Historia de Wonder Woman
Capítulo 3: Un origen inusual (Primera parte)
Las superheroínas no son un buen negocio.
Esa fue la primera respuesta que recibió William Marston del editor M.C. Gaines cuando le presentó la propuesta de crear un nuevo cómic.
Los argumentos de Gaines eran irrefutables porque existían numerosos casos de personajes femeninos (como vimos en el primer capítulo) que habían aparecido en otras publicaciones, pero ninguna de esas historias llegaron a conseguir el mismo suceso comercial de los héroes masculinos.
A fines de 1941 la editorial All-American Publications había pasado a llamarse Superman-DC y atravesaba un momento estupendo con las ventas de Batman, Superman y la Sociedad de la Justicia, el primer grupo de superhéroes creado por Gardner Fox.
La formación inicial estaba integrada por Doctor Fate, Hawkman, Sandman, Atom, Green Lantern, Flash, Hour Man y The Spectre.
Esta revista era un enorme suceso, ya que los lectores tenían la posibilidad de ver a todos estos personajes populares juntos.
La editorial DC, como ya se la conocía a nivel popular, no necesitaba riesgos ni inventos raros y lo que proponía Marston era sin duda extraño.
Un cómic que proponía gestar una revolución social y contribuyera a empoderar a las mujeres desde un personaje de ficción diferente.
DC se había consolidado en el mercado y no necesitaba arriesgarse con esos experimentos.
No obstante, el editor Gaines sentía un enorme respeto por Marston, ya que había salido a defender a los cómics como una expresión artística en los medios de prensa.
Mientra el resto de los intelectuales consideraban que el trabajo de su compañía era pura basura este hombre los valoraba públicamente.
Por una cuestión de simpatía a Marston, más que una fe en el proyecto, Gaines le hizo una propuesta al psicólogo.
Le daban seis meses de gracia a su personaje en la revista All Star Comics y si no había un respuesta positiva de los lectores el cómic sería cancelado.
Seis números era una cantidad de historias razonable para saber si la idea de Marston era aceptada entre los lectores.
William tenía tanta fe en su proyecto que la oferta de Gaines resultó más de lo que esperaba.
Para entender con claridad la importancia de Wonder Woman en los cómics es importante conocer las circunstancias inusuales de su origen, ya que se trata de un caso que no tenía precedentes.
El resto de los personajes que aparecían en las revistas de cómics de aquellos días eran creaciones de artistas que se ganaban el pan trabajando en este campo editorial.
Figuras como Gardner Fox, Bob Kane y Jack Kirby provenían de este ambiente y su formación profesional estaba relacionada con las historietas.
Wonder Woman en cambio era una propuesta desarrollada por una familia de intelectuales que provenían del campo de la psicología y no contaban con ningún antecedente en este medio.
Marston era un bicho raro en DC y su posición en la editorial era completamente diferente a la del resto de los artistas.
William no se dedicaba a esto por una necesidad económica y tenía un trato completamente diferente por parte de los dueños de la compañía.
Cuando le dieron luz verde a su proyecto él se encargó de supervisar cada aspecto del cómic.
En otras palabras, tenía la enorme ventaja de hacer lo que quisiera, en parte porque el editor Gaines estaba convencido que la «nueva heroína» iba a quedar en el olvido en poco tiempo.
Con el paso de los años el origen de Wonder Woman fue estudiado por números historiadores y biógrafos de Marston y todos concluyen en un mismo punto.
El personaje fue una creación en conjunto entre William Marston y su esposa Elizabeth Holloway, quien tuvo un papel fundamental en el desarrollo del proyecto.
Debido a que su marido era la cara conocida en la editorial y quien firmaba los guiones, su nombre quedó asociado con el personaje.
Sin embargo, en la actualidad Holloway es más reconocida como la co-creadora de Wonder Woman, pese a que su nombre no aparece en los créditos de esta revista.
Ella fue la que impulsó a Marston para que creara un personaje con los ideales feministas que tenía la pareja y que estaban completamente ausentes en la ficción de aquellos días.
Holloway inclusive tuvo un papel muy importante en la elaboración de las historias y el tratamiento de los ideales que querían transmitir.
Marston presentó el primer guión en DC con el título de Suprema, the Wonder Woman, pero el editor Sheldon Mayer lo acortó a Wonder Woman, con acierto, ya que sonaba mejor.
Al psicólogo no le preocupaba en absoluto que le hicieran cambios a su trabajo. Podrían cambiarle el nombre al personaje o al diseño y hacer lo que quisieran mientras no alteraran el concepto de las tramas y su mensaje.
En 1941 había varias heroínas en el cómic pero lo que Mastron proponía era un concepto diferente.
El propio autor los explicaría más tarde en una entrevista a la revista The American Scholar en 1943, donde se refirió a este tema.
Ni siquiera las niñas quieren ser niñas tanto tiempo como nuestro modelo femenino que carecía de la fuerza y poder. No queriendo ser chicas, ellas no quieren que se les vea sensibles, sumisas, como buenas mujeres amantes de la paz. Las cualidades fuertes de las mujeres se han convertido en algo despreciable debido a su debilidad. El remedio obvio era crear un personaje femenino con toda la fuerza de Superman, además de todo el encanto de una mujer buena y hermosa.
Marston no tenían ningún inconveniente en admitir que detrás del personaje había un plan para difundir su ideología.
Para ser honesto, Wonder Woman es una propaganda psicológica del modelo de mujer que yo creo debería gobernar el mundo.No existe suficiente amor en el organismo masculino para gobernar el mundo de un modo pacífico.
El problema de la mujer es que carece de la energía asertiva para concretar y poner en práctica sus deseos. A Wonder Woman le di esa fuerza dominante masculina pero al mismo tiempo conservé sus instintos amorosos, maternales y femeninos. Sus brazaletes representan la sumisión a Afrodita, la diosa del amor y el lazo mágico es un símbolo del encanto femenino con el que puede obligar a hombres y mujeres a complacer sus deseos.
En otras palabras, Wonder Woman fue concebida como la encarnación del equilibrio perfecto entre las energías masculinas y femeninas. Una representación del Yin y el Yan que fue malinterpretada por los grupos feministas radicales que luego intentaron apropiarse del personaje.
Lo que nunca terminaron de entender muchas feministas en décadas posteriores es que la heroína no empoderaba a las mujeres en detrimento del género masculino, sino que apostaba la cooperación y respeto mutuo entre ambos sexos.
Esos mismos grupos son los que hace poco juntaron firmas en un petitorio para que Wonder Woman no sea la imagen de la Naciones Unidas en una campaña publicitaria, ya que «no representa los ideales femeninos».
Un concepto tan idiota como muchas otras cosas que predican los grupos ultra feministas de estos días, que se terminaron por convertir en la cara opuesta del machismo.
La gran paradoja del origen de Wonder Woman es que Marston estableció la historia del personaje en el mundo de la amazonas.
Personajes mitológicos que no se caracterizaban precisamente por sus ideales amorosos y pacifistas que representan las mujeres de Marston.
La amazonas era guerreras sanguinarias que sólo tenía relaciones sexuales con hombres para reproducirse y llegaban a matar a sus bebés cuando el sexo era masculino.
Por el contrario, en la presentación de Wonder Woman las amazonas eran representadas como seres amorosos y pacifistas que tenían una ideología diferente.
Marston, quien a diferencia de otros artistas de DC, tenía la libertad de hacer literalmente lo que quisiera con su proyecto, delegó las ilustraciones del cómic en un artista que no tenía nada que ver con el género de superhéroes.
Otro detalle donde el psicólogo rompió las fórmulas tradicionales de la compañía.
Continuará.
Muy bueno!!!
Super interesante…
Te te leo…
Eran muy machistas los comic de esa epoca, si no es que WW entra como la secretaria de la JSA?
No se me adelante señor, ya trataré ese tema en detalle y tiene que ver con la pelea interna en DC.