Dead or Alive: Vivo o Muerto

Dead or Alive es una de las mejores propuestas de acción que brindó el cine oriental en los últimos años.

Se trata de una trilogía que para mí no tiene desperdicio y representa el mejor laburo hasta la fecha del director Takashi Miike.

No es un realizador para cualquiera y entiendo que sus trabajos resulten repugnantes para mucha gente  porque sus filmes son extremedamente violentos.

Vivo o Muerto la primera entrega de la serie no es la excepción y yo recomiendo que no coman nada mientras miran el film porque no sería raro que terminaran vomitando.

El film cuenta una historia simple. Sho Aikawa interpreta a un policía  que investiga un serie de crímenes perpetrados por mafiosos que  lidera el gangster Ryuichi, protagonizado por Riki Takeuchi, una de las máximas estrellas del cine de acción oriental.

La película comienza con un tompada a la mandibula del espectador que queda drogui en los primeros minutos del film con un video zarpado de siete minutos que presenta  a los personajes con una intensidad tremenda.

Lo genial de esta serie (y esto es algo que se puede adjudicar también a todo el cine de este director)  es que desde la primera escena Miike deja en claro que en la trama puede suceder cualquier cosa. La palabra convencional no existe en el vocabulario de este tipo.

Es un cuento sencillo y simple pero a la vez impredecible por el rumbo que emprende la dirección del realizador,  quien logró concretar con esta saga una experiencia fabulosa.

Así odies esta película dificilmente te vas a olvidar de las secuencias más fuertes del film.

Tras el euforíco comienzo de la trama, el director Miike luego encara su dirección con un estilo similar a lo que estamos acostumbrados a ver en las películas de Takeshi Kitano.  El film se enfoca más en los personajes y sus conflictos personales.

Por supuesto esto no quita que en el medio te encuentres con escenas espantosas relacionadas con la zoofilia, por citar un caso.

Pero bueno, es Takashi Miike si querés ver algo light alquilate una de Disney. Este tipo es un provocador y sabe como shockear al público con propuestas visuales intensas, pero que están sostenidas por un buen desarrollo de los personajes y excelentes actuaciones.

Dead or Alive presenta tres película que no tienen nada que ver entre sí, salvo que fueron dirigidas por Miike  y cuenta con los mismos protagonistas: Sho Aikawa y Riki Takeuchi.

No voy a entrar detalles, pero Vivo o Muerto brinda el final más absurdo, bizarro y explosivo que yo vi en mucho tiempo.  Es maravilloso como el director usó una serie de metáforas para cerrar  este cuento a lo grande.

Por motivos obvios no puedo entrar en detalles, pero quiero expresar que esa última escena es maravillosa.

Recomiendo esta saga que no tiene desperdicio y se encuentra ente una de las mejores propuestas que brindó el género de acción en Oriente.