Frank y Jesse

Dentro del resurgimiento que tuvo el western en los años ´90, esta fue una muy buena película que HBO brindó en 1994 sobre la figura de Jesse James, un ícono absoluto de la historia de los Estados Unidos.

Lo interesante de Jesse y los filmes que se hicieron sobre su vida es que hay muchísimas y todas trabajan el tema desde distintos enfoques.

La última que se estrenó con Brad Pitt particularmente me aburrió muchísimo y creo que fue excesivamente pretenciosa.

Para mí entre las mejores se destacan La verdadera historia de Jesse James, que dirigió Nicholas Ray (Rebelde sin causa) en 1957 y Cabalgata infernal de Walter Hill, de 1980, que es la más grossa de todas y también la que más  rigurosidad tuvo a la hora de trabajar los hechos reales.

Esta versión de HBO estuvo protagonizada por Rob Lowe, quien sorprendió con su interpretación de Jesse y Bill Paxton como Frank James.

El film se enfocó más en la construcción del mito y narró como los diarios de aquellos días y la gente convirtieron a la banda de los hermanos James en héroes populares.

La gente los apoyaba porque los consideraban bandidos con conciencia social y por esa razón le llevó tanto tiempo a las autoridades desbaratar la banda de los James.

Rob Lowe, quien había sido uno de los grandes ídolos adolescentes de los ´80 en los ´90 comenzó a a cambiar el perfil de los personajes que interpretaba para alejarse de esa imagen y acá sorprendió con un rol más dramático donde hizo un gran trabajo con Jesse James.

Entre los puntos más destacables del film se destaca la manera en que se desarrolla el personaje de Jesse y su transformación desde que es un joven veterano de la Guerra Civil hasta que convierte en el famoso pistolero.

Junto a Bill Paxton formó una muy buena dupla y por eso las mejores escenas de la película son que aparecen ellos juntos.

Algo loco del reparto es que incluyó también  al músico country Randy Travis como el gran aliado de los James, Cole Younger (en una gran interpretación) y Alexis Arquette, antes de convertirse en travesti, quien interpreta a Charles Ford, hermano del asesino de Jesse que acá tiene un rol menor.

La dirección estuvo a cargo de Robert Boris, un cineasta desconocido que no volvió a realizar otra películas y siguió trabajando en Hollywood como guionista.

En Frank y Jesse  hizo un buen trabajo con las secuencias de acción que ofrecen muy buenos tiroteos.

Otro punto que me pareció interesante de este film es que fue la producción sobre estos personajes que mejor retrató a los hermanos James como tipos comunes y corrientes.

Por eso es muy interesante ese contaste que se genera entre la leyenda y el mito que construye la gente y la relación que tenían los miembros de la banda cuando estaban juntos.

La trama sigue bastante de cerca los hechos reales salvo algunos detalles que se modificaron por razones dramáticas, pero es una producción bastante cuidada en ese aspecto.

No es una joya memorable, aunque si califica  como una buena propuesta de este género que merece su visión.

El avance original.

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