Nancy Drew: 84 años resolviendo misterios
Una saga popular que vendió 80 millones de ejemplares en todo el mundo y fue traducida a 45 idiomas.
Nancy Drew es uno de los más grandes clásicos de la literatura juvenil que presentó en 1930 una propuesta distinta, completamente adelantada a su tiempo. Comparadas con esta chica, las heroínas de Stephenie Meyer (Crepúsculo) o Cassandra Clare (Cazadores de sombras), parecen productos gestados por el Opus Dei.
A esta entrañable detective adolescente la descubrí por accidente en la biblioteca de la escuela durante la etapa final de la primaria.
Un día fui a devolver un libro de Emilio Salgari y encontré en un estante la colección de los Hardy Boys y Nancy Drew, a quienes desconocía por completo.
En honor a la verdad, debo mencionar que primero empecé con los Hardy y luego descubrí a Nancy.
Mi relación con los Hardy nunca fue buena. Había dos cosas que me molestaban de ellos profundamente.
Al igual que Tintín los conflictos argumentales se desarrollaban como si las mujeres no existieran en el mundo.
Si aparecía alguna por lo general era una vieja o una estafadora y los protagonistas no tenían intereses románticos, ya que eran asexuados.
Al margen de este detalle, que de última también se puede encontrar en otros personajes de cómics clásicos, lo que me irritaba muchísimo de los hermanos Hardy es que eran extremadamente complacientes con las autoridades policiales y en especial con su padre.
Nunca se rebelaban y eran muy educados. Unos ñoños de aquellos. Por suerte este perfil luego lo cambiaron en la excelente serie de televisión de los años ´70 donde los Hardy pasaron a tener más onda. Sin embargo, eso no se dio en la literatura.
Así fue que un día decidí darle una oportunidad a Nancy Drew a quien en principio había rechazado porque las cubiertas, sobre todo las de los años ´80, eran muy femeninas y pensé que eran novelas románticas para chicas. Grave error!
Jugando con fuego fue mi primer contacto con este personaje y así nació un largo romance literario que me acompañó durante muchos años.
La semana pasada sin ir más lejos encontré en una librería de la Avenida Corrientes varias novelas en inglés de Nancy por 15 pesos y me las llevé todas.
El primer impacto loco que tuve con esta detective fue el hecho de descubrir que su autora, quien firmaba todas las historias con el nombre de Carolyn Keene, en realidad era el pseudónimo de Edward Stratemeyer el creador de los Hardy!
El mismo sujeto que había concebido en 1927 a los hermanos ñoños, luego en 1930 sorprendió con la aparición de esta rebelde adolescente que era la cara opuesta de los Hardy.
La realidad es que numerosos autores fantasmas, cuyas identidades reales se desconocen, fueron los que desarrollaron las novelas de Nancy durante los últimos 84 años.
El personaje fue un suceso desde que debutó con la primera historia, El secreto del viejo reloj.
Ese libro presentó a esta adolescente que no iba a la escuela (por motivos que jamás se explicaban) ni trabajaba y siempre terminaba involucrada en algún caso policial.
A diferencia de los Hardy, la chica Drew no era complaciente con los policías y el mundo del crimen para ella representaba una salida a la opresión que le generaba el esnobismo que predominaba en su círculo social.
La familia de la protagonista tenía una gran fortuna y estaba conformada por Nancy, su padre, el abogado Carson Drew, y el ama de llaves y confidente de la heroína, Hannah Gruen.
La chica era muy atractiva, hablaba varios idiomas, había estudiado psicología, se llevaba muy bien con las armas de fuego y se desplazaba en un auto Roadster azul, que luego se convertiría en un clásico elemento de la serie.
Nancy no tenía necesidades económicas y por esa razón se dedicaba a resolver misterios policiales donde demostraba tener una gran intuición.
En la primera etapa del personaje, hasta 1959, la detective juvenil era retratada como una chica intrépida segura de sí misma que no tenía problemas en aprovechar sus atributos físicos para conseguir alguna información.
En ese momento esto fue algo de vanguardia ya que los roles femeninos tendían a ser más pasivos dentro de los conflictos de misterio.
Con el paso del tiempo y los cambios que se produjeron en la sociedad norteamericana, Nancy terminó siendo menos irreverente.
A partir de la década del ´60 la heroína dejó su perfil rebelde para pasar a ser mucho más dócil, simpática y bondadosa. En otras palabras, un bodrio.
Esto generó una gran discusión entre el creador de Nancy, Edward Stratemeyer y los editores que no estaban de acuerdo con la distorsión de la detective.
Para Stratemeyer, la chica se había vuelto demasiado rebelde e impertinente y le preocupaba que los libros dejaran de venderse por ese motivo. Lo loco de esta situación es que los editores, por el contrarió, entendían que esos rasgos de la personalidad de la joven representaban uno de los principales elementos atractivos para los lectores.
Finalmente el personaje tuvo una importante revisión donde también se eliminaron algunos contenidos que eran considerados estereotipos racistas en los años ´60.
A partir de ese período en las novelas nunca más se mencionó que Hanna, la ama de llaves, era negra y Nancy pasó a tener amigos «afroamericanos».
Los conflictos se hicieron más cortos y los personajes tuvieron menos desarrollo.
En esta nueva versión Nancy frecuentaba con regularidad la iglesia y ya no seducía a los hombres para obtener alguna pista.
La detective logró mantenerse vigente en las librerías y en la década del ´80 se produjo las segunda gran transformación del personaje.
En 1982 Nancy volvió a sus raíces con un enfoque moderno, donde la chica se vestía más atractiva y empezaba a tener deseos sexuales.
Obviamente los misterios policiales eran la clave de los conflictos, pero en esta oportunidad se sumaron otros ingredientes interesantes.
Las relaciones sentimentales adquirieron relevancia en los argumentos y la heroína se interesó más por los chicos. Su vida ya no pasaba exclusivamente por atrapar delincuentes.
Sin embargo, en su momento los libros editados en los ´80 despertaron las críticas de los sectores más conservadores de la sociedad norteamericana, ya que entendían que Nancy aparecía muy provocativa en las cubiertas y se la mostraba «demasiado» interesada en los hombres.
Las ilustraciones de los libros en aquellos días retrataron a la protagonista con un aspecto más sensual.
La realidad es que el público bancó a muerte esta nueva versión y la colección recién concluyó en el 2003.
En lo personal me parece que la etapa inicial, que va de 1930 hasta 1959, y la versión de los ´80 son los mejores periodos del personaje. La queja de los detractores eran exageradas y pasaban por cuestiones moralistas.
En los años ´80 y ´90 Nancy retomó su temperamento clásico pero al mismo tiempo la hicieron más vulnerable.
A diferencia de los Hardy que eran asexuados y directamente desconocían la existencia de las mujeres, Drew tenía sus romances y la pasaba bien.
Un Dato Loco que demuestra el apoyo del público a esta interpretación de la detective.
En 1995, en el libro On Her Own, Nancy finalmente puso fin su larga relación con Ned Nickerson, su clásico novio, por expreso pedido de los lectores que deseaban verla con otras parejas.
La llegada del siglo 21 repercutió en nuevos cambios para las historias de la famosa investigadora.
En el 2003 se gestó la serie Girl Detective, cancelada en el 2012, donde Nancy apelaba a la tecnología actual para resolver los misterios.
Desde el 2013 se editan tres novelas nuevas por año bajo una nueva colección que se titula Nancy Drew Diares.
Es muy apasionante leer libros de las distintas etapas y comprobar como fue cambiando el personaje con el correr de los tiempos.
Hasta la fecha también se hicieron más de 30 videos juegos con esta heroína que se vendieron muy bien, algo que demuestra su enorme popularidad en la industria del entretenimiento.
Una detective que además tuvo varias incursiones en el cine y la televisión, aunque ese tema lo voy a tratar en detalle en la próxima nota.
Lo cierto es que Nancy Drew es un auténtico ícono literario que desde hace 84 años viene entreteniendo a muchas generaciones de lectores que se engancharon con los atrapantes misterios de esta joven investigadora.
No importa la edad que tengas esta serie es un auténtico clásico que siempre recomiendo.
Hugo, respondeme cuando hayas leido algun libro que compraste. Notas alguna diferencia entre las ediciones en español e ingles? Me interesa saber si se perdio algo en la traduccion o hicieron cualquier cosa con los nombres.
Saludos
Me fijo, pero salvo que se traten de ediciones mexicanas que tenían la tendencia de cambiar los nombres y convertirlos hispanos, en general las ediciones españolas siempre fueron respetuosas de las novelas originales.
Saludos!
La verdad q es una saga que quieras o no es muy dificil no conocerla, si sos lector de libros (sobre todo desde chico) pero en mi caso nunca me engancho el personaje, pero si hay q admitir que es un clasico total.
Eso que decis de los Hardy, yo lo notaba mucho en Paturuzu y paturuzito por eso siempre fueron personajes intragables para mi, y preferia a Isidoro y a Don Nicola!