Julie Wood: Otro gran cómic de Jean Graton
Siempre odié las matemáticas.
Pese a que en la secundaria egresé de un bachiller con orientación físico-matemático y tuve muy buenos promedios en el boletín, en la primaria fue una materia que sufrí muchísimo.
Por ese motivo tenía que ir a una maestra particular porque era un desastre.
Así fue como conocí a Ana, una maestra jubilada, que daba clases de apoyo en su casa y tenía una enorme paciencia.
Odiaba ir a las clases de apoyo.
Años después descubrí que el problema en realidad no eran los números, sino los profesores autoritarios que tenía que generaban que me bloqueara y no pudiera resolver los ejercicios. Al sujeto que me volvió loco en séptimo grado luego lo tuve como practicante de física en quinto año y superé los exámenes sin el menor problema porque ya no le tenía miedo.
La cuestión es que Ana tenía un hijo que era comiquero y cuando se fue de su casa dejó una biblioteca repleta de historietas. Aparentemente era un amante de la producción europea, ya que tenía muchas cosas de ese estilo.
Un día a la profesora particular se le ocurrió una idea. Para estimular mi pobre desempeño en las matemáticas me hizo la siguiente propuesta.
Por cada tanda de ejercicios que yo completara de manera correcta me ganaba un cómic. Una genia.
Un estímulo que funcionó y de la nada generó que empezara a mejorar en los ejercicios.
Así fue que un día entró en mi vida una joya de Jean Graton, el creador del piloto de Fórmula 1, Michel Vaillant, a quien conocería años después.
Julie Wood era un cómic apasionante que me enganchó de entrada porque no se parecía nada de lo que había leído hasta ese momento. No tenía que ver con superhéroes, fantasía ni ciencia ficción.
Las historietas narraban las aventuras de una chica amante del motocross que competía en circuitos profesionales de esta actividad.
Básicamente era Michel Vaillant con motos.
Julie era una chica de California, quien junto a su hermano Indy, intentaba abrirse camino en el mundo del motocross que estaba dominado por hombres.
A diferencia del piloto francés, la joven pertenecía a una clase social más humilde y los argumentos también estaban más encarados por el lado del misterio.
El personaje fue creado por Graton en 1976, un momento en que el motocross había cobrado una enorme popularidad, especialmente en Estados Unidos.
El artista editó esta historieta en el mejor momento de su carrera cuando el arte de sus ilustraciones había evolucionado notablemente.
Cuando leí el cómic por primera vez me había atraído muchísimo por las ilustraciones que eran muy realistas y la temática de la propuesta. Siempre me fascinó el mundo del motocross y de repente encontrar un cómic que se especializaba en el tema fue la combinación perfecta.
Las trama presentaban un montón de información sobre el mundo de las motos y se notaba que Graton realizaba una gran investigación sobre los temas que abordaba.
El autor sólo editó ocho libros con la heroína motoquera y luego la protagonista se integró a las aventuras de Michel Vaillant, a partir del tomo 41, Paris-Dakar.
Lamentablemente apenas se editaron cuatro libros de esta colección en castellano que fueron Julie Wood, Defiéndete Julie, 500 locos en carrera y !Coraje Julie!
En mi colección tengo el primero que me regaló mi profesora particular hace muchos años cuando terminé sépimo grado y el tercero que compré en una página de internet.
Un día se me dio por buscar cómics de Julie Wood y encontré 500 locos en carrera a muy buen precio.
En el cine Diane Krueger interpretó a Julie en la película de Michel Vaillant, donde era uno de los principales personajes femeninos.
Ya sea que te gusten los cómics, el motocross o ambas cosas, como en mi caso, este es un excelente clásico de la producción europea.
Que interesante lo que contás.
Realmente era una genia esa profesora.
Y me gusta el estilo de dibujos de la historieta. Una interesante idea, con un interesante personaje.
Perdón por el offtopic Hugo, pero no encuentro dónde comentarte esto y compartir mi tristeza: La semana pasada fui a jugar un torneo a Mar del Plata y para matar el tiempo una tarde fuimos con un amigo al viejo y querido Sacoa de la peatonal. Mi decepción fue enorme al comprobar que casi no quedan arcades, solamente juegos de disparo onda The House of Dead 4 o el de Transformers.
Pero, en un rinconcito oscuro (literal), encontré lo que me lleva a escribirte, 4 pinballs: Last Action Hero, Starship Troopers, Class of 1812 y The Addams Family, este último parece que era una reedición porque el display era en colores. Ni que hablar que todo mi crédito se gastó en esas 4 mesas.
Nada, una mezcla de tristeza por ver que ya no era lo de antes pero de felicidad de encontrar estas gemas funcionando
¿Class de 1812?!
Es una reliquia esa mesa de Gotlieb!
Sí que es deprimente que ya no quede nada, pero esas mesas son muy difíciles de conseguir en formato físico.
En la buena época de Sacoa lo flippers ocupaban toda una pared del piso de abajo y en la parte de arriba tenían otro espacio adicional.
Sabes yo tengo el mismo sentimiento por las matemáticas.