Madeline: Una rebelde de la literatura
«En una vieja casa de París, cubierta de enredaderas, vivían doce niñas en dos líneas rectas. Salían de la casa a las nueve y media. Madeline era la más pequeña…»
Con esa introducción debutó en 1939 uno de los grandes clásicos de la literatura y la animación.
Madeline fue un personaje totalmente innovador cuando apareció por primera vez en las librerías, ya que iba a contramano de lo que eran los roles femeninos infantiles de ficción en ese momento.
Mientras las princesas famosas de los cuentos de hadas depositaban su salvación en un héroe que las rescatara, Madeline era una niña curiosa que desafiaba la autoridad de los mayores y nunca tenía miedo de expresar lo que pensaba.
El personaje les enseñaba a las niñas que podían ser femeninas sin dejar de ser fuertes e inteligentes. La protagonista no tenía miedo de explorar el mundo en que habitaba aunque eso a veces la metiera en problemas.
Con valentía siempre enfrentaba los obstáculos que se le presentaba en su vida.
En 1939 un personaje de estas características era imposible de encontrar en historias infantiles y por esa razón logró mantenerse tanto tiempo vigente con adaptaciones en los dibujos animados y en el cine, ya que era una propuesta diferente.
Dentro de la literatura infantil Madeline tenía una actitud completamente rebelde que generaba una conexión especial con los lectores más chicos.
La pequeña pelirroja fue creada por el austríaco Ludwig Bemelmans, un hombre muy excéntrico que luego se hizo famoso alrededor del mundo por su trabajo como gourmet y los artículos que publicaba sobre restaurantes y vinos.
En 1934 comenzó a escribir libros infantiles que tuvieron un suceso moderado en Europa y eran elogiados principalmente por las ilustraciones del autor, que representaban su gran pasión.
En 1935 Bemelmans trabajaba en un estudio de arte donde conoció a una modelo de la que se enamoró en el acto. Le pidió a su jefe dinero para poder llevarla al cine y así consiguió una cita.
La mujer se llamaba Madeline y odiaba el mundo de la moda, pero trabajaba en ese ámbito porque le daba plata. Enseguida se conectó con la personalidad excéntrica de Ludwig y seis meses después de esa primera salida se casaron.
Al año siguiente nació su hija Bárbara, cuya personalidad terminaría influenciando a la famosa creación del escritor.
En 1939 se publicó la primera historia de Madeline que estaba narrada en rimas y presentaba a esta niña que vivía en una escuela católica de París.
La educación de la protagonista estaba a cargo de una monja llamada Sor Clavel, que Bemelmans la ilustró como una enfermera, y era quien le ponía límites a las alumnas.
Otro personaje que se destacaba en los libros era Pepito, el hijo arrogante de un embajador español, que era un matón que molestaba a las niñas de las escuela y maltrataba a los animales. Motivo por el cual las travesuras de Madeline siempre tenían al chico como principal objetivo.
Ludwig Bemelmans escribió seis libros con la niña de París, el último en 1961, y luego de su muerte, en 1962, su nieto continuó la serie en las décadas siguientes.
Más allá del mundo literario, Madeline tuvo una fuerte presencia en el campo de los dibujos animados.
En 1952 la productora UPA, responsable de la serie de Mr. Magoo, fue la pionera en trabajar al personaje de Bemelmans en un medio audiovisual.
El primer corto de Madeline fue muy elogiado y terminó nominado al Oscar, en la categoría de Mejor Cortometraje Animado, donde perdió el premio con la historia de Tom y Jerry, «Johann Mouse».
En el siguiente video pueden ver completo el debut de Madeline en este campo que fue una adaptación literal del primer libro de la serie.
La animación estuvo a cargo del maestro Bill Meléndez, quien años después se haría famoso por los cortos de Snoopy.
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En 1959 William Snyder, el productor responsable de los dibujos de Popeye y Rocky and Bullwinkle adaptó también varios libros Madeline en la animación y desde 1964 hasta 1969, el personaje fue trabajado por los creadores de la Pantera Rosa, David H.Depatie y Fritz Freleng.
Sin embargo, la curiosa niña de Paris explotó en la televisión cuando la productora DIC estrenó la primer serie semanal en 1988, que es la versión por la que hoy recordamos al personaje.
Una interpretación que si bien era muy fiel a la obra literaria desde la estética que planteaba la animación, también hay que destacar que los personajes fueron un poco distorsionados.
Madeline en esta versión era mucho menos impetuosa y rebelde que en los libros originales y a Pepito se lo presentaba desde una óptica positiva.
En la versión en inglés el actor Christopher Plummer fue el encargado de narrar los episodios, que al igual que en los libros, los argumentos se trabajaban en rimas.
Más allá del cambio en la personalidad de Madeline el trabajo de DIC fue excelente y brindó una propuesta infantil que transmitía muy buenos valores.
Algo que siempre me encantó de esta serie es todo el trabajo que tiene la animación en el diseño de los escenarios, donde los dibujos evocaban muy bien el estilo que tenían las ilustraciones originales de Bemelmans. Y ni hablar de los diálogos en rima que eran graciosos.
En los ´90 las productoras DIC y Cookie Jar continuaron con esta versión del personaje que se desarrolló con éxito hasta el 2001.
En la última temporada se destacó el episodio «Madeline y la Mujer Araña» que le rendía un divertido homenaje a Orson Welles y su famoso radioteatro de La Guerra de los Mundos. Obviamente todo ese capítulo era un guiño de los realizadores a los adultos.
La buena respuesta que tuvo este serie alrededor del mundo generó que en 1999 DIC estrenara la infame película animada, Madeline perdida en París, que fue muy ciriticada (y con razón) por la manera en que distorsionaron la propuesta.
En este caso Madeline era secuestrada por unos mafiosos que explotaban niños como esclavos y Sor Clavel salía a rescatarla. Un historia bastante oscura que no tenía nada que ver con el espíritu de la serie animada y por eso fue un fiasco que tuvo muy malas reseñas.
La mejor película de Madeline fue la versión live action de 1998 con Francis McDormand, en el rol de Sor Clavel, que en mi opinión es una de las mejores adaptaciones que se hicieron de una obra literaria en el cine.
Este impecable film capturó a la perfección el espíritu de los libros originales y presentó a la Madeline rebelde de la literatura.
El rol estuvo a cargo de Hatty Jones, quien capturó con precisión la personalidad original de la protagonista, que había sido modificada en los dibujos animados.
La niña era muy carismática y brindaba una actuación muy espontánea. Lamentablemente luego se alejó de la actuación y no se la volvió a ver en el cine.
Esta película de la directora Daisy von Scherler Mayer tomó numerosos elementos de los libros de Bemelmans y logró fusionar con éxito varias historias de Madeline en un mismo argumento.
Por otra parte, Francis McDormand sobresalió como Sor Clavel con un rol divertido donde se nota al verla en la pantalla que disfrutó mucho ese papel.
Otro personaje que recobró su personalidad original es Pepito que al principio se lleva mal con la protagonista y tiene momentos muy divertidos.
Madeline fue por lejos una de las mejores películas infantiles que se hicieron en los años ´90 y le hizo justicia a este gran clásico de la literatura infantil y los dibujos animados.
Este es el avance original del film. Si nunca lo vieron se los recomiendo.
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=dYqx5vFA6is[/youtube]