvo notoriedad por la aclamada serie documental American Epic (2017), una ambiciosa propuesta centrada en las raíces de la música popular estadounidense y el origen de los primeros equipos de grabación.
Un material imprescindible para los amantes de estos temas.
En su nueva película el director consiguió la bendición de los integrantes de Led Zeppelin para desarrollar el primer documental oficial de la banda.
Un proyecto que en el pasado intentaron concretar otros productores y siempre se pinchó ya que los artistas se negaban a dar entrevistas.
Este film llega a las pantallas IMAX con buenas y malas noticias.
La parte negativa es que se centra exclusivamente en el origen de la banda y apenas cubre una porción de la historia desde agosto de 1968 a enero de 1970.
Cuando el relato se vuelve atrapante y nos acercamos a la gesta del famoso cuarto disco, que incluyó algunos de los himnos esenciales de Zeppelin, cae el maldito final abrupto que deja al público con ganas de más.
Si bien no hay información que esto pudiera continuar en una serie el modo en que MacMahon cierra su trabajo deja esa impresión.
Lo mejor del documental se encuentra en el material de archivo inédito que incluye una entrevista extendida con el baterista John Bonham quien falleció en 1980.
Los testimonios de los músicos se combinan con interpretaciones musicales que se presentan sin cortes de edición y están destinadas a crear una experiencia especial en las pantallas IMAX.
El director presenta un documental sobrio que se enfoca exclusivamente en temas de música y evita abordar los aspectos más controversiales de los rockeros de los años ´70.
Si los integrantes de Zeppelin cometieron excesos en este film no tienen ningún recuerdo de esos hechos y por momentos parecen ex monaguillos abstemios que sólo se concentraban en sus composiciones.
Jamás existió el consumo de heroína ni las groupies y tampoco se discute las circunstancias de la muerte de Bonham y su repercusión en el resto de los músicos.
Si nos dejamos llevar por la obra previa de Macmahon Becoming Led Zeppelin se siente un documental intervenido por las restricciones que le impusieron los músicos y queda la sensación que algunos aspectos de esta historia se podían haber explorado con más profundidad.
Más allá de estas debilidades el contenido en general es interesante y los fans de la banda que moderen sus expectativas la disfrutarán por las secuencias musicales y los datos curiosos que aportan los artistas.
CALIFICACIÓN: B+
Cuando las bandas son tan gigantes como Queen, Zep o Sabbath, una película te queda cortísima.
Es mucho a abarcar, porque no sólo tenés la parte core de la banda y su música, sino todo el tema del impacto que han tenido en la industria, género y cultura.
El tema con LZIV es que ese disco en sí ya te da para una cinta independiente. Todo el concepto del disco, el peso de Page con el ocultismo (que igual dudo que lo diga), la polémica del plagio de Stairway… da para una linda segunda parte.
La única que hasta ahora vi que haya sido honesta con sus quilombos fue The Dirt de Mötley, en eso los banco completamente porque no escondieron nada. Quizás comprimieron un poco por temas de tiempo, pero no la caretearon.
Abrazo Hugo!
Gracias Hugo!