Starchaser: La leyenda de Orin
UNA PELÍCULA HISTÓRICA.
Es una pena que el género de aventuras en la animación se haya convertido en una especie en extinción en Occidente.
Salvo por las producciones japonesas que siguen apostando a estas propuestas, en esta parte del mundo hoy son una rareza.
Los filmes de dibujos animados en Hollywood se estacancaron en ofrecer más de lo mismo. Inclusive las propuestas de Pixar, que por muy bien hechas que están, no dejan de formar parte del mismo género.
Nunca se juegan con una gran historia de acción, sino que todo esta orientado al humor familiar.
Películas como Starchaser: La leyenda de Orin son las que generan que me sienta agradecido por haber vivido mi infancia en los años ´80, donde estas propuestas eran moneda corriente en el cine y estimulaban tu imaginación con aventuras fabulosas.
Lo último que llegué a ver dentro de este estilo fue Batalla por Terra (de la que James Cameron afanó descaradamente la historia de Avatar), una muy buena producción independiente, que lamentablemente nadie le dio bola cuando se estrenó hace un tiempo en el cine.
Un gran film con un muy buen mensaje. La cara opuesta de la descerebrada Batalla: Los Ángeles.
Starchaser es una joya de 1985 que marcó un antes y un después en la historia de la animación al ser el primer largometraje de dibujos animados en ser concebido íntegramente en 3D.
Hoy esto no genera ninguna sorpresa pero en ese momento fue algo importante que no tenía precedentes.
Además fue la gran pionera en combinar la animación tradicional con la animación computada que a mediados de los años ´80 todavía estaba en pañales.
Por aquellos días en la industria del cine la tecnología CGI no era muy bien vista, ya que muchos artistas creían que atentaba contra el espíritu de la animación artesanal. Uno años atrás Tron había despertado críticas negativas por este tema.
Sin embargo, con Starchaser los realizadores demostraron que las nuevas herramientas podían fusionarse a la perfección con los métodos de trabajo clásicos y a la vez brindar un buen producto.
La trama estuvo muy influenciada por la serie de televisión Galactica, la película de Ralph Bakshi, Wizards, y muy especialmente Star Wars.
De hecho si George Lucas hubiera querido demandar a los productores de este film por plagio seguro ganaba el juicio.
Sin embargo, ocurrió todo lo contrario ya que a Lucas le encantó la película y la elogió en los medios cuando se estrenó en los cines.
Cuando era chico la alquilé un millón de veces en el video, ya que tenía todos los ingredientes para atraparte frente la pantalla con una gran aventura.
La historia giraba en torno a un joven llamado Orin que era un esclavo en un mundo subterráneo explotado por el villano Zygon.
Un día encuentra una espada especial que sólo él puede manejar y emprende el camino para derrocar al dictador de su mundo.
En su viaje se encuentra con un pirata espacial llamado Dagg (un robo de Han Solo), quien posee una nave espectacular llamada Starchaser (muy parecida al Halcón Milenario) con la que viaja por el espacio.
Con la ayuda de dos androides y una princesa que es un calco de Leia, Orin decide enfrentar a Zygon para liberar a su pueblo.
No existe un personaje en toda la película que no tenga sus raíces en Star Wars.
La paradoja es que lejos de resultar perjudicial para el film esto le jugó a favor, ya que cuando se estrenó en los cines fue un éxito inesperado. En los primeros días de exhibición superó el millón de dólares, algo que en 1985 no conseguían la producciones animadas independientes en tan poco tiempo.
Lo que ocurrió es que la película era muy divertida y tenían excelentes secuencias de acción producto del gran trabajo que se habían hecho en la animación y el 3 D, además de la música que fue otro elemento destacable de este film.
También fue importante el hecho que surgió en un momento donde series como He-Man y los Thundercats eran superpopulares por aquellos días.
Cabe destacar que mucho de los artistas que trabajaron en Starchaser luego se convirtieron en directores de la serie animada de Batman, en los años ´90, producida por Bruce Timm.
El director de esta película, Steven Hahn tiempo después fue responsable de Dinoriders, una serie de dibujos de 1988 y en los últimos años de dedico de lleno al campo de los efectos especiales en el cine, donde trabajó en películas como El Reino Prohibido, con Jackie Chan y Jet Li.
En fín, Starchaser es un clásico que se ganó un lugar en la historia de la animación, no sólo por sus logros técnicos, sino que además brindó un gran entretenimiento.