Centurión: Un film de Neil Marshall

Centurión es una película de Neil Marshall, el director del film de terror El Descenso que me dejó ciertos sentimientos encontrados.

Es una propuesta que tiene cosas muy interesantes que no se suelen tratar en el cine, pero tampoco le explotaron a fondo el potencial que tenía la temática.

La historia tiene como protagonista a la famosa Novena Legión del Imperio romano que desapareció misteriosamente.

Hasta el día de hoy los historiadores debaten que pudo haber ocurrido con ellos, si fueron aniquilados o se desbandaron.

El problema es que no hay pruebas certeras ya que los historiadores romanos de la edad antigua no podían registrar que el batallón habría sido eliminado porque era un golpe moral terrible para el Imperio.

El diector Marshall juega con esta historia en una película que no es un documental, sino un thriller de acción, pero que para mi enorme sorpresa retrató muchas cosas de la época con una gran fidelidad que no vi en otras producciones.

En la trama un grupo de soldados romanos tratan de sobrevivir de la caza de una tribu de pictos luego que la Novena Legión termina destruida.

Quiero comenzar a destacar las cosas positivas.

En primer lugar me pareció genial que Marshall no convirtiera el guión en un cómic pelotudo de Mark Millar (Kick Ass, Wanted) para pendejos que solo buscan ver filmes sangrientos porque sí.

Me encantó que en la historia no hubiera malos ni buenos ni que los romanos fueran retratados como héroes.

Los soldados del Imperio fueron una banda de tremendos hijos de puta que hicieron cosas terribles y Marshall lo deja clarísimo pese a que los protagonistas son romanos.

Hay una escena fabulosa donde en un momento de descanso los soldados que tratan de sobrevivir hablan sobre sus orígenes y sus familias donde vemos que en el fondo son humanos.  Cinco minutos después los vemos hacer cosas que demuestra la clase de escoria que eran.

Marshall no permite que nos encariñemos con estos tipos que no son para nada héroes que merescan ser admirados.

Otra cosa que me encantó es la manera en que se retrató a los pictos, que no eran precisamente monaguillos, pero de última se le plantaron a los romanos para defender su tierra y su cultura.

Al igual que los celtas con quienes tiene cierto parentesco, la sociedad de los pictos no se regía por un orden patriarcal como el que impuso la Iglesia Católica , sino que los hombres y las mujeres tenían los mismos derechos.

La mujeres que era guerreras tremendas no sólo participaban de los consejos de guerra, sino que inclusive elegían con quien casarse y no les imponían como en otras cuturas a un hombte en particular.

Inclusive era muy común que las tribus tubieran jefes femeninos.

De hecho, fue la reina celta Boudicca, quien con unos ovarios gigantes puso en jaque a la Novena Legión romana y causó tremendos daños al Imperio.

Hay una película que Mel Gibson va a producir sobre  este tema para estrenar en los cines.

El máximo héroes celta y del Ulster, Cuchulain fue entrenado en las armas por una mujer, porque eran guerreras impresionantes.

Los soldados romanos trataban de evitarlas, ya que eran mucho más rápidas y crueles que los tipos.

Los pictos eran maestros del terror psicológico y como los romanos subestimaban a las mujeres en el campo de batalla luego la pagaban caro.

Neil Marshall trabajó esto a la perfección y en ese sentido el personaje de Olga Kurylenko (Max Payne) es un excelente retrato de lo que eran las guerreras pictas.

En Rey Arturo el director Antoine Fuqua también trabajó este tema en su momento, pero no abundan las películas en las que podamos ver estas cosas.

Creo que los que le pegaron a Marshall por poner ejércitos de mujeres en el film, como leí en otra parte,  son ignorantes que deberían visitar una biblioteca o buscar un libro de historia, que no muerden ni traen enfermedades, antes de ponerse a escribir giladas.

Marshall retrató muy bien a estos dos grupos y para mi ese el mejor valor que tiene el film.

La película es terriblemente sangrienta y si bien este es un tema que me está agotando últimamamente (me refiero el uso del gore al pedo porque sí) en el contexto de la historia yo le encuentro sentido porque los combates que tenían esto grupos deberion haber sido así de terribles como se muestra en la historia.

Mi problema con Centurión es que los efectos digitales me parecieron berretas. A Marshall le pasó lo mismo que a Stallone con The Expendables donde hay escenas gore que se ven truchas porque se notan que son artificiales.

Creo que en definitiva Centurión intentó ser Apocalypto con romanos  y pictos con la particularidad que acá no estuvo destrás de cámaras un director excelente como Mel Gibson.

La propuesta de Gibson, que también era super violenta, resultó mucho más apasionante por su calidad para manejar el suspenso y la manera en que desarrolló los personajes.

Apocalypto no da respiro. Marshall intentó hacer lo mismo pero para mi no consiguió el mismo efecto.

En Centurión no tenés mucho desarrolló de la historia, en parte porque es un film corto de una hora y media,  y el foco está puesto en la acción solamente, que parece ser es lo qu mas le interesó a Marshall.

Al final caga la historia con un toque romántico que me pareció totalmente fuera de lugar.  Si en el 95 por ciento del film las cosas no se encaminaban por ese camino no entendí para que cerrar la historia de esa manera.

No es una película brillante pero para quienes les interesen esta clase de historias creo está para ver.