Memories of murder
Finalmente pude ver Memories of Murder, una de las películas más elogiadas del cine coreano de estos últimos años.
Quentin Tarantino la describió como una de las mejores producciones de las últimas décadas.
Por mi parte estoy en desacuerdo con el 90 por ciento de la críticas super positivas que le hicieron.
Creo que fue exageradamente ensalsada esta producción y la verdad que no es para tanto.
Comparada con The Chaser que recomendé la semana pasada es un film menor dentro del género policial.
Quien la catalogue de obra maestra me parece que necesita pasar un tiempo en el video club, ya que en este género hay cosas muy superiores y eso no la convierte en una mala película.
El tema es que no me pareció ni a palos la joya emblemática que decían.
De hecho, Zodíaco, de David Fincher, con la que esta historia tiene varios puntos en común es una propuesta superior.
Memories of murder es una historia inspirada en un caso real. Se trata de los primeros crimenes seriales que ocurrieron en Corea del Sur en los años ´80 y que al igual que el caso Zodíaco nunca se pudieron resolver y sigue siendo un misterio en la actualidad .
Esto es todavía peor porque ni siquiera lograron encontrar algunos sospechosos como con Zodíaco donde existen algunas teorías sobre quién pudo haber sido el asesino.
Por eso el pimer asesino serial oficial de Corea es técnicamente Yoo Yung-Chul, el de la película The Chaser cuya historia se pudo conocer. Las investigaciones de los crímenes de los ´80 jamás llegaron a avanzar.
De todas maneras, este film no se centra demasiado sobre la identidad y el misterio del asesino, sino en los efectos que genera la investigación en los detectives.
Memories of murder fue dirigida por Bong Joon-Ho, responsable del film de terror The Host, quien logró salvarse económicamente con este film.
Su productora no estaba pasando un buen momento desde lo financiero y las espectaculares recaudaciones que logró la película le permitieron a la compañía salir adelante.
El gran protagonista de esta historia es Song Kang-Ho, un actorazo que ya es una cara conocida para el público internacional que sigue el cine asíatico.
Lo pudimos ver en The Host, Joint Security Area, Simpathy for Mr Vengeance y The show must go on, estrenada el año apasado en el Ciclo de Cine Coreano que se hizo en el Teatro San Martin.
Hace poco hizo un western bizarro muy divertido que estaré reseñado en breve. El tipo es una garantía. Es muy raro que lo enganches en una película mala y creo que si se da ese caso, es tan buen actor que saldría bien parado.
En Memories interpreta a uno de los detectives que sigue el caso de los asesinatos en un región rural de Corea.
Aclaro que la película no es un documental o una recreación exacta de los hechos. Se trata de un policial inspirado por esa historia que es algo muy distinto.
Algo que me sorprendió mucho de este film, porque la verdad no me lo esperaba teniendo en cuenta la temática de la trama, es que está plagado de humor.
Hay escenas muy graciosas que por lo general tienen que ver con la falta de profesionalismo de la policía en estos temas que son geniales.
Te descoloca un poco al principio porque te confunde si el film se va a encarar por el lado de la comedia y después tenés momentos más dramáticos que cambia el clima por completo.
Es una muy buena película pero después de lo que vi en The Chaser sinceramente no creo esté al mismo nivel.
En materia de cine policial me parece que el director de aquel film manejó el suspenso y la tensión mucho mejor que el responsable de Memories.
El director Joon-Ho en mi opinión pierde mucho tiempo en pelotudeces con situaciones graciosas o subtramas que no tienen la mínima importancia frente al conflicto central.
Memories sobresale cuando su director deja de huevear con los personajes y se concentra en la desesperación y frustracion de los detectives por resolver un caso que no llega a ningún lado, en parte por la inoperancia de la policía.
Otro punto para destacar es todo el contexto social que rodea a la trama. La historia transcurre a mediados de los ´80 cuando Corea del Sur se encontraba bajo una dictadura militar y todos los detalles sobre lo que ocurrían en el país en ese momento están muy bien trabajados.
De alguna manera, creo que la película tiene más que ver con ese período en la historia de Corea y lo que ocurría con la policía que con el caso del asesino.
Algo similar a lo que ocurrió con The Host que fue mucho más allá de la típica historia de monstruos.
Si bien en mi caso no me parece que sea una obra cumbre del cine coreano como la destacaron por ahí es una muy buena película que merece su recomendación.
Yo la tengo hace rato en casa, necesito un respiro de cosas facultativas, asi que espero poder verla, al menos este finde que es largo.